Objetivo 18.

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Cuando había sido trasladada a una habitación oscura y fría recordé el rostro de Fuuta. No encontraría la forma de saber si esa mirada vacía era la causa de que estaba leyendo los rankings o si Mukuro lo había hechizado.. tras volver a echar un último vistazo el segundo caso parecía ser más factible. Su libro no estaba a la vista así como tampoco estaba abierto.

—Ahora tú te quedarás aquí... al menos hasta que el jefe diga lo contrario. —afirmó un joven cuyas facciones no logré identificar.
—T-tu jefe n-no se saldrá c-con la s-suya.—musité con dificultad.
El joven sonrió.—Eso lo veremos.

Bianchi había derrotado a la chica pelirrosa no hace tanto tiempo y pronto encontraron otro adversario. Un hombre de edad que utilizaba una cantidad de pajaritos a su voluntad y éstos tenían una pequeña cámara. En la grabación se podía ver a Haru y a Kyoko en distintos parques entretenidas mientras dos personas terribles estaban a la espera de órdenes de parte del señor. A pesar de las amenazas de Gokudera, una vez éste soltó al viejo, los "Gemelos Sangrientos" se alejaron del enfoque de las cámaras.

La propuesta de este hombre sonaba descabellada; quería que el Décimo sufra una paliza y que sus compañeros sean partícipes de ello.

—¡Ese tipo de órdenes son imposibles!—gritó Gokudera pasmado ante tal pedido.
—¡No seas irracional!—elevó la voz Yamamoto que aún no se recuperaba de su lucha anterior.


El castaño se debatía mentalmente con un rostro lleno de pánico. Lo que menos quería para las chicas es que ellas terminaran lastimadas por su culpa.

Durante todo ese lapso de tiempo pensando, el viejo agregó algo más ya que nadie aún se movía: "mi otro hobby es torturar". Finalizada esa frase un poste de luz había sido partido en cuatro pedazos cerca de Haru. Los chicos seguían comentando y reaccionando ante lo que veían en las cámaras, pero no eran capaces de cumplir con la petición del sadomasoquista. La otra marioneta estaba a centímetros de acariciar con sus largas y filosas uñas la cabeza de Kyoko, justo en ese momento Tsuna reaccionó.

—Pegadme.—alzó la voz tanto como pudo. La marioneta escuchó aquella frase, se detuvo en su camino y no tocó a la joven.
—Tch, y eso que estaba cerca. —escupió el viejo que esperaba aún poder torturar más a los chicos. —Tenéis hasta 5 segundos para cumplir con el pedido.

Los chicos se negaron y discutieron con Tsuna, no obstante, quién lanzó el primer puñetazo fue Bianchi, por supuesto su motivo fue que ella quiere que el castaño ya no esté para poder llevarse a Reborn de vuelta a Italia, aún así, ese puñetazo no dolió tanto como el castaño pensó que lo haría.

—Ya no soy tan mala persona como antes.—murmuró en voz baja entre dientes Bianchi. Fue tan imperceptible para los demás, pero el Décimo lo escuchó y la miró sorprendido.

El viejo se encontraba satisfecho, sin embargo, ésa no fue la primera de las pruebas que tenía en mente para los chicos. La segunda consistía en que Tsuna debía apuñalarse a si mismo con un cuchillo envenenado. Cuando estaba tan cerca de hacerlo aparece cerca del parque el héroe a salvar a "sus" chicas; el Dr. Shamal.

—Hola Kyoko-chan, vine a salvarte.—él le sonríe y guiña un ojo al mismo tiempo.

—¿Qué está pasando?—se interroga aturdido el viejo. Y sin olvidarse de la otra marioneta, recupera su confianza y continúa amenazando a Tsuna.

Haru todavía estaba indefensa, aunque no por mucho tiempo. I-pin en su forma original la defendió con artes marciales y luego Lambo la escoltó con seguridad. Todos ellos estaban al tanto de la situación porque el hitman que les informó era de confianza.

—No pudo ser...

