*Sara*
La luz de la ventana me daba en la cara.
Tenía mucho calor...
Estaba incómoda pero no quería abrir los ojos...
Había tenido el mejor sueño de mi vida... Y no quería abrir los ojos para ver mi cama vacía...
Intenté moverme para que la luz del Sol dejase de darme en la cara y choqué contra algo, el susto me hizo abrir los ojos de par en par.
Entonces lo ví...
¡No había sido un sueño!
¡Franco estaba ahí dormido en mi cama!
Miré mi mano y ví como el diamante de mi anillo proyectaba arcoiris sobre las sabanas....
Estaba en shock, cuando Franco empezó a moverse a mi lado.
Buenos días, amor-dijo acariciando mi cara, pero al ver las lágrimas en mi cara se sentó alerta.
¿Sara que te pasa? -dijo preocupado limpiando mis tontas lágrimas, que no dejaban de caer sin mi permiso.
Maldita sea... No debí hacer esto... -dijo pasándose las manos por el pelo.
Le dí una bofetada en el brazo, enfadada.
¿Como podía arrepentirse de...?
Intenté salir de la cama pero me detuvo.
¿Si no estas arrepentida, porque lloras? -dijo aplastandome debajo de él.
Me quedé callada, me sentía estúpida.
Dime porque... -dijo besandome suavemente.
Pensaba que había sido un sueño... -susurré-yo estaba feliz¡y ahora vas y dices que te arrepientes!
Nos miramos a los ojos.
No me arrepiento-dijo mirándome a los ojos-pensaba que tú te habías arrepentido por eso dije que...
No lo dejé terminar.
Lo besé con Pasión mientras él me abrazaba.
Te amo Franco-dije y ví como en su cara se extendía una gran sonrisa.
Pero yo te amo más... -dijo mientras acariciaba mi espalda bajo las mantas.
¡Sara, ya es muy tarde!
¡Vamos dormilona! -escuché a lo lejos, no había reaccionado cuando la puerta se abrió y Lidia apareció en la puerta.
Amiga, vamos a llegar tarde a la última prueba del vest... -se calló en seco al vernos y se dió la vuelta como pudo con las muletas.
Emm... Perdón, perdón Sari no sabía que... Bueno... Que... Aaaggg te espero abajo! -dijo pero Franco la detuvo.
No Lidia ya bajo yo quédate aquí con ella -dijo saliendo de la cama y poniéndose la calzoncillos.
Terminó de vestirse, se agachó para darme un beso y salió pasando al lado de Lidia, cerrando la puerta.
Lidia, yo... -empecé avergonzada, pero Lidia se dejó caer en la cama con una sonrisa de oreja a oreja.
Cuentamelo TO-DO-dijo agarrandome las manos.
Sonreímos cómplices, mientras me vestía le contaba todo entre risas y caras de sorpresa de ella.
Lidia y Héctor se casaron y se fueron de Luna de miel a Roma,mientras Franco y yo conseguimos fecha para ese mismo mes... Todo era como irreal... En menos de veinte días sería mi marido.... Todos decían que éramos muy jóvenes para casarnos, otros chismorreaban sobre si yo estaba embarazada... En fin a pueblo Chico....
Pasaba el tiempo y cada día la fecha se acercaba más, Diablo y Altanera habían tenido un potrillo precioso, al que Franco bautizó como Altanero, la hacienda iba cada vez mejor...
Llegó la noche antes de la boda y¡no podía estar más nerviosa!
Apenas pude dormir unas horas, lo que provocó una bronca de Lidia, que había vuelto el día antes para la boda,al ver mis ojeras. Una vez lista no estaba nada mal... Para haber dormido tan poco y el escaso tiempo que tuve para encontrar un vestido de novia decente...
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Mi malvado vaquero.
RomanceSara Elizondo, la única hija del matrimonio Elizondo Galvan, una de las familias de empresarios mas importantes del país , visita la antigua hacienda de la familia, dispuesta a venderla al mejor postor,para irse a vivir su vida a Nueva York. ¿Que p...