Capítulo 38: "El camino hacia el perdón..."

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Leiftan estaba mirando uno de los comic que Lance le había entregado, había tomado nota de todo lo que en aquella historieta salía, se impresionaba de la injusticia de que en ese mundo vivían, ¿Era así en la Tierra?

Suspirando cierra la historieta, y se coloca de pie, sintiendo un alivio por la llegada de Nevra, sin embargo, una mezcla de preocupación y de alivio lo apoderaban, y dejando aquel pensamiento atrás, se dirige a la salida, tenía que salir de ahí, esas vacaciones impuestas por Sion, lo estaban carcomiendo.

Al momento de abrir la puerta, se paralizó, estaba Kala frente su puerta, con unos pergaminos en sus brazos y entró a esa casa, Leiftan estaba confundido, ¿no que tenía su propio hogar para ello?

Tengo hambre y necesito estudiar todo sobre ninfas si quiero acabar con ella—, Leiftan miró a esa loraliet, preocupado, ¿Aún tenía esa misión suicida? La vio suspirar, masajear su frente con recelo, parecía concentrada, y alzó la mirada con cierta pena en ella—¿Y mi comida?

Leiftan se derritió ante esa súplica, se rascó los rubios cabellos y se dirigió a la cocina, abrió la despensa y vio ahí huevos y fruta, suspiró y empezó a realizar un desayuno variado, y cuando alzó la mirada, vio como Kala lo miraba sonriente, con una media sonrisa, para luego al cerciorarse que él le cocinara, volvía su concentración a los documentos, y aquel escenario a aquel anakim le hizo imaginar como sería si viviese con ella.

"Pero... ¿Qué estoy pensando?"—, pensó aquel hombre, sonrió de forma inconsciente, y aquella loraliet volvió a mirar a ese hombre, le vio sonreír, se sintió feliz, realmente le encantaba pedirle que le cocinara, puesto que siempre él sonreía cuando lo hacía, a pesar de refunfuñar al comienzo, en el momento de cocinar y al ver como ella come esos alimentos tan deliciosos, su rostro feliz no tiene comparación

"Aunque fuese la peor preparación del mundo, yo me la comería con gusto"—, pensó Kala con una sonrisa volviendo su concentración a aquellos papeles, necesitaba saber cómo cerciorarse en acabar con esa ninfa sin tener que morir en el intento.

El sonido de las hojas se escuchaban mientras ella leía aquel libro que había sacado de la biblioteca, Leiftan cocinaba aquel alimento que sabía cocinar, aquel omelette que su padre le hacía cada mañana al despertar de su siesta, antes de que perdiera la razón, antes de que esa mujer de rubios cabellos viniera por él... aquella mujer cuyo rostro, había olvidado... solo recordaba aquella cristalina mirada triste sobre el niño que él era en ese entonces, como se lo llevó a un hogar donde creció hasta la adultez... esa noche, había perdido a su padre, pero también había ganado una vida hacia la luz... eso aprendió luego de aquel tortuoso encuentro con Sethir... esa vez que casi muere a manos del encapuchado...

Kala sentía el olor de aquel alimento, su estómago rugía con fervor y cuando vio el plato frente a ella, dejó aquel libro abierto de lado y se centró en terminar con ese delicioso plato, se maravilló al ver como cada sabor explotaba dentro de su boca, realmente ese anakim se había esforzado, y alzando la vista, vio como él la miraba con los ojos bien abiertos, y ella se sintió avergonzada, realmente se había emocionado, su hambre sacó lo mejor de ella...

—Realmente eres sorprendente... nunca pensé que la receta de mi padre te iba a encantar tanto...—, Kala ladeó la cabeza al escuchar decir aquello, era la primera vez que le escuchaba decir eso a Leiftan, y éste al darse cuenta, desvió su mirada, y carraspeó tomando las notas que ella había realizado, y como si buscara cambiar el tema, añadió—¿Qué es lo que estás buscando?

Leif... ¿Qué le pasó a tu padre?—, el aludido sintió palidecer, se había maldecido por ese pequeño desliz, aún si había superado la muerte de su padre, si bien había hecho las pases con esa mujer de cristalina mirada, aún le afectaba lo que había pasado, puesto que era solo un niño, que se quedó dormido esperando a su padre y cuando despertó, vió a esa mujer de cristalina mirada... si bien, él comprendía que no había otra manera de detenerlo, que incluso su padre le había escrito aquello antes de morir en una carta... y tras aquellos pensamientos abruptos, bajó la mirada, y respondió

Un Pasado Oculto: "Gesta Forjada en Fuego" (Libro 2)  [Eldarya]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora