Él chico del pack (MarkHyuck)

Volver

Mark caminó a paso rápido. Su mano derecha aferrada con fuerza la manija de su maleta y la izquierda temblaba ante el nerviosismo que recorría su cuerpo. 

Después de dos años estaba de vuelta en Corea. Su novio y sus amigos seguramente lo esperaban en el primer piso del aeropuerto. Vería a ChenLe nuevamente, sería capaz de abrazarlo con fuerza y pedirle perdón por las lágrimas derramadas en su ausencia. Podría volver a bromear con Johnny sobre cualquier tontería, mostrarse tímido  ante TaeYong, molestar a SiCheng apretando sus mejillas, ayudar a JiSung con sus trabajos, jugar con Yuta, cocinar con su padre y hablar por horas con su mamá.

Estaba asustado, emocionado y feliz. Canadá era su país de origen, sin embargo, Corea se sentía como estar de vuelta en su hogar. Donde estaba su familia más cercana y los recuerdos más atesorados se formaron.

Llegó a la escalera eléctrica y bajó por ella. Sus ojos se movían de un lado al otro, tratando de encontrarlos. Pronto lo hizo y una sonrisa se formó en su rostro. Los chicos esperaban ahí, tan escandalosos como siempre. Mark podía escuchar los grititos de ChenLe y a SiCheng tratando de controlarlo. 

Cuándo estuvo en el piso comenzó a caminar hacía sus amigos. La velocidad incrementando al acercarse. Se detuvo frente a ChenLe y soltó su maleta. O el menor se colgó de su cuello, llenando sus mejillas de besos. Lo abrazó por la cintura y rió con alegría.

— ¡Estás aquí! —gritó.

— Sí, estoy en casa —contestó Mark dejando un beso en su frente.

— ¡Pero de verdad estás aquí! —volvió a gritar sin poder creer que realmente tenía a Mark Lee entre sus brazos. 

— Volví, Lele.

— Te extrañe mucho, tonto.

— Yo también te extrañe, delfín —apretó un poco más el abrazo.

— No es justo, ChenLe se está quedando con todo el amor —se quejó Johnny infantilmente. TaeYong dejó salir una risita y lo golpeó suavemente en el brazo.

Se separó poco a poco de ChenLe y se acercó al mayor de todos. Johnny abrió los brazos, esperando su turno con los ojos cerrados. Mark lo rodeó con sus brazos, dejando palmaditas en su espalda.

— No creí decir esto pero te extrañe, enano —susurró Johnny.

— Me dijeron que te la pasaste lloriqueando por mí, titán.

— No lo voy a negar.

— Te extrañe, hyung.

Cada uno de sus amigos recibió un abrazo. Yuta, como el chico sentimental que era, no pudo evitar derramar unas cuántas lágrimas. JiSung se quejó del beso que dejó en su mejilla, TaeYong revolvió su cabello con cariño después de separarse y SiCheng no huyó de su amor.

— Debes de estar cansado —dijo ChenLe caminando a su lado.

— Un poco —contestó con honestidad.

— Te llevaremos a casa y mañana podemos hablar. 

— Claro.

Subieron a la camioneta de Johnny. SiCheng tuvo que subirse a las piernas de su novio por la falta de espacio y Yuta no se quejó. Durante el camino les hablo sobre su viaje brevemente, pues mañana tendrían más tiempo para eso. 

Arribaron a la casa de los Lee. Mark estaba desesperado por ver a sus padres, sin embargo pacientemente se despidió de sus amigos.

ChenLe esperó hasta el último.

— Me alegra volver a verte, hyung. Fueron muchos meses sin vernos. 

— Sí. Estaba muy nervioso por este momento. Por todo lo que paso mientras estaba allá, actúe como un idiota y te lastimé.
 
— Después hablaremos de eso. No quiero arruinar la noche.

— Bien. Tienes razón, debemos de hablar con más tranquilidad —ChenLe asintió y cambio de tema.

— Tu fiesta de bienvenida será el sábado. Prepárate porque Johnny hyung y yo nos esmeramos mucho en ella.

— Muchas gracias, Lele. Te dije que no tenías por qué hacerlo. Yo solo quería volver a estar con ustedes —dijo y una sonrisa inocente se dibujó en el rostro de ChenLe.

— Lo mereces. Bueno, me tengo que ir. Descansa, hyung, salúdame a tus padres. Nos vemos mañana. Te quiero —susurró y besó suavemente sus labios antes de volver a la camioneta.