*Raúl Elizondo*
Sara Elizondo y Franco Reyes invitan a su enlace....
Aquellas palabras resonaron en mi cabeza una vez más, desatando mi furia haciéndome apretar aquel papel en mi puño.
Tranquilo papá-dijo Maximiliano-aun podemos impedirlo, ya casi hemos llegado...
Miré por la ventana del avión que empezaba a descender.
Ví todas esas asqueeosas tierras recordando la primera vez que las había visto.
*Flashback*
Aterrizamos en aquel lugar tan distinto a mi hogar en Nueva York. Aron y yo, en nuestras primeras vacaciones de solteros....
Y entonces la ví... Morena de ojos azules brillantes, los más hermosos que había visto nunca, pero ella ni siquiera me dirigió una mirada, sus ojos se dirigieron a Aron y los de él a ella.
Buenas señores -dijo con su angelical voz -soy la Jefa de policía, ¿son ustedes los señores Montreal y Elizondo?
¿Jefa de policía? Aquella dulce criatura no podía ser la malvada Victoria Galván de la que habíamos oido hablar...
Si señorita, pero no entiendo por que la han enviado a buscarnos... -dijo Aron sonriendo picaramente-aunque agradezco tener el honor de su compañia señorita...
Alargó la mano para agarrar su mano y besarla (cosa que hacia regularmente) pero no contaba con la reacción de nuestra "anfitriona"
Le agarró el brazo retorciendoselo, hasta dejarlo de cara al suelo.
Hay bandidos por toda la zona esperando para desplumar a gente como usted señor y le agradecería que mantuviese las manos lejos de mí si quiere conservarlas pegadas al cuerpo...
Reí ante tal espectaculo, mientras nos acompañaba hasta el coche, cuando de pronto empezaron los disparos.
Me escondí tras el coche y ví como Victoria acababa con aquellos hombres con gran puntería... Entonces uno de ellos la sorprendió por detrás, desarmandola, justo cuando iba a acabar con ella Aron disparó contra él.
Esta usted bien -dijo levantandola y disparando a otro que venía por detrás pegandola a su pecho.
Ella lo miraba como hipnotizada y en ese momento supe que no tendría nada fácil conquistarla con él cerca...
El salto del avión al tomar tierrae devolvió a la realidad, ahora me las pagaría... Su hija jamás seria feliz mientras viviese ella fue la causa de que Victoria se fuese ¡se quedó embarazada de ese cabrón!
Tantas veces al verla dormir de niña había deseado asfixiarla, le había costado tanto trabajo mantener la fachada de padre con esa mocosa.
Pero ahora... Era tan parecida a Victoria... Cada vez que la veía sobre un caballo... Con esa ropa tan ceñida... Era como tener a Victoria otra vez delante de mí... Maximiliano no era el único que había caído ante la belleza de "Mi Hija"...
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De pie ante el reverendo Severt, el
novio estaba rígido, la novia, ansiosa.
Cuando pronunciaron los votos, él fue
sobrio, ella, sonriente. Al colocarle la sortija de oro, los dedos del hombre
temblaron, los de ella se mantuvieron
firmes. Cuando fueron declarados
marido y mujer, Franco exhaló un
trémulo suspiro, y Sara adquirió una
expresión radiante. Cuando el
reverendo Severt dijo:
— Puede besar a la novia -Franco
se ruborizó, Sara se lamió los labios.
El beso fue breve y púdico, en
presencia de los invitados.
Flexionando la cintura,cuidó de no
tocar nada que no fuesen los labios,
mientras que Sara le apoyó la mano
en la manga y alzó la cara hacia él con naturalidad.
Franco estaba tan nervioso que parecía un viejo cascarrabias, lo que hacía sonreír a Sara, que por una vez se sentía completamente feliz sin los fantasmas del pasado bailando en brazos de su ahora marido.
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*Sara*
No podía creerlo
¡Estabamos casados!
Bailabamos rígidamente, ya que Franco estaba muy tenso...
Franco ¿vas a decirme de una vez que es lo que te pasa? -dije empezando a enfadarme.
Él suspiró y me sacó de la zona de baile, llevandome hacia la habitación que un día fué de mi madre, cerrando la puerta con pestillo.
Esta bien amor -dijo y lanzó un sonoro suspiro-es hora que sepas toda la verdad sobre mí...
Que...? -empecé pero levantó una mano pidiéndome silencio.
Desde hace más o menos cuatro años estoy aquí en una investigación policial, al ser una persona conocida aquí no me representó ningún problema infiltrarme aquí como un vaquero más... Estoy investigando el asesinato de tu madre, por el que inculparon a mi jefe y amigo Aron Montreal...
Me quedé en shock.
¡¿E-eres policía?! ¡¡¿¿Y encima investigas el caso de mi madre??!! -grité alejansome de él-encima defiendes a el asesino me mi madre!!
Sara, él no mató a tu madre... -dijo muy serio.
Así? ¡¿Y como estas tan seguro?!-dije sacudiendole por los brazos.
Por que en el momento que se cometió el asesinato él estaba conmigo en una misión para el FBI-dijo -pero al ser información clasificada no pude presentar pruebas de ello...
Además Sara... - dijo agachando la cara -él estaba enamorado de tú madre...
¿Por eso te alejabas de mí? -dije empezando a comprender muchas cosas...
Si mi amor... No quería ponerte en peligro, no quería remover todo ese dolor de tu pasado princesa. -dijo abrazandome.
Franco, escuchame bien lo que te voy a decir... -dije muy sería, por lo que su cara se volvió del color de la tiza-quiero que me cuentes todo sobre la investigación,no quiero más " Protección "como si fuese un bebé y no quiero más mentiras ni que me vuelvas a ocultar nada ¡o te juro que te pido el divorcio! ¿Me has entendido?
Esta bien mi amor te lo juro-dijo abrazandome con más fuerza, seguro había pensado que le dejaría y saldría huyendo... Ay amor cuanto te falta por conocerme...
¡Sara Elizondo!-gritó alguien desde abajo, haciéndonos bajar corriendo.
¡Era mi padre y Maximiliano!¡¿como se atrevía a traerle?!
¡Nos vamos ya! -gritó agarrando mi brazo.
¡NO! -grité arrancando mi brazo de su agarre.
De pronto una mujer de unos 40 años muy fina y bien vestida se interpuso entre nosotros, empujandole.
¿Usted nunca se rinde? -le gritó como si lo conociese.
¿No le bastó con acosar a la madre que ahora tambien a la hija?
Señora... Usted está confundida... Él es mi padre... -dije tocando au hombro.
Ella me miró extrañada.
¿¡Pero que dices niña!?-dijo miradome como si me hubiese vuelyo loca.
Yo soy amiga íntima de tu mamá y... -dijo pero mi pero no pudo continuar, pues Maximiliano la agarró y gritó ¡cállese vieja loca!
¡Callate maldita! -dijo mi padre agarrandola por el cuello.
¡Sueltela!-gritó arrancandosela de las manos.
Mi padre respiraba agitadamente ante la mirada de todos.
Hable -dijo Franco.
Este hombre no es tu padre... Tu padre es un hombre que se casó a escondidas con tu mamá. Un hombre llamado Aron Montreal. ¡Tu mamá odia a este hombre! ¡Ella te creía muerta, por que él se lo dijo!
Que!?
Pero si mi mamá esta muerta... -dije llorando
La mujer de dió la vuelta lentamente hacia mi padre, dándole una fuerte bofetada.
¡Malnacido! -gritó fuera de sí-¿como puedes dormir por la noche?
¿No te bastó con el dolor de Victoria que también ella? -gritó cada vez más alto.
¿Que quiere decir señora?-dijo Franco abrazandome.
¡Que Victoria Galván esta viva! -gritó alguien desde la puerta.
Todos se apartaron entre murmullos de asombro, dejando pasar a una mujer de 30 y pocos con el pelo larguísimo negro y unos ojos azules hermosísimos.
Era tan parecida a... mí....
Se detuvo frente a mí con lágrimas en los ojos.
Mi niña... -dijo llevándose las manos a la boca para ahogar un sollozo, mientras yo corría hacia ella abrazandola como tantas veces había soñado.
Besó mí frente y de encaró con mi supuesto padre.
¡Tú malparido hijueputa, atrevete ahora!-gritó- ¡atrevete a intentar matarme otra vez!
Mi mundo explotó en mil pedazos.
Que...? -susurré
Atrévete maldito cobarde! -dijo agarrando su camisa, él empezó a forcejear y su camisa se rompió, dejando un tatuaje en su brazo un tatuaje que me sacudió hasta los cimientosMe lancé contra él agarrando a mi madre para que no se cayese y arañando la cara de ese hombre.
De pronto me agarró apuntandome con una pistola a la cabