Soulmate [KHR] ☽ <PAUSADA>

Objetivo 15.

Varios días pasaron, Dino-san y Ryohei-san me ayudadaban a entrenar y correr. Pronto todo empezó a degenerarse cuando sin darme cuenta aprendí a tener un excelente gancho derecho. Me preocupaba convertirme en hombre, menos mal mi madre salió de la ciudad para visitar a mis abuelos, así que en el momento pasé el fin de semana en casa de Tsuna.

Logré negociar un día de descanso con una sola condición de Dino-san y Reborn.

"Encuentra al sobreviviente"

Y debía hacerlo yo sola. Suspiré, ¿cómo voy a encontrar alguien que sea de la Mafia y luzca como un sobreviviente? Largo rato en la mañana recorriendo me llevan a un lugar que desconozco para mi curiosidad y buena fortuna observo a un niño que habla de alguien y menciona todos sus defectos, todos ellos me sonaban a alguien parecido, ¿pero quién? De repente unas personas vestidas totalmente en traje y muy sospechosas se acercan de mala gana al niño.

—¡Vámonos de aquí!—a velocidad tomo de su mano y lo jalo con toda la fuerza que tengo mientras salimos corriendo.

Logramos saltar a una casa de portón y muralla bajos. Me escondí tras la caseta de un perro grande, y el niño se escondió dentro de la misma. Pronto un hombre trajeado se pone a gritar al inocente pequeño perro que lo ladra sin discriminar, en unos instantes el hombre se marcha. Escucho al niño murmurar.

—La caseta de Louie tiene el rango 22 de 365 en mejores escondites en Namimori.—salgo buscando al niño que termina de escribir lo que mencionó recientemente en un libro enorme.—Gracias Louie.—agradece al perrito que salió de su caseta para dejar que el niño se esconda. Agradecida con el perro, lo acaricio en la cabeza.

—¿Cuál es tu nombre?—le pregunto sorprendida, ¿será que es él la persona a quien busco?

—Me llamo Fuuta. ¿Y tú eres?

—Shiraoka Miyu. No pareces de por aquí, ¿buscas a alguien?—tenía la extraña corazonada de que este niño buscaba a Reborn. Bueno, todos los niños hacían eso.

—¿Puedes llevarme junto al Décimo?

—Te refieres a Sawada Tsunayoshi. Claro, iremos con cuidado, puede que esas personas aún sigan buscándote.

—Así como tú me buscas a mí.—Fuuta me sonríe, en su sonrisa noto alivio.

¿Cómo lo sabe? Esa pregunta rondó en mi cabeza durante todo el camino hasta llegar a nuestro destino.
Nana salió de compras así que por el momento no tendré que dar excusas.

—¡Por fin te conozco! ¡Encantado de conocerte Tsuna-ni!—salta de alegría a su encuentro el castaño, Tsuna me mira confundido, solo me encojo de hombros y Reborn sonríe igualmente.

—¿Tsuna-ni?—todos sabemos que a Tsuna nunca se le ha dado bien pensar en las personas perdidas.—¿Quién eres?

—Parece que va a pedirte un favor.—agrega Reborn al subirse sobre la cabeza de Tsuna de una manera muy natural.

—Me llamo Fuuta, la mafia me persigue.

El castaño no lo creyó hasta que Reborn en su silencio lo confirmó. Y aunque Fuuta le haya pedido a Tsuna que lo proteja, por supuesto él no podría hacerlo ni quería.

—No puedo ocuparme de la mafia.—suspiró con cansancio de repetir varias veces la misma frase.

—¡Lo sé!—sonrió Fuuta complacido y listo para demostrar algo. Sacó un libro gigantesco llamado "Ranking" y pronto leyó todos los rankings en los que Tsuna estaba mencionado. Excepto por uno que parecía más una cualidad que un defecto.

"No poder rechazar cuando te piden algo" tu rango es el número 1.

—¿Qué es eso?—se pregunta en voz alta el castaño.

—También se le conoce como "Ranking Fuuta". Es un especialista de la información inigualable a la hora de crear un ranking.

—Entonces buscan a Fuuta porque tiene esta habilidad, o ¿por el libro y la información?—murmuré mirando al niño. Reborn asintió afirmativamente.

—¡Ha llegado otro fenómeno raro!—llora Tsuna casi sin consuelo.

—Tal y como dijo Miyu, lo buscan por esa habilidad y el libro además de su precisión en estos rankings que él mismo elabora.—agrega el bebé, lo conoce muy bien dado que Fuuta le sonríe de manera aprobatoria. 

Aunque Fuuta siguió rogando por la ayuda de Tsuna y siguió dando razones para que Tsuna lo ayudara, el niño demostró mucha seguridad en su información, no se negó en absoluto en confiar en él. Reborn intentó dar lástima con caricaturas, pero al parecer era de uno de esos días en los que el castaño no se conmovía para nada.

—Tsuna, podrá sonar raro y feo todo lo que dice este niño, pero no creo que ese sea el caso. Ante mis ojos eres una persona noble y sobre todo confiable.

El castaño me miró fijamente y suspiró rendido. Sabía que tenía razón y lo decidió. Más tarde el clima empezó a descomponerse, y Haru apareció. Decidimos probar los poderes de Fuuta, cosa que no me pareció buena idea hasta que todas las cosas livianas en la habitación comenzaron a flotar. Reborn tenía otro cosplay puesto, uno de astronauta, no podía aguantar la risa.

Haru preguntó acerca de sus mejores cualidades según su rango, rango 3 de ojos preciosos, rango 2 de mofletes hermosos y rango 1 el remolino de su pelo.

—¿No quieres preguntar por ti, Miyu?—me susurró Tsuna evitando que Fuuta pierda la concentración.

—Tengo la sensación de que si lo hace, puede sucederle algo a él.—murmuré con preocupación.

—Puedo hacerlo, me has ayudado.—interviene Fuuta. Tras unos segundos.—Rango 4 de buen gancho, Rango 2 de timidez y desconfianza, Rango 1..—Los ojos del niño se ensanchan como si hubiera visto algo espantoso.—Rango 1 de persona..más buscada por..

Debido al shock él se desmaya. Reacciono tan pronto como puedo para evitar que caiga directo al suelo.

Minutos más tarde todos estaban en la casa, expectantes del niño, pero yo decido volver a casa a tomar un baño, empecé a sentirme agobiada y cansada tanto que apenas logré vestirme. Abro el placard que contiene un espejo y me cepillo el pelo hasta que se encuentra perfectamente peinado. Veo la luna iluminar mi ventana a pesar de la luz en la habitación, una ligera tentación mueve mi cuerpo haciendo que abra la ventana, un vasto aroma a pétalos de rosas amenaza con asfixiarme como una tormenta arrasando con toda su fuerza, era tarde.. porque al intentar cerrar la ventana pierdo fuerza y caigo al piso de rodillas, a duras penas visualizo una silueta en la puerta de mi habitación, no tengo ganas ni fuerza siquiera para levantar la cabeza y ver quién está aquí, pero su risa familiar resuena en mi mente dando a entender que es alguien a quien ya conocí antes.

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