—Deberías estar agradecido de tener una familia que te salva cuando estás en problemas.—le responde Reborn poniendo fin a las dudas del joven jefe.

En la emoción del momento el castaño responde afirmativamente.—¡Hey! ¡No somos una familia!

Pronto Gokudera, Bianchi y Yamamoto rodearon al viejo, pero éste no había tirado la toalla. Ordenó a sus marionetas que atacaran a los defensores de las chicas, el Dr. Shamal utilizó su antigua técnica y acabó con una de ellas. I-pin como toda maestra de artes marciales desnucó sin piedad al restante. El peligris de una sola patada acabó con el viejo, y ésa prueba culminó asegurando a la familia un obstáculo menos.

Reborn pronto comentó a Tsuna que todas esas personas eran cómplices de Rokudo y que habían escapado con él de la prisión. La fuga fue orquestada por él, el total estimado de fugitivos en ese incidente calculados por la familia Cavallone rondaba como por 7 personas. Lo más sorprendente es que no todos habían seguido el mismo camino ni que acabarían uniendo fuerzas con Mukuro.

—¿Eso significa que aún hay más?—cuestionó el castaño con un atisbo de pánico en su voz.
La voz de Bianchi inmediatamente inundó ese espacio verde.—Así es. Deja de esconderte y sal. Sé que estás ahí.

Una voz infantil hizo eco.

—Espera. Soy yo.
—¿Fuuta?—exclamaron al unísono casi todos, menos Bianchi que al parecer sospechaba que algo no andaba bien.
—¿Aquí?—interroga Gokudera que estaba igual de alegre que el Décimo y no dudaba de que al fin tenían una buena noticia.
—¿Conseguiste escapar? Eso es bueno.

—En cualquier caso, ¡me alegro! Pareces estar bien —agrega Tsuna intentando acercarse al árbol en el detrás del cual se escondía tímidamente el chico.—Están todos aquí, ¡ya no debes preocuparte! Volvamos a casa.
—Aléjate Tsuna-nii. No puedo volver con vosotros.—la pequeña voz de Fuuta amenazaba con quebrarse ante sus propias palabras.

A pesar de ser quién es, el castaño de hallaba atónito ante tal pedido, una vez más apenas podía reaccionar a lo que escuchaba.—¿Qué estás diciendo?

—Me quedo con Mukuro-san. ¡Adiós!—dicho esto el niño sale corriendo en dirección opuesta a los chicos con Tsuna avanzando detrás de él.

Cuando los demás chicos planeaban ir tras su amigo y jefe son atacados por una poderosa viga de hierro que parecía haber sido lanzada por arte de magia. Aquella acción los obligó a estar alerta y mirar tras sus espaldas.

—El siguiente asesino..—musita apretando la mandíbula el peligris que esperaba apoyar de cerca al Décimo.

Mientras tanto, el sonido del bosque pese a ser de día ayudaba a que el castaño siga en su búsqueda implacable del niño que no daba señales aún de su presencia. El follaje de los árboles bailaba al son de la brisa hasta que los arbustos repentinamente comenzaron a moverse en una dirección. Una persona sale detrás de ellos y da la cara.

—¿Un estudiante de Kokuyo? —del susto, el chico casi se cae de la sorpresa que se llevó.
—Debes haber venido a salvarnos. Muchísimas gracias.—responde el chico peliazul con una voz llena de amabilidad.



Una amabilidad falsa y llena de segundas intenciones.






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N/A: Hola a todoosss, no puedo creer que he tenido guardado este draft desde Abril de este año, mil disculpas si no he podido actualizar. La universidad y otras responsabilidades me traían de los cabellos (literal) y ahora al fin gozo de más tiempo e intención de escribir tanto para mí como para ustedes. Trataré primeramente de actualizar al menos dos veces por semana esta historia y llevarla a una segunda parte ni bien este arco culmine.

Mientras tanto, happy reading to y'all ❤️ ¡disfruten del capítulo!

Soulmate [KHR] ☽ <PAUSADA>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora