La última Esperanza (The Last Hope)

La fuerza de la agonía

Capítulo 10: La fuerza de la agonía

El día amaneció con una novedad otra vez. Regina intentó moverse y su libertad se vio limitada por los fuertes brazos que la rodeaban. Abrió los ojos pestañeando un par de veces para encontrar a Emma apresándola. La observó en silencio con el rostro levantado y tratando de no apoyarse sobre su cuerpo con fuerza. Respiraba tranquila y sus labios estaban relajados. Regina no podía evitar mirarlos desde su posición. Sería tan sencillo estirarse un poco y rozarlos. Un roce pequeño, uno que ni siquiera fuera perceptible.

El sonido de la puerta del frente la hizo dar un salto y despertar del ensueño.

-¿Regina? – la voz de su hermana resonó por los rincones con suavidad.

-¡Mierda! – musitó consiguiendo a duras penas separarse de Emma. Dio un par de pasos y cerró la puerta con calma.

Su hermana la observó avanzar hacia ella y bajar las escaleras - ¿recién te levantas?

-Buenos días, Zelena – Regina no sabía qué hora era, pero por la expresión de su hermana tenía claro que era más tarde de lo habitual - ¿qué hora es? – pregunto.

-Tarde para ti – fue la respuesta de la pelirroja - ¿te encuentras bien? He ido a la alcaldía pensando que estarías allí, pero tu secretaria dijo que aún no habías llegado, ¿piensas ausentarte hoy, también?

Regina resopló – lamentablemente tendré que ir a encargarme de lo esencial, me gustaría pasar la tarde con los demás, viendo si podemos averiguar que sucedió en el bosque encantado.

-Entonces, es cierto – Zelena suspiró - ¿Regina...?

-Sí, desapareció ayer por la noche – la alcaldesa se movió incomoda – con Robín.

-Bueno, no era el padre de mi pequeña, pero sigue siendo una pena que tuvieran que terminar así – le comentó la bruja - ¿se comunicó contigo? – su hermana asintió - ¿qué dijo?

-Que una maldición los devoraba, pero que además los estaban atacando.

-¿Quién?

-No lo dijo – indicó Regina – solo dijo que era magia negra.

-¿Hablaste con Rumple? – pregunto la pelirroja.

-No, Emma y David lo harían – le respondió la morena.

-Hablando de eso, ¿cómo se encuentra la salvadora? – inquirió Zelena - ¿cómo llevas la convivencia?

Regina carraspeó – bien, estamos adaptándonos y encontrando nuestro espacio.

-Regina – la voz de Emma surgió desde las escaleras. Zelena abrió los ojos al ver a la sheriff salir de la habitación de su hermana claramente recién despierta.

-Vaya – exclamó – encontrando nuestro espacio – repitió las palabras de Regina y agregó en un susurro – ahora entiendo porque no has ido a trabajar – su sonrisa de medio lado lo decía todo. Regina con una sencilla seña la obligó a callar.

Emma bajó las escaleras - ¿sucede algo? – preguntó.

-No, no te preocupes, Emma – comentó la morena – mi hermana venía enterarse si los rumores eran verdaderos.

-Ok – respondió Emma con neutralidad.

-No se preocupes, sheriff Swan, seguro lo podemos solucionar entre todos – Zelena le dio una palmadita en la espalda a la rubia – y, mientras tanto, tú puedes seguir "encontrando a tu verdadero amor" – la pelirroja siguió hasta la cocina y agregó antes de desaparecer -porque es eso lo que estarías haciendo en la habitación de mi hermana, ¿no?