Él chico del pack (MarkHyuck)

Vino barato

DongHyuck recostó su cabeza en el hombro de RenJun, soltó un bostezo y continúo prestando atención a la película que veían en la computadora del mayor.

— La protagonista es una idiota —murmuró RenJun y DongHyuck asintió.

— Pero es tan idiota que es divertido verla. Es como ver si es capaz de sobrepasar el nivel de idiotez con cada decisión que toma.

— Tienes razón.

Continuaron disfrutando de su tranquilo viernes. Tomando vino barato y creyéndose críticos de cine al juzgar cada escena. RenJun se exaltaba cuando la chica del filme cometía alguna estupidez nuevamente y DongHyuck se reía ante su enojo.

De pronto, la puerta de la habitación se abrió. Revelando a un Lucas despeinado, con baba seca en la mejilla derecha y su pijama amarilla aun puesta. RenJun pauso la película y miró a su hermano con una ceja arqueada. YukHei sonrió, se adentró a la habitación y se sentó en la orilla de la cama con las piernas cruzadas.

— ¿Qué ocurre? —preguntó DongHyuck estirándose.

— Me invitaron a una fiesta —respondió.

— Gracias por venir a presumirnos que tienes una vida social muy ocupada a comparación de la nuestra, Ge. Ahora sal, porque quiero continuar viendo esta mala película.

— De hecho, pequeños, venía a invitarlos. JaeMin dijo que sería una buena idea ir juntos como hermanos a una fiesta. Además de que es mi último fin de semana libre.

— Ah —dijo RenJun y se giró para mirar a su amigo—. ¿Quieres ir?

DongHyuck lo contempló por unos segundos. ¿Salir a la cruel intemperie o quedarse en la cómoda cama de RenJun por lo que restaba del día?

Era una fácil decisión.

— Paso, que hueva.

— Igual.

— Bueno, lo intente —Lucas se encogió de hombros y salió de la habitación. Sabía que RenJun no era alguien con quien se pudiera negociar.

DongHyuck se incorporó y tomo la casi vacía botella de vino del buro.

— ¿Quieres más?

— Ni siquiera debes de preguntar.

Sus finas y caras copas de plástico volvieron a estar llenas y brindaron infantilmente por más tardes como esta, las mejillas rojas y la diversión chispeante por culpa del alcohol. DongHyuck y RenJun volvieron acomodarse en la cama con el sonido del aire acondicionado en el fondo.

Cuarenta minutos después se encontraban eligiendo una serie nueva. El menor quería ver algo divertido, mientras RenJun se quejaba de que ya habían visto todas las series interesantes en Netflix y que la maldita plataforma debería de contar con un repertorio más variado.

Entre sus quejas y reclamos la puerta volvió a abrirse con un sonido sordo.

— ¡No vamos a ir! —gritó DongHyuck pensando que se trataba de YukHei.

— Oh, claro que lo harán —respondió JaeMin entrando a la habitación con JaeNo detrás. Ambos vestían y olían bien.

— ¡¿Verga, quien lo dejó entrar?! —RenJun reclamó antes de rodar los ojos.

— Xuxi —dijo JaeMin analizando su habitación con una expresión que vagaba entre el asombro, asco y confusión—. ¿Así pasan sus viernes?

— Aja, altamente recomendado. Deberías probarlo alguna vez —contestó DongHyuck metiéndose un cheeto a la boca.

— ¡¡Levanten sus traseros de esa cama que tenemos una fiesta a la cual asistir!!

— No lo creo —RenJun tomó su copa y bebió un trago.
 
— ¿Esas son copas de plástico? —JaeNo las señaló con el ceño fruncido.

— Gran invento, ¿no? —DongHyuck dijo más risueño de lo usual.

JaeMin suspiró. Definitivamente sus amigos estaban un poco ebrios y tenían un desastre en todo el cuarto.

— Chicos, sé que su plan para estas vacaciones son descansar. Pero queremos pasar tiempo juntos antes de que Xuxi comience a trabajar y ustedes sean internos sin vida más allá del hospital. Esos zombies en los que pronto se convertirán.

— No me lo recuerdes. Con más razón debemos de quedarnos en casa y disfrutar de no hacer nada.

— Lo que sea, vamos a ir a esa fiesta.

— No pueden obligarnos —RenJun se cruzó de brazos y levantó el mentón con orgullo.

— ¿Estas dudando? —JaeNo lo miró desafiante. Descubriendo su personalidad competitiva.

— No, te estoy retando.

— Te arrepentirás, Huang RenJun.

— ¡Quiero que quede en claro que tu no me ganaste, yo cedí por decisión propia! —gritó RenJun caminando resignado en dirección al baño con su toalla colgada en un hombro. Jeno sonrió victorioso y YukHei bufó sorprendido.

DongHyuck negó con la cabeza. Decepcionado de la poca resistencia que todos tenían antes los encantos ocultos de JaeNo.

De algún modo, el pelinegro los arrastro fuera de la cama mientras que JaeMin elegía los atuendos perfectos para la fiesta que comenzaba a detestar.

— Estoy harto de las fiestas. No estamos en una clásica comedia romántica universitaria ¿saben? 

— Tu vida parece una —contestó JaeMin.

— Claro, pero me gusta más pensar en ella como una tragedia romántica.

— O una parodia —se burló JaeNo y JaeMin dio su aprobación.

— Culeros.

A las once y media estaban en el carro del padre de YukHei de camino a la fiesta. JaeMin estaba en el asiento del copiloto, cantando una pegadiza canción de Pop. RenJun miraba por la ventana y refunfuñaba. DongHyuck se burlaba de JaeNo por ser el conductor designado de la noche y YukHei manejaba en silencio.

— ¿Y de quien es la fiesta? —cuestionó RenJun. YukHei lo miró rápidamente por el retrovisor.

— De un amigo.

— Wow, que especifico. ¿Qué amigo, menso?

— Aww, nuestro RenJunnie sigue siendo igual de amargado. Creí que estarías más tranquilo —JaeMin detuvo su concierto para mirarlo.

— Un amigo que se llama SiCheng, nos conocimos en bachillerato, no creo que lo conocieras Ren.

— Ah. No me suena su nombre.

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¡Somos #1 en la categoría de NCT! ¡Mil gracias por todo! ¡Las adoro mucho!

Ya se nos viene el encuentro de Markitos y DongHyuck 👀

Wuuu~