Capítulo 1: "Una fría noche".

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La noche en la ciudad de Eel estaba fría, se podía escuchar las personas caminar hacia sus aposentos en aquella noche tan ajetreada, y todo el mundo se había refugiado ya dentro de sus aposentos tras haber finalizado el matrimonio, pero la historia era totalmente diferente en el árbol centenario, en ese lugar se encontraba Miiko arrodillada en el piso, con el corazón en mano, sintiendo la brisa bailar en sus cabellos al sentir que el tiempo se había detenido en ese momento al no poder creer a quien se había encontrado o más bien, reencontrado.

Nadie se imaginaba lo que pudo haber pasado por su mente en ese momento, aquella Kitsune estaba sentada sobre sus rodillas sorprendida por la impresión de aquella noticia, ¿cómo él estaba vivo? No podía ser cierto—"¿Por qué no me había dicho nada antes?"—, pensó ella con su corazón destrozado, sus ojos se llenaron de lágrimas por aquello, y aún sus palabras se escuchaban en el eco de su mente...

»—Miiko... He vuelto para no irme, sin embargo, he de advertirte que el peligro aún no se ha ido—, Lance se acercó tocándole la mejilla como siempre solía hacerlo cuando se iba a misiones peligrosas, tal como esa noche que él no volvió y su vida se fue a negro—No puedo explicarte todo ahora, pero tengo que salvarlo...—, Miiko arqueó la ceja confundida, ¿salvar a quién? Pero no se animó a preguntar—Yo... No pido que me perdones, no pido que me creas, solo pido que confíes en mí... ¿Puedes hacer al menos eso?

»Miiko frunció el ceño al sentir su corazón doler tras aquella pregunta, ella quería hacerlo, quería confiar en él, pero ¿Quién era el ser que estaba al frente de ella? No podía reconocerlo, y él al ver la duda en el rostro de quien tanto amaba, sacó su fría mano del rostro de aquella kitsune, y suspirando pasa por su lado arrepentido de su actuar, y deteniéndose a su lado, y murmuró—No importa cuanto te demores en hacerlo, no me cansaré de pelear por ti...«

Y tras decir aquellas palabras, él se fue dejándola sola bajo el árbol centenario, con el corazón hecho un lío y sin saber realmente en quien confiar en esos momentos, primero Leiftan y ahora...—¿Cómo puede estar vivo?—, frunciendo el ceño ella replicó con dolor, y sin poder aguantar más aquel sentimiento que tanto había intentado esconder, abraza de esa forma sus rodillas con sus brazos, hundiendo su rostro emitiendo un quejido angustioso, se sobresalta al sentir unas patitas sobre sus rodillas...

Piiu—, Miiko asoma su rostro hacia quien le había hablado, era Kantú que la miraba ladeando la cabeza preocupado

—¿Tu sabías que él estaba vivo?—, él bajó las orejas arrepentido, como si supiese lo que le estaba preguntando, y Miiko acariciando su cabeza, suspira—, No tienes la culpa... no tenías como decirlo aunque quisieras...

Y aquel Valuret se posó en sus piernas, mientras una serpiente blanca con escamas doradas, zigzagueaba a su lado, acariciándole la mejilla—Oh, Taro, ¿me han venido a consolar?—, y aquella Kitsune, cerrando sus ojos dando rienda suelta a aquellas lágrimas que no dudaron en salir, se colocó de pie dirigiéndose al interior del CG—Kantu, vete con tu dueño, quizás él puede necesitar de ti...

El aludido bajó del hombro perdiéndose entre las casas del refugio, mientras que Taro seguía los pasos de su dueña, quien limpiándose el rostro tras aquella noticia, se va a su alcoba pensando que al día siguiente tendría las respuestas a lo que tanto le atormentaba, como si esa fuese su única esperanza y agotada por ello, recordando que el peligro aún no se iba, caminaba con las piernas pesadas, y ahora, ¿Qué le dirá al resto de sus camaradas de la guardia? ¿Les decía que Lance estaba vivo? ¿Cómo reaccionaría Valkyon? ¿Tiene que salvar a él o a alguien más? Y sintiendo su corazón pesar, vuelven las lágrimas salir de su garganta, necesitaba descansar, y pensar con la cabeza fría, ahora no tomaría una buena decisión.

Un Pasado Oculto: "Gesta Forjada en Fuego" (Libro 2)  [Eldarya]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora