hablaremos luego (mclennon)

capítulo 17

La miré sin algún tipo de palabra en mi boca, la sorpresa aún estaba en mî, aún así no comenté nada.

─No te asustes ─Una risita desesperante salió de ella mientras su dedo iba apuntando el gafete que tenía en el pecho; que obviamente me habían dado en mi empleo y que decía en letras mayusculas "JOHN" , yo la observé y quemé con mi mirada a la par que mis manos se movían inquietas encima de la mesa. Había vuelto todo tan incomodo al descubrir mi nombre verdadero. ─Por eso no tenías cara de "Eric", la tienes de estúpido pero no, ¡tú nombre es John!, que locura

Hizo unas comillas con sus dedos, no era de golpear a las damas pero esta vez le dí a ella un ligero golpe en su hombro para demostrar que mi sorpresa era del pasado. Olvidando después de algunas risas lo de hace rato giré mi rostro y McCartney aún seguía besandose con esa chica. Golpeé la mesa una vez olvidando mi felicidad mientras la adrenalina del enfado recorría mis venas cada vez con más velocidad. ─Deberías golpear a ese chico Michelle

Lo miraba con tanto odio que Michelle me obligó a girar mi rostro hacia ella de una vez por todas. ─Vamos, esa chica qué te gusta se ve muy comoda con el chico, no te quiere... a menos que te quiera provocar celos
Su actitud seria antes de iniciar a hablar desapareció por la culpa de su mirada picara.

─Qué sé joda

Me crucé de brazos, no podía detener mis impulsos mucho más. ─Le voy a cortar el vestidito en cachitos con unas grandes tijeras a la muy perra.

Susurré con cara de asco observando las bebidas que teníamos en nuestras narices, la mujer mayor tapó sus labios mientras que sus ojos se iban abriendo como platos. ─¡John!, ¿qué dices?, por eso la chica no te quiere. Eres un indecente total
Movió su cabeza en forma de negación, ahora sus piernas estaban cruzadas. Una encima de la otra, como una dama. No le dije nada, seguía admirando un punto inexacto aún maldiciendo como un desquiciado.

─Ve y dile lo que sientes, habla con ella sobre lo que estás diciendo haber si muy gallito.
Me sacó de mis pensamientos y ví simplemente en ella una sonrisa victoriosa, yo traté de imitarla de mala gana burlamdome de ella. ─¿Segura que eres mayor qué yo?, eres como una niña fastidiosa.

Me miró mal pero continuaba hablando.

─Habla con ella, crucen palabras. ¡Charlen!, dices que hace mucho no le hablas, quizá si especificas mejor tus sentimientos puedan llegar a algo...

Quise reír recordando la condición de McCartney. ─Ni loco, no puede

Ella me miró desconcertada y luego un "ahh" se escuchò de ella. ─Perdón, olvidé su problema
Suspiré admirando a la pareja de enamorados. Cuando ella se marchó se escuchó como sé despedia de Paul casi gritándole,  Michelle me miró con cara de pocos amigos pidiendo una explicación

─¡Wow!, ya la operaron de la garganta, la tecnologìa si que avanza ¿no?.
Los tortolitos no pudieron delatarme más porque él había mostrado su cuaderno a la chica, ella con una sonrisita se fue de ahí saltando de alegría cantando una dulce tonada. Él solo se quedó ahí en la mesa degustando de un batido de platano o eso creo

─¿Qué significa esto John?, me estoy dando cuenta de muchas cosas el día de hoy
─No necesariamente tengo que llamarme solo John, ¿sabes?, puedo llamarme John Eric o Eric John

─¡No cambies de tema!, dime muy bien que es lo que pasa.

El cambiar de tema me pareció inútil, la miré y con la peor de las vergüenzas. ─Posiblemente siento algo por el chico
Volví a hablar pero en murmullos esperando que no preguntara una vez más pero a la vez que no hubiese escuchado. El silencio nos reinó por esta vez, nunca había pasado, ella se quedó estática en la silla analizando y tratando de conjugar lo que había dicho para hayarle el sentido, entendí muy bien que no había escuchado. Ni yo lo había hecho, se escuchò tan leve quizá en realidad no lo había dicho.

─¿Estás bromeando, no? ─Ví molestia en su cara en la totalidad de sus faccciones, en cada rincón de ella, por un momento mi corazôn dejó de latir y apreté los ojos esperando un golpe por hacer tal atrocidad en estos tiempos que era prohibido. O una charla religiosa.

─Ahg, ¡es obvio que te gusta maldito idiota!... llevas hablando de él por semanas, casi meses solo con las pequeñas diferencias de "ella" en vez de "él" 
Tomó uno de los tantos libros aue traía para estudiar y comenzó a darse golpes con el en la frente.

─¡Callate!, no podrá hablar pero puede escuchar mejor que una vieja chismosa...
Ví como las pupilas de Paul se dirigian a mí sorbiendo de la malteada, tragué saliva. ─¡Ya nos escuchó!, eres una maldita...
─Es el punto, quiero que venga a golpearte y saquen conversación entre los golpes.
Rió con malicia al momento que frotó sus manos tal como una mosca. 
─No se te vaya a ocurrir...
No pudé terminar, ya había empezado su labor de casi gritarle en los oídos a Paul. ─¡¿Te gusta ese de allá?!, ¡¿si, John?!... oh, ¿¡en serio!?, ¿sus ojos?. ¡Qué se llama Paul, wow!

Pudé ver de reojo a la poca lejanía a Paul, su rostro estaba colorado y el mío igual. Yo lograba verlo de perfil sentado en una de las tantas mesas de la cafetería, justo en las que están en la parte de afuera a casi dos mesas de mí. Sus pupilas perdían el control y se dirigían a mí, era lo maximo que podría tener de él a partir de ahora.

─¡¿Te gusta?!

─Quizá, un poco
Reí al final ahora sin mirarlo .