Ya había pasado tiempo desde ese suceso, tres meses se podría decir.
Me juntaba con Jaemin seguido. Intentaba ayudarlo y estaba funcionando, según su papá ahora salía de su habitación más a menudo que antes, que literalmente solo salía para ir al baño. También me alegre mucho al saber que empezó a ser más abierto con su psicogo, no mucho, pero era un avance.
Me daba pena. Alguien como él no tendría que haber pasado por algo así, aún seguía algo confusa por su gran revelación la otra vez, y sí, seguí con mi promesa de no contarle a nadie, porque no había necesidad, ni siquiera a su padre.
— ¿Qué tanto piensas? —Me habla Jisung sin quitar la mirada de la televisión, la cual daba una película de terror.
— En nada. —Contesto igual que él.
Cuando me refería a que no le conté a nadie, lo decía enserio. Jisung ni siquiera sabía que me veía absolutamente todos los fines de semana con Jaemin para darle una mano. Ni sé porqué no le dije, mínimo, eso. Creo que no es nada grave, solamente es ir y ver a un amigo que me necesita.
Lo escucho suspirar. En los últimos días hemos estado muy ocupados ambos con los exámenes, amigos, y demás. Estábamos por terminar el ciclo y, adivinen qué, el siguiente pasabamos a sexto para luego ir a una universidad, teníamos que irnos preparando.
— Dime la verdad. —Me insistió.
— Esa es la verdad...
— No, no lo es. —Me interrumpió, ahora mirándome.
— ¿Qué sabés vos? —Lo reté mirándolo a los ojos. Me sorprendió haberme enojado tan fácil.
— Hay veces que ni los mensajes me respondes, has estado más pensativa de lo normal y hasta estás comiendo más que antes, y mira que comías mucho. —Informó parándose del sillón mientras caminaba dándome la espalda.
— ¿Eso te molesta? ¿Qué no te dé la atención que querés? —Interpreté molesta, levantándome igual que él.
— Me ocultas algo. —Dijo de repente señalándome con su dedo de manera acosadora.
— ¿Y qué si lo hago? —Me crucé de brazos al mismo tiempo que fruncía el ceño— Es mi vida, no la tuya.
Estábamos solos. Mi papá estaba en el trabajo y no tenía escuela ya que era día festivo, así que Jisung quiso aprovechar y venir para acá a mirar unas películas.
— ¿Ya no confías en mí? —Me dijo decepcionado.
— Sí, pero no tengo nada que decirte.
Silencio.
Esta era nuestra segunda pelea en serio. Y no me gustaba.
Odiaba las peleas. No me gustaban, pero me molestaba el hecho de que él quiera saber todo de mi vida, no había necesidad. Además, estaba cansada, muy cansada. No he podido dormir bien, supongo que esa es una de las causas.
Y sí, lo sé, solamente es decirle que voy a la casa de un amigo porque necesita de mi compañía, pero no es vital.
— No parece.
— ¿¡Y qué querés que haga!? No voy a contarte todo lo que hago en mi vida, Jisung. —Le aclaré, haciendo puños mis manos
— ¡No te pido que me cuentes tu vida! ¡¡Solo pido que confíes en mí!! Estás rara ___. ¡Me preocupo!
Mi corazón se hizo pedazos al oír como su voz se rompía en la última oración. Miró hacía el suelo con las manos cerradas y, al levantar la mirada, ni siquiera me miró a mí, miró a la pared con los ojos llenos de lágrimas y los labios apretados.
Como soy muy tonta me desconcertó que esté en ese estado por tan poco, según yo. Pero a mi mente llegó el recuerdo de que mi novio, aunque parezca un chico rudo y malo, es un algodón de azúcar que llora con facilidad.
Todo mi cuerpo se calmó. Suspiro cansada y me dirijo a él de manera rápida. Agarro su mentón y hago que me vea, sus ojos ahogados me miraban tristes y no lo podía creer. Esto lo había causado yo.
Se acercó a mí, pegando nuestros labios, formando un beso a un ritmo suave y lento. Mis manos fueron a su nuca y las suyas a mi cintura, pegandonos más el uno con el otro.
Me sentía fatal ver que lo hice llorar yo. No quería admitirlo pero no había otro porqué. Ser la causa de sus lágrimas me destruyeron a tal modo que en medio de beso se me escapó una lágrima, la cual se mezcló en él.
Que patético. Dos tontos enamorados llorando por una idiotez. Quien me huebiera dicho que terminaría así.
Para mí sorpresa Jisung me eleva arriba, causando que pegue un chillido sin despegarme de él. Por instinto enredo mis piernas alrededor de su cintura y Park coloca sus manos en mis caderas, acariciándolas.
El beso comenzó a volverse más agresivo. Ya no era más roces o movimientos suaves, ahora eran más bruscos y feroces.
No duramos tanto que tuvimos que alejarnos por la falta de aire, tanto sus mejillas como las mías estaban rosas y pegamos nuestras frentes mientras esperábamos que nuestras respiraciones vuelvan a la normalidad.
— Me enamoré de ti la primera vez que te vi —Habló sin despegarse, ni siquiera me soltó por lo que mis piernas seguían en su cintura—, fue amor a primera vista —Rió—. La vez que te vi en el cuarto de limpieza, pude ver en tus ojos lo que siempre intentaste ocultar a los demás, ese sufrimiento y dolor. Siempre intentabas ocultarte o pasar desapercibida con tu actitud fría y cortante, pero no pudiste conmigo ni yo contigo, nos enamoramos mutuamente al pasar de los días y semanas, hasta meses.
— Jisung... —Quise detenerlo, estaba siento muy romántico. No todos en mi corta vida me decían estas cosas. Pero el me interrumpió.
— Te quiero mucho, ___ —Confesó dejándome sobre la mesa. Ahora mis piernas estaban a sus lados—. Te quiero, te quiero y no lo pararé de decírtelo, si quieres puedo ir afuera y gritarlo.
Nos miramos a los ojos. Sus manos acariciaban toda mi cintura de arriba a abajo.
No podía de la emoción.
— Podemos tener secretos y lo siento por casi obligarte a contarme algo que no querías, es que mi imaginación me jugó una mala pasada y... Pensé que me habías engañado o algo parecido. —Dijo agachando la cabeza. A este punto mis mejillas ya estaban empapadas.
— Jisung —Lo llamé a lo que inmediatamente levantó la vista—, yo también te quiero mucho.
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⌜Chico malo⌝ Park Jisung ✔
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