Un Pasado Oculto: "Gesta Forjada en Fuego" (Libro 2) [Eldarya]

Capítulo 27: "En la búsqueda de la redención..."

El día estaba claro, en aquella ciudad se podía ver el peligro inminente que la noche anterior había causado, aquel pueblo era asediado por horribles gritos en el cielo y la llegada de aquellas aves cuyo cuerpo era reemplazado por un rostro humano con forma demoníaca, lo único que se escuchaba era su grito, que gracias a él, obtenían su nombre, el tué tué, que por ser desterrados de su tierra, fueron a atacar a pueblos cercanos, y cuando el poblado escuchaba aquel característico piar, corrían hacia el refugio, sin importar el origen que tenían, todos eran uno solo, todos eran iguales, tenían un terror inminente a la muerte que esas aves monstruosas consistían.

Sin embargo, en la cercanía se podía ver a un hombre caminar por el camino, un niño que corría junto a sus familia, le vió e indicó a su padre sobre ese ser extraño que caminaba bajo la luz de la luna, pero el padre al ver que aquella bandada se dirigía a ellos, y viendo a ese hombre, unió sus labios en una fina línea, tomó a su hijo en brazos y exclamó

—¡Venga a refugiarse, 'ñor! ¡Esos tué tué van a acabar con usted!—, exclamó tapando el rostro de su hijo en el torso, corriendo hacia el refugio como lo hacían todas las noches, y el aludido viendo a quien corría tratando de salvar a su familia, bajó la mirada recordando como él mismo intentó proteger a la suya y falló, y mirando al cielo, vio a aquellos pájaros bestiales rodearles como aves carroñeras, formando un círculo y mostrando sus dientes, y él suspiró, sus ojos dorados miraban a todas ellas como si analizara todo, y en la lejanía aquel padre, vió como el largo pelo platinado bailaba en un vaivén con un viento que no existía, y viendo como aquellos tue tué los rodeaban, cerró la puerta, mientras su hijo miraba a su padre con los ojos vidriosos.

—No se pudo salvar ese ñor, papi—, aquel sátiro miró a su pequeño hijo que lo miraba a los ojos con terror, y el padre abrazando a su hijo viendo a los demás del pueblo, suspiró.

En el exterior se veía como aquellas aves intentaban atacar a ese hombre de cabello platinado, rasgaban su ropa, pero no podían beber de él, su piel era demasiado dura y aquel hombre abrió sus ojos expeliendo un gran poder a su alrededor, aquellas aves salieron disparadas hacia fuera, fijando sus ojos rojos frente a quien estaba ahí, mirándoles con enfado

—Tué... Tué... nunca nadie nos había desafiado... Tué Tué...—, hablaban al unísono aquellas criaturas, y como aquella bandada, como si así formaban una gran criatura, se acercan hacia la presa que estaba delante de ellos—Tué Tué... tu sangre será deliciosa... Tué Tué...

Aquel hombre de dorada mirada, con la tez morena, abrió sus ojos y aspirando aire, expele de él un aliento de calor hacia aquella bandada, tan ampollante que el suelo se quemó, y aquellos tue tué cayeron al suelo, tiritando, la mayoría murió, pero solo uno movía sus alas, intentando escapar, aquel ser de platinada cabellera se acercó a su pequeño enemigo, viendo como él lo miraba desafiante

—Mataste a toda mi pueblo... nos exterminaste a todos... tué tué—, aquel horripilante ser miraba a aquel frente a él

—Ustedes estaban matando a inocentes...—, respondió Einar tomando a aquel pájaro en sus manos, y con su mirada, le paralizó el cuerpo—Destruyeron familias... y eso... no lo perdonaré...

—Es nuestra naturaleza, si no nos alimentamos, morimos... y ¿Quién eres para juzgar? Si tu mismo en un solo golpe, destruiste la mía...—, respondió aquel monstruoso ser, aquél tué tué

—¿Tu naturaleza? Ustedes suelen alimentarse de personas enfermas para darle el descanso eterno... pero ustedes... fueron más allá, atacando seres inocentes y sanos... ¿Y querías que yo te dejase con vida? Eso es injusto y odio lo injusto...—, aquel miró con furia a quien estaba ahí, apretando con más fuerza el ser, hasta que escuchó un crujido, al ver que ese ser había ya abandonado este mundo, suspiró lanzándolo por los aires.