-¿Se puede saber, cómo se te ha olvidado avisarme de que tu hermano vendría a quedarse con nosotras?¿cómo se te puede olvidar, preguntarme eso?¿cómo Dolo?, porque no me lo explico.
-Tranquilizate Ori...tenemos sitio de sobra... no pensé que te importase...
-¡Y no es que me importe! Pero no te hace mal preguntar, ¿sabes?
-Lo se...lo se...pero llegó, y me preguntó, no le iba a decir que no.
-Vale...vale...
-Además, ni te vas a enterar de que está aquí... es un hombre ocupado...
-Ya...y como veo, tiene tus genes de colarse antes en la ducha...
-Él no sabía que te ibas a duchar tú.
-Eso espero...
-Ademá, eres tú quien lo ha pillado in fraganti...
-¡No me lo tienes que recordar! Por dios...si me hubieras avisado, no habria entrado como una energúmena a echarlo de la ducha... no se que se habrá pensado...
-Pues no me ha importado mucho...-la voz masculina, surgió de la nada, Oriana miró congelada la cara de su amiga Dolo, que sonreía disimuladamente. Y se giró con cuidado- de hecho, podrías haberte unido a mi baño...
Como un tomate el rostro de Oriana se tiñó. Y después la incredulidad se hizo dueño de ella.
-¿Perdona?
-No le hagas caso...es un poco...uhm...¿cómo decirlo?
-¿Cretino?-preguntó la morocha.
-Iba a decir, coqueto...pero cretino también le pega.
Paulo no dejó de sonreír, mientras las dos chicas, lo "insultaban" algo que no le importaba en absoluto, ya que seguía encontrando cómica la situación pasada,y le resultaba muy divertido ver la cara sonrojada de Oriana, a quien conocía por su hermana, que la mencionaba, cuando hablaban por teléfono.
- Bueno... tengo que irme, he quedado- dijo el chico.
-¡Oh Dios, mi cita!-exclamó la morocha- ya voy tarde, aún no me he duchado...
-Si tuviera más tiempo... te frotaba la espalda...
Ignorándolo, Oriana salió de allí y se dirigió al baño con rapidez.
-Bueno...quizas para la próxima...-le gritó antes de que oriana cerrara la puerta.
La puerta se abrió.
-¡Ya quisieras!- gritó ella, y la puerta se volvió a cerrar.
Una sonora carcajada escapó de la garganta de Paulo.
-¿Te vas a dedicar a coquetear con ella?-preguntó Dolo divertida.
-No... solo,es que tu amiga me hace gracia. Es divertida.
-Ya... ten cuidado Pau, que como lo has dicho es mi amiga...
-Lo sé. Bueno, hermanita, me voy, que he quedado.
-¿Alguna amiga?
-Un buen amigo.
-Oh...
-No seas malpensada Dolo.
-No lo soy, Paulo-respondió la castaña-pásalo bien-añadió, desapareciendo de la salita.
-Lo haré...
