Él chico del pack (MarkHyuck)

¿Peculiar?

— Y Joe me ayudó a sentirme como en casa. Es un buen amigo —finalizó tomando un bocado de su comida.

Estaban pasando un buen rato. Sus reuniones nuevamente eran de siete personas, el grupo volvía a estar completo. Entre ellos, y a pesar de la notoria diferencia de edades, se complementaban. Se apoyaban durante sus problemas y sabían reírse de la vida. Convirtiendo malas experiencias en futuras anécdotas divertidas. Eran como una familia.

— Me alegra que te divirtieras. Estaba preocupado por ti. Sé que eres muy responsable pero aún eres joven —dijo SiCheng con una sonrisa amable.

— Yo pensé que estarías todo el día en la biblioteca. Ya sabes, sueles ser un poco tímido, hyung —continuo JiSung.

— Tú tampoco eres muy sociable, JiSung. Pero me alegro que te divirtieras en tu viaje, Mark hyung.

— ¿Y conociste a más personas? —pregunto Johnny con una ceja arqueada. Mark se asustó por unos segundos ¿Sería apropiado hablar sobre DongHyuck?

— Sí. Un amigo.

— ¿Un amigo? —dijo ChenLe y ladeó la cabeza.

— Un amigo. Él es de Corea y nos conocimos de forma peculiar.

— ¿Peculiar? —JiSung lo miró. Su expresión cambió abruptamente y sus hombros se tensaron.

— Sí. Me pidió ayuda para conquistar a un chico. Es muy especial y divertido.

— ¿Especial? —la voz de JiSung adquirió un tono acusador. Mark sabía que estaba entrando en un terreno peligroso, que aún para él resultaba algo desconocido.

— Especial en el buen sentido. Es muy ocurrente, habla mucho y se ríe de todo. Es escandaloso y puede llegar a ser un poquito irritante. Tiene una personalidad vanidosa y adora comer helado con gomitas de fresa. Se queja de las cosas que el mismo provoca, pero solo quiere ayudar a la gente. Es una persona extrovertida, sonriente y burbujeante. Te atrae con su brillo y de pronto, un día, ya no puedes imaginar una vida sin él —su voz fue bajando cada vez más haya convertirse en un susurro. Sus amigos parecían confundidos y ChenLe miraba fijamente hacía el piso con el ceño fruncido.

— Un amigo —JiSung murmuró con enojo asomándose en su voz  y acercándose ligeramente hacía ChenLe.

— Creo que son muy cercanos, ¿No? Un amigo... Ohm... ¿muy amigo? —Johnny dijo intentando arreglar la gran cagada de Mark pero fallando en el intento. TaeYong lo miró y rodó los ojos.

— No lo malinterpreten. DongHyuck y yo hablábamos casi todos los días y fue imposible no hacernos cercanos. Él me pedía ayuda para conquistar al amor de su vida y yo lo aconsejaba. Claro que nuestros planes no fueron los mejores y él no pudo lograr nada. Es una historia muy divertida.

El ambiente se tornó incómodo. Los presentes no decían nada, Johnny quería ayudar a Mark pero incluso para él era una sorpresa la voz dulce y la sonrisa boba que usaba el canadiense al describir al misterioso chico.

— DongHyuck parece un amigo, excelente —susurró ChenLe.

— Lo es —dijo dudoso.

— ¿Él vive en Canadá?

— No...

— ¿Vive en Corea?

— Sí.

— ¿Se conocieron antes de que tu viajaras?

— No. Es complicado... Creo que no puedo explicar con muchos detalles como nos conocimos pero puedo decir que fue por internet.

— Ah, por internet —ChenLe no parecía furioso. Su expresión era neutral y Mark sabía que eso era mil veces peor, el chino solía ser expresivo y transparente—. ¿Hace cuánto tiempo?

— Un año —se estaba arrepintiendo de haber hablado de DongHyuck. La mirada de la pareja se encontró.

— ¿Y por qué no lo mencionaste antes?

— No lo creí importante.

— ¿DongHyuck no es importante?

— No quise decir eso. No quería hablar de alguien más mientras estaba contigo.

— ¡Pero al parecer él es relevante en tu vida! —elevó la voz.

— Voy a ser honesto, DongHyuck se ha convertido en alguien a quien quiero y me preocupo.

— ¡Y no te pareció que deberías haberme hablado de su existencia! —ahora ChenLe parecía algo alterado. Sus amigos intercalaban la mirada entre ellos, sin saber cómo reaccionar o manejar la situación.

— ChenLe, no voy a pelear por esto. DongHyuck es solo un amigo.

— ¡Un amigo al que quieres!

— ¡Un amigo! ¡Tú eres mi novio!

— Pero dijiste que hablabas con él todos los malditos días y nosotros no hacíamos eso.

— Lo sé, me he disculpado por eso varias veces. Me arrepiento, no supe manejar mis tiempos.

— ¿Se supone que eso me debe de hacer sentir mejor? —soltó bruscamente. Su cruel comentario dislocó a Mark.

— No. Ni siquiera tendría porque haber tenido la necesidad de disculparme. Fui egoísta e inmaduro, no pensé en cómo podría lastimarte.

Las dulces palabras de Mark no hacían su común efecto relajante

Se sentía traicionado. Herido. Su novio le había ocultado cosas. Quizá no era algo muy grave y solo estaba exagerando, pero no podía dejar de tener desconfianza.

— ¡Y creo que sigues siéndolo! No pensaste en cómo podría interpretar tu relación con DongHyuck.

— ChenLe, deberías controlarte —dijo SiCheng tomándolo suavemente por el hombro. Él menor respiró profundo varias veces y trató de pensar con la cabeza fría. Estaba haciendo una horrible escena, los celos estaban invadiendo su mente y estaba inseguro e indefenso con tantas miradas sobre él.

Era menor. Lleno de estrés y defectos. Siempre había intentado ser positivo, sin embargo estaba llegando a un límite. No conocía al tal DongHyuck y no quería juzgarlo. Seguramente el chico era una persona genial, pero ahora solo quería golpear a alguien.

Mordió su mejilla interna. Debía de tranquilizarse. No era el momento para hablar frente a todo el mundo sobre sus problemas.

Contó hasta diez con los ojos cerrados y concentrándose en su respiración. Su abuela solía decir que eso le funcionaba para evitar explotar. Su abuela era inteligente porque su truco funcionaba. Al llegar al último dígito los abrió con lentitud.

— Perdón. Creo que estoy exagerando —se disculpó encogiéndose en su asiento—. Es mejor hablar esto en privado, hyung. No quería arruinar el día y ser irrespetuoso. Por favor todos borren de sus mentes lo que escucharon.

— Está bien. Hablemos más tarde, ChenLe. —Mark se acomodó. Un silencio invadió el lugar. La tensión fácilmente podría ser atravesada con un cuchillo. Johnny comenzó a jugar con sus dedos, ya era muy viejo para tener su propio drama amoroso, estaba en una linda y estable relación,  aunque aún era metiche de primera y podía conformarse con verlo. Claro que no era muy gracioso que dos de sus mejores amigos fueran los protagonistas principales de la trama.

— ¿Alguien quiere un poco de pastel? —preguntó Yuta con una sonrisa.

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