Me encontraba esperando al profesor de la primera hora en el salón junto con los demás compañeros. Faltaban máximo 15 minutos para que el hombre nos de su clase.
Ayer fue un día bastante silencioso e incómodo, nadie decía nada y mis padres, al parecer, seguían enojados el uno con el otro; ni siquiera se miraban.
Al parecer estaba tan inmersa en mis pensamientos que cuando un joven se sentó a mi lado y se me quedó mirando no le di importancia hasta que apoyó su mano en mi hombro, apretando esta zona ligeramente.
— ¿Por qué faltaste ayer? —Demandó con voz viril mi compañero de mesa.
Me lo quede mirando por unos segundos; lo que más me llama la atención eran sus tentadores labios. Este chico si que era atractivo.
— ¿Y bien? —Insistió volviendo a llamar mi atención.
Deje de mirar sus rosados labios para mirar sus ojos de los cuales un brillo bastante inusual resaltaba.
— Nada importante. —Dije en un intento de no tartamudear.
— Para que faltes tiene que ser importante. —Mencionó serio.
— ¿Qué?
— Oh, vamos —Exclamó rodando los ojos, como si no fuera a creer en mis palabras—. Una vez viniste acá con resfriado y otra vez te sentías mal de la cabeza y aún así te quedaste. No me vengas con tonterías.
Me lo quede viendo atónita, ¿Cómo podía saber eso? Ni los profesores se daban cuenta de mi mal estado, ¿Cómo él sí?
No le iba a negar algo de lo cual es muy cierto, por lo que me quedé callada.
— Así que, hablá.
Yo negué con la cabeza; no me sentía muy cómoda contándole mis cosas y menos estando rodeada de compañeros de los cuales podrían escuchar.
Nos quedamos mirando a los ojos, parecía que jugábamos a el que pestañeaba primero perdía, pero no era así.
Tanto él como yo manteníamos el rostro serio, pero mis nervios se activaron al notar que ya no me miraba a los ojos; miraba mis labios.
Al instantede notar este detalle volte la cabeza hacia el lado contrario al cual su rostro se encontraba. La sorpresa llegó cuando el tomó bruscamente mi mandíbula volteandome hacia él con la misma brusquedad. Provocando que entreabriera mis labios de tal acción.
No lo podía creer.
El brillo de sus ojos tomó intensidad, y yo estaba que ni me movía.
No entendía sus movimientos y acciones, ¿Por qué hacia esto? Lo peor de todo es que estábamos a la vista de todos, ¿Alguien nos estará viendo? ¿Estarán prestando atención a ésta escena? Espero que no.
Pero repentinamente aparece el profesor que tanto e estado esperando. Le agradezco mentalmente soltandome de su agarre y parándome de mi silla, al igual que JiSung, pero este suelta un suspiro antes de levantarse y quedarse mirándome, como si intentara buscar una respuesta, pero obviamente no la conseguirá; por lo menos no por ahora.
— Tranquilos, tranquilos. Pueden sentarse, quiero explicarles algo rápido. —Informa nuestro profesor moviendo sus manos.
Obedecemos a sus palabras y nos quedamos en absoludo silencio, esperando que dijera su explicación tan importante.
—Bueno; como sabrán estamos entregando las notas del trimestre —Dice cuando se posiciona al frente de todos—. Y, como varios sabrán, muchos de ustedes están desaprobados.
Esta clase era uno de los dos idiomas que teníamos que aprender; chino. Un idioma bastante difícil para mí. Por lo que le preste aún más atención a sus palabras.
— Por lo que e decidido hacer un trabajo práctico para todos. Este será de a dos y podrán utilizar cualquier material. Pero no está permitido hacerlo de a cuatro.
Con su última frase se refería a que a una queja; varias veces mis compañeros cuando decían 'Hacer de a dos y con cuadernillo' automáticamente se ponían a hacer las cosas con los chicos o chicas de la mesa de atrás o adelante. Por esa razón la advertencia.
— Les iré pasando las hojas y solo tendrán estas dos horas para hacerlo. —Indicó agarrando las hojas y pasando de mesa en mesa dejando dos de estas sobre el mueble.
Solo ahí me di cuenta que iba a hacer el trabajo con Park JiSung e inmediatamente mis nervios volvieron. Solo será un trabajo.
— Gracias —Le agradezco al profesor cuando apoya el par de hojas en mi mesa y él mueve la cabeza—. Escucha, Jisung —Llamó su atención—. En serio necesito ésta nota, por lo que si vos entendes sería genial que me ayudes.
El muchacho de una encantadora sonrisa, parecía más de ternura hacia mí.
— ¿Te va mal en la materia? —Cuestiona y yo asiento— Me hubieras pedido ayuda.
Lo miro confundida. ¿Qué acaba de decir?
— Mejor empecemos con el trabajo.
Verdaderamente estaba cuidando las palabras que salían de mi boca; con tan solo pensar que el podría malinterpretarlas me ponía avergonzada, ¿Cómo podría pensar eso?
Él agarra suavemente mi mano derecha y deposita una lapicera azul en ella, comenzó a acariciar mi mano con su dedo pulgar dejandome aturdida.
— Bueno.
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⌜Chico malo⌝ Park Jisung ✔
Fiksi Penggemar→ NO LEAN ESTA COSA ES HORRIBLE. ← Las apariencias engañan.