Capítulo 16.

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Era la primera vez que me sentía de esta manera, aprisionada como si estuviera en una pequeña caja, en plena oscuridad, el frío recorriendo mi ser lentamente, amenazando con congelarme sin pesar.

¿Debería culpar a alguien de esto?

¿A Tsuna o tal vez Reborn? ¿Debería haber escuchado a Dino?

No, si ellos quieren algo, lo tendrán. La Mafia es cruel después de todo.

Violencia, desesperación, amenazas, paz moméntanea, y... muerte.

Mi padre no querría este tipo de vida para mí, mi madre vive en dolor aunque trate de esconderlo como puede, ¿y yo?

Tengo que buscar las respuestas. Sino las encuentro, ¿debería rendirme?

Rendirme no cuenta como opción. Los amigos de mi padre lo adoraban por ser testarudo, rebelde, y fiel a su palabra.

Yo.. debo saber la verdad, lo merezco. Si nadie lo sabe, yo lo averiguaré, aunque esa verdad me haga sufrir y traiga tempestades, no me rendiré.

—¿Cuando crees que despertará, Mukuro?—protestaba una voz chillona.

—Pronto.

Las primeras palabras que salen de mis labios son de las que menos consciente soy.—¿Por qué?

—Kufufufu, finalmente has despertado, estaba esperando para que nos hicieras compañía.—resonó aquella voz, mis ojos se adaptaron a la oscuridad de la noche pero no a la tenue luz e inmovilidad de mi cuerpo.

—¿Cuál es el punto de secuestrarme?—interrogo, si bien es cierto que soy cercana a los chicos, dudo que haya algo que ellos no supieran al menos si son parte de la Mafia.

—Sólo queremos interrogarte y ponerte a prueba.—respondió una voz suave y tenue que casi no alcanzo a escuchar del todo.

Tras unos segundos mis ojos se acostumbran y puedo ver a tres chicos, uno de ellos conocí previamente, el otro tenía un yo-yo en la mano derecha y el último se sentaba como un gorila.

—¿Sabes por qué otra razón estás aquí?—pregunta el del medio.

—Aparte de interrogarme no sé qué más quieren.—suspiro, en una situación así debo guardar la calma.

—De rehén.—los miro fijamente, no tienen el aura de mafiosos, más bien de delincuentes, el chico de ojos raros debe ser más fuerte que los demás. —¿Estás tratando de leernos?

—Si me dejaran libre saldría corriendo a gritar sus debilidades, pero no puedo hacer eso. Ustedes no me dejarán.

—Si te crees tan astuta niñata..—ahora que podía ver el cabello de uno de ellos, lucía rubio y alborotado. Parecía un bravucón impulsivo.

—¡Cálmate Chikusa! Veremos si al menos puedes sobrevivir esto kufufu...

Pronto mi visión fue siendo borrosa hasta que los pilares de toda la habitación se llenaron de enredaderas con flores que ardían, el suelo se quebraba y el aire comenzaba a disminuir, ahogada y presa del pánico, las fuerzas flaquean y ya no recuerdo que soy y porqué estoy aquí.



♤ En la mañana.

Nana conversaba amenamente con Bianchi y Reborn tratando de convencer a Tsuna que debería aprender artes marciales. La razón era muy simple, miembros del Comité Disciplinario en su rutina nocturna terminaban apaleados y a veces hasta en hospitales debido a las golpizas que recibían de alguien.

—Tsu-kun, me preocupa, tú estás en el Instituto Namimori, además aún no han encontrado al culpable.

—Seguro es alguien que quiere vengarse del Comité Disciplinario.—respondió el castaño con mucha seguridad.—Así que me da igual.

Pronto I-Pin y Lambo ofrecieron a Tsuna granadas y comestibles apestosos para vencer a quien quiera atacarle.

—Tsu-kun, ¿que piensas del boxeo?—interrogó Nana nuevamente con una sonrisa de promotora.

El chico solo suspiró y recordó al hermano de Kyoko que seguramente estaría corriendo a sus anchas a tempranas horas de la mañana, y tenía razón.

Mientras Ryohei realizaba el jogging usual, se detuvo frente a la casa de Shiraoka, para su sorpresa la casa se veía solitaria con las luces aún encendidas desde fuera sin contar que la chica no lo esperaba frente a la misma para continuar el recorrido juntos, tocó el timbre varias veces en caso de que ella se hubiese quedado dormida y nunca tuvo una respuesta. A pesar de haber considerado irrumpir en la casa, no lo hizo, se le haría tarde para ir a la escuela y seguro la vería por la tarde/noche.


Tsuna caminó a la escuela desorientado para encontrarse con el Comité Disciplinario en cada rincón del edificio, se veían extremadamente tensos y se preguntó nuevamente si era una venganza en voz alta.

Alguien respondió a su pregunta que no era para nada tonta.—No es eso.

—¡Hibari-san!

Reborn lo saluda alegremente.—¡Ciaossu!

—Hey, bebé.

—Sólo estaba de camino al Instituto y.. no estaba hablando mal de ti ni nada por el estilo.—El castaño entró en crisis levantando las manos en señal de rendición y sudando a mares.

—Ni se me había pasado por la cabeza, pero las chispas de fuego deben ser extinguidas..

Sin titubear saca sus porras y pega a alguien con ellas.

—¡Dr. Shamal!—suelta Tsuna sorprendido.

—Sentí una mala intención, debió haber sido mi imaginación.—responde tranquilamente el pelinegro.

—Qué tío más peligroso—afirma el doctor adolorido por las porras y el golpe, luego susurra a Reborn acerca de las flores del cerezo.—Estoy afuera para proteger a las chicas de los acosos matutinos.

—Dudo que haya una amenaza peor que la tuya.—suspira Tsuna.


Mientras Hibari se alejaba de aquel trío de personas que él consideraba una muchedumbre, su teléfono vibró, contestó rápidamente y las noticias que oyó no le agradaron.



—Han atacado a uno de tus amigos, Sasagawa Ryohei.



Tsuna se saltó las clases para encontrarse con un hospitalizado Ryohei, aunque no quería que su hermana se enterara, pronto lo supo.. y peor aún todas las clases y alumnos estaban en el hospital. Inclusive el capitán del club de Kendo. Todos recibieron la noticia de que Hibari fue a por ellos y se sintieron seguros por contar con alguien tan confiable como él.




El Presidente del Comité Disciplinario sabía lo que estaba sucediendo, más allá de estar terriblemente enojado y esforzarse con pavor por ocultar lo que sentía, sabía que la llegada tardía de ella en un día como hoy no daba un augurio bueno, algo más sucedía.
Pasar peón por peón lo aburría, y ningún ataque sorpresa lograba sorprenderlo de verdad excepto una escena que lo dejó atónito y la guardia baja.




La joven Shiraoka en brazos de un hombre con ojos de demonio y sonrisa maliciosa.









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Soulmate [KHR] ☽ <PAUSADA>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora