‧:❉:‧ Castigo ‧:❉:‧

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Pedí un taxi, pedí que me llevara hasta mi casa (obviamente di mi dirección).
Baje del taxi, pague lo debido.
Camine hasta llegar a la entrada, cuando subí el primer escalón, la puerta se abre bruscamente, sale Liam hecho furia.

- ¿Donde mierda haz estado? Te he hido a ver y no has aparecido, sabes lo preocupado que estaba - no, no se confundan, el no es así, el siempre es cariñoso, yo nunca lo había visto así, ya que nunca había hido a una fiesta, tan así, que me emborracha con cerveza y vino.

- No vayas a armar un escándalo aquí afuera, que vergüenza - lo empuje para entrar.

- No vamos a entrar hasta que me expliques donde estabas - no me dejo entrar - ¿Sigues siendo virgen? - susurro.

- ¡Liam! Por Dios, tu crees que voy a perder mi virginidad en una fiesta ¡me ofendes! - giro la cabeza ya cansado de esta discusión.

- Carajo, entonces dime donde estabas - bajo la voz.

- Esta en la casa de Lucy escondida, te vi entrar, y obviamente, no iba a dejar saber a todo el mundo que yo era tu hermanita, todo mundo te conocía ahí.

- Estaba preocupado por ti, no me hubiera imaginado que te hubiera pasado algo malo... - este si era el. Me abrazo en reconciliación, ahora todo estaba bien - Pero eso sí, a mamá le tendré que decir.

Mierda

- ¡No! Liam, por favor, te lo ruego - me quize agachar pero el me halo.

- Entremos, no vayas a hacer un drama - pidió, me llevo a arrastradas hasta la cocina.

- Por favor, Liam, no lo hagas - le rogué.

- Te lo tienes bien merecido, me gastaste el susto del año.

Si, es verdad, tenía toda la razón del mundo, creo que hubiera hecho lo mismo.

- Esta bien, pero no menciones que fue en casa de Lucy, sabes que mamá después la odiaria.

- ¡Linda! - rogó.

- Por favor es lo único que te pido - junte mis manos en oración, e hice ojitos de perro.

- Lucy.... - le rogué, susurrando "por favor" varias veces -... Esta bien,... Solo eso...

- Gracias - lo abraze de inmediato.

- En cuanto llegue le diré - aviso.

- Esta bien,... Ah, y seras que puedes omitir que bebí y quede mareada, y que fuiste por mi pero no me en contrates, dile que si me trajiste sana y salva, pero no estaba haciendo nada malo.

- Veré - se puso serio - sube a tu habitación mientras.

- Por favor Liam - rogué una última vez, solo me miro mordiendose los labios.

- Sube ahora - ordenó con voz de mando.

- Gracias - subí las escaleras, no sin antes darle una última mirada de ruego.

Entre a mi habitación, y me enoje conmigo misma.

- Que idiota que eres ¡Maldición! Soy estúpida - me comenze a dar golpes en la cabeza - solo a mi me pasan estas cosas - me lance a la cama de espaldas, puse una mano encima de otra en la frente.

Me levante.

Tengo que ducharme.

Entre al baño, prepare la tina, al quitarme la ropa, entre despacio al agua, mientras entraba, el agua mojaba cada esquina de mi cuerpo, hasta llegar a mi cuello.
Recoste mi cabeza al borde de la tina.
Cerré mis ojos y me relaje, las últimas horas de paz, sin regaños ni gritos o castigos.
Recordé varias cosas de la fiesta.
Enzo me había dado su número, al menos me había hido bien.

PARA SIEMPRE (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora