Un Pasado Oculto: "Gesta Forjada en Fuego" (Libro 2) [Eldarya]

Capítulo 17: "Destino inesperado"

Aquella mañana había despertado con nauseas, algo muy extraño en ella, ¿Había sido porque había comido demasiado? Y suspirando por ello, sale de la cama cuidando no despertar a Valkyon, que parecía poder dormir plácidamente luego de mucho tiempo.

Se acercó al baño, y como si fuese urgente corrió hacia él ya sin importarle con el ruido despertase a quien estaba acostado en ese lugar, y él sintiendo como su amada cerró la puerta de golpe, refriega sus ojos sentándose sacando las sábanas de su torso—¿Erika? ¿Estás bien?

Pero nadie respondió, entró al baño viendo como ella abrazaba el inodoro, y extrañado se acerca a ella—No me siento muy bien, Valkyon... ¿me llevas a la enfermería?

—Te comenté que debías cuidar tu alimentación, Erika, ven, te llevaré...—, y así la alzó entre sus brazos como tal princesa, llevándola a la enfermería, y ella sonrojándose por eso, coloca su cabeza en su hombro, suspirando

—Puedo caminar sola...—, bufó ella sintiendo como él reía por ello, Erika estaba cada vez más hermosa, su piel y cabello brillaban cada vez más, y estrechándose contra él, siente como ella solloza—Me siento horrible...

—Eres hermosa...—, ella se sonrojó sollozando, y él enternecido por ello sigue el camino hacia a la enfermería—Ya estarás mejor...

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Selfir estaba caminando distraídamente por el reino, sentía el llorar de su pequeña Niniel en los brazos de su amada Mel, suspirando viendo como Isildur, como ahora Belron II quería llamado, acusando que quería tener su propia identidad y no la de su tío, como hacía de todo para llamar la atención de Amelia, quienes se habían transformado en unos adorables jovencillos.

Poco sabía de quienes se acercaban al reino, y se golpeó la cabeza con una lámpara al escuchar un graznido de unos Rawist que se acercaban al reino—"¿Visitas? ¿A esta hora? ¿Quién puede ser?"—, pensó él mientras caminaba hacia el exterior confundido, Mel salió de la habitación entregándole su pequeña a su marido con una sonrisa en el rostro

—¡Han llegado, amor!—, exclamó ella con gran emoción y corriendo hacia la salida, dejando a su marido confundido en ese lugar, mientras Niniel se calmaba en sus brazos

—¿Quién ha llegado?—, y caminando hacia donde aquella anjana de negra cabellera, sale del castillo sorprendiéndose al ver quien bajaba de aquella carroza, a su hermano junto a Eweleïn, que tenía ya un prominente vientre ya en los 3 meses que no se habían visto, seguramente ya los bebés nacerían, puesto que tanto elfos como anjanas, se demoran 4 meses en gestar.

Selfir sentía una gran emoción, su hermano finalmente había llegado y ahora entendía la emoción de Mel y el porqué ella le había ocultado una carta que había llegado hacia unas semanas, ella quería que aquella visita fuera una sorpresa, y acercándose a su hermano, éste le abraza diciendo—Me quedaré un tiempo, pero cuando vuelva, cuida a Eweleïn y a mis bebés...

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Oscuridad, es lo que siento en este momento, pena, impotencia al ver ese cabello plateado ondear frente a mí, me hace odiar mi propio cabello, del mismo color que el de ella, y nunca pensé que llegaría a este punto, ¿Tan mal hice en el mundo? ¿Este es mi castigo por no haber amado a Isabella? A pesar de haberla hecho feliz, ¿Tan caprichoso es el destino? Me quitó a los dos seres que he amado, alejado de quienes tanto he querido...