La última Esperanza (The Last Hope)

El reino sin magia

Capítulo 16: El reino sin magia

Snow recibió a su nieta con un beso enorme en la frente y su cappuccino para el alma. La joven lo agradeció y se sentó a observar la interacción de 'su' familia. Henry se sentó a su lado e intentó abrazarla pasando su mano alrededor de sus hombros.

-No seas pesado – le pidió Hope.

-No seas borde – le respondió el joven – déjame mimar a mi hermanita, me tenías preocupado.

-Estoy bien – le aseguró y viendo la expresión de Henry, bufó rendida – vale, me puedes abrazar, pesado – su hermano no se dejó insistir, Emma y Regina se dedicaban a mirar divertidas a sus dos hijos -¡Por favor! ¿A quién has salido? – rezongó la rubia al notar como su hermano la apretaba más contra él – Siempre estás igual ¡No puedes ser más Charming!

-¡Ey! – Snow frunció el ceño al oír a su nieta – no hay nada de malo en ser un Charming.

-No lo hay, excepto cuando se ponen cursis que es la mayor parte del tiempo – Hope no escatimó en el comentario ni se guardó nada – cuando se ponen así dan ganas de darle al mute.

-¡Oh Dios! Eres igual a ella – soltó Zelena.

-¿Igual a quién? – preguntó David sin enterarse de nada. Al parecer, por primera vez, Snow había decidido ser discreta y no contarle nada a su marido de lo que sabía.

-¡Nada! Nada – la pelirroja le quitó peso a su comentario. Le regaló una mirada a su hermana notando una mueca de ligero orgullo de madre en su semblante. Estaba claro que aprobaba los comentarios de su hija y, por lo visto, Emma Swan también porque ocultaba su sonrisa mordiéndose el labio.

-Abuela – Hope le dedicó unas palabras a Snow – no hay nada de malo en ser Charming, quita esa cara de enfado que no te pega.

-Solo si me das un abrazo a mí también – dijo la morena y Hope se levantó de su sitio para pagar el precio por su comentarios, no sin rodar los ojos antes de hacerlo – así me gusta, cariñosa como buena nieta debe ser – concluyó Snow, sin saber que la joven sonreía satisfecha con el abrazo ahora que no la veía.

-Te quiero – le dijo Hope cuando se separaron – aunque no comparta tu afán por las cursilerías.

Se relajaron hablando de cualquier cosa porque David les dio un descanso de minutos antes de apuntar la última novedad del problema principal.

-Algo ha pasado en los límites – comentó aprovechando un silencio – anoche una de las huellas ha desaparecido.

Hope abrió los ojos antes de centrarse las expresiones de inquietud de Emma y Regina -¿cómo que desaparecido?

-Sí, Leroy estaba vigilando junto con algunos de los vecinos voluntarios – David hizo una mueca de ignorancia anticipada – dijo que en un abrir y cerrar de ojos una de las cinco marcas ya no estaba allí.

-¿Es posible saber cuál? – quiso saber Regina.

David negó con la cabeza – en absoluto – explicó – Rumple estuvo inspeccionando conmigo y dice que saberlo con certeza es un imposible.

-¿Esto será obra de Nimue y los suyos? – preguntó Emma.

-Lo dudo – señaló el príncipe – ellos se dedican a producir las huellas, no a hacerlas desaparecer, esto tiene que ser otra cosa.

-Quizás lo hagan para fastidiarnos, para preocuparnos – comentó Snow.

-Puede ser, pero me parece que el abuelo tiene razón – Henry sopesó lo que sabía – si ellos solamente están aprovechando para propagar la maldición, no creo que tengan tanto control sobre ella porque en ese caso hace tiempo habríamos desaparecido – se rascó la cabeza reflexionando – además ¿qué implica que haya desaparecido?