CAPITULO 24

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Capitulo 24 

-¡Por fin has llegado! –exclamó Andrea al verme

-Lo siento, había mucho tráfico –dije cerrando el coche

-Bueno, da igual, estamos todas –empezó Raquel- así que ¿entramos ya?

-Si, vamos –dijo Ayla

Entramos en el centro comercial con la intención de comprar todo lo que pudiésemos para el viaje. Estuve todo el tiempo hablando con Leire y Ayla, parecía que estábamos dispuestas a vaciar toda la tienda. Estuvimos dos horas comprando, y sentía que no podría cargar con más peso. Tenía unas 9 bolsas en total.

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Cuando Andrea y Raquel se fueron, Leire, Ayla y yo nos sentamos en unos bancos que había dentro de la tienda. 

-Bueno, ¿volvemos nosotras también? –pregunté

-Todavía no –dijo Ayla

-Si, todavía tenemos que ir a una tienda más –continuó Leire

-Pero si ya hemos ido a todas las tiendas del centro comercial –dije

-Lo sabemos –dijo Ayla poniéndose de pie y extendiéndome su mano- vamos, iremos en tu coche –dijo señalándome- yo conduciré

-Pero… -empecé, pero no pude continuar ya que Ayla y Leire ya iban hacia la salida

Nos metimos en mi coche, y me puse en el asiento del copiloto al lado de Ayla, y Leire se sentó atrás.

-¿Se puede saber a dónde vamos? –pregunté un poco harta

-Tu espera y verás –dijo Leire

Al final paramos el coche, y cuando nos bajamos, me llevé la que tal vez fuese la sorpresa de mi vida. Estabamos delante de “Women’s Erotic Emporium”. 

-¡¿Qué hacemos aquí?! –pregunté con los ojos abiertos como platos

-Vamos a entrar y a comprar –dijo Leire agarrándome del brazo y metiéndome en la tienda

-¿Pero qué hacemos aquí? –dije bajando la voz al ver que había gente en la tienda

-¿Pero cuál es el problema? –pregunté Ayla en el mismo tono

-¿El problema? –pregunté flipada- ¡Estamos en un sex-shop! ¿Qué hacemos aquí?

-Al parecer no tienes imaginación –dije Leire- Ayla explícaselo

-Verás (Tu) –empezó Ayla- dentro de dos días nos iremos a Irlanda, y queremos que sea un viaje especial, tanto de día como de noche –ésta última palabra la dijo en un tono picante- ¿entiendes?

-Si pero –continué- ¿por qué estamos aquí?

-Verás –prosiguió Leire- si queremos pasarla bien de noche, necesitamos las cosas necesarias

-¿Te refieres a ropa? –pregunté

-A ropa, aceites, protección… -siguió Ayla- dinos, ¿Louis y tu todavía no habéis practicado el sexo, cierto? –negué con la cabeza- lo suponíamos, y ¿no crees que sería muy especial que vuestra primera vez fuera en un viaje a Irlanda?

-Si supongo que sí –estaba entendiendo por donde iba todo este asunto

-Por ello –concluyó Leire- estamos aquí, para asegurarnos de que vuestra primera vez sea tan romántica como erótica –a continuación se dirigió a Ayla- además, Ayla y yo también queremos tener acción con nuestros chicos, así que también necesitamos el instrumental necesario

Al principio, la idea de estar en un sex-shop me parecía un poco fuera de lugar, pero no sabía si era por la compañía de Ayla y Leire o por el morbo de la tienda, pero aquel lugar tenía algo que me gustaba e incluso me excitaba. Al final acabamos saliendo con cinco bolsas cada una. Habíamos comprado de todo, aceites aromáticos, cajas de condones, ropa muy sensual… E incluso llegué a comprar unas esposas por si me daba el calentón de jugar a algún juego de rol.

Me despedí de Ayla y Leire y volví a casa. Llevaba en las manos 13 bolsas, así que casí no podía andar sin que alguna se me cayera. Entré en casa y cerré la puerta con la pierna. Entonces, sentí como alguien me quitaba algunas bolsas de las manos.

-Creo que será mejor que te ayude con esto –dijo Zayn

-Gracias Zayn, no podía con todas –dije mientras cogía mejor las pocas bolsas que ahora tenía en las manos

-Vamos a dejar las bolsas a tu cuarto –dijo encaminándose hacia la escalera

Cuando entré, dejé las bolsas en el suelo, y me eché en la cama con los brazos extendidos. Entonces, Zayn dejó las bolsas que traía consigo, y de pronto vi que se quedaba mirando una fijamente.

-Pero ¿qué habéis estado comprando? –dijo cogiendo la bolsa del sex-shop

-No es de tu incumbencia –dije quitándoselo de las manos antes de que pudiese ver su contenido

-Por lo que veo, no quieres ir precisamente a descansar a este viaje –dije con su pícara sonrisa

-Bueno ¿y qué? ¿Qué importa que quiera practicar sexo con Louis? –dije sobresaltada- Tu y Raquel no paráis de hacerlo, y estoy segura de que no pasasteis mucho tiempo en la playa en vuestra pequeña escapada

-Tranquila hermanita –dijo abrazándome- Lo siento, me parece bien que quieras tener sexo con tu novio –dijo besándome la frente y después se dirigió hacia la puerta de la habitación- ¡Ah! Y para salir de dudas, tienes razón, Raquel y yo no pasamos casi tiempo en la playa, la mayoría del tiempo la pasábamos follando en la habitación del motel

Después de decir esto y haber hecho que me arrepintiese de haber sacado el tema, me dediqué a meter la ropa nueva en la maleta para el viaje. Entonces, saqué del interior de la bolsa del Sex-shop todo su contenido y lo dejé encima de la cama. 

Definitivamente, Ayla y Leire tenían razón, aquel viaje iba a ser increíble en todos los aspectos.

Un choque afortunado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora