"Adiós, Hopey"

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Capítulo 11: "Adiós, Hopey"

Hook caminaba por la carretera con una botella de ron abierta en la mano. Era la tercera vez que daba la vuelta al pueblo en los últimos dos días. No quería estar en la casa que debería compartir con Emma como marido y mujer. Así que se había dedicado a caminar y a beber. Apenas, había parado donde David y algunas veces se había asomado cerca de la mansión de la alcaldesa, solo para constatar que Emma seguía allí. Llevó la botella a la boca y bebió un sorbo, pero inmediato se sintió mal. Su malestar no era nada físico, no tenía que ver con beberse el alcohol en sí mismo. Era un malestar moral. Lanzó la botella al costado de la carretera y dio un bufido frustrado - ¿Por qué cojones me afecta tanto lo que me diga esa niña? – gruñó al vacío que lo rodeaba y siguió avanzando.

Los trazos de las explosiones se hicieron visibles en su campo de acción y también Rumplestiltskin. El hombrecillo no paraba de caminar de un lado al otro, dando saltos y riendo inescrupulosamente. Killian reconoció muy bien ese estado, el viejo cocodrilo. Un destello amarillo llamó su atención.

-Emma – susurró al ver el escarabajo avanzando a una velocidad fuera de los límites permitidos, pero reconoció a la conductora como la joven que decía que era la hija de la sheriff - ¿Hope?

Al pasar a su lado, pudo notar la alteración mágica que sacudía el coche. Hope desvió la vista de su destino por apenas unos segundos hacia él. Casi como si no lo reconociera. Los ojos oscuros de la chica le dieron escalofríos y tragó saliva antes de sacar su teléfono móvil del bolsillo. Marcó el número de David.

Hope derrapó para detener la velocidad del coche y salió de él hecha un manojo de nervios – Rumple, ¡Rumplestiltskin! – exclamó con fuerza y el hombre giró sobre su eje para encararla.

-Oh, pero si es mi querida visitante del otro mundo – río estridentemente – algo me decía que vendrías a verme tarde o temprano, ¿has venido a presenciar mi obra maestra?

-No te atrevas a realizar ese hechizo, Rumple, te prohíbo que alteres la memoria de mis seres queridos – la magia se descontrolaba en Hope y qué Rumple no mostrará signos de entender no ayudaba.

-¡Hope! – Killian llegó hasta dónde ellos estaban - ¿qué está pasando aquí?

-Yo que tú no me acercaría, Capitán Jones – Rumple movió la cabeza rítmicamente – la jovencita aquí presente parece que no está muy en sus cabales – luego la miró -, pero dime mi pequeña amiga, ¿no harías tú lo imposible por salvar a tu familia si pudieras?

-No a cualquier coste – le respondió Hope – sabes que vas a condenar a este Storybrooke a ser un mundo maldito.

-¡PERO ESTAREMOS VIVOS! – el ser oscuro salió a la superficie con mayor intensidad – vivos que es más que lo que tu mami la sheriff nos estaría proporcionando.

-No lo voy a permitir – repitió Hope y los chasquidos de magia dieron botes a su alrededor, mientras sus ojos se tornaban más oscuros.

-Oh, no, no, no, no – el dedo índice de Rumple se movió siguiendo su predicamento – sabes que no puedes hacer eso, si explotas y no te controlas, ¡bum! – el hombrecillo ilustró la explosión con las manos y luego estiró los dedos al aire como volatilizando algo - ¡adiós, Hopey!

-¿Qué quieres decir con eso? – intervino Hook - ¿Cómo que adiós Hope?

-No te entrometas, tío Killian – la voz de Hope sonó potente, dominada por su magia – esto es entre ese ser ruin y yo.

-No se los has explicado, ¿verdad? – Rumple negó con la cabeza con diversión – estas Swan y su tontería de ser independientes, estás haciendo lo mismo que tú mami de aquí – siguió metiendo el dedo en la llaga – estás cargando sola con tu problemilla.

La última Esperanza (The Last Hope)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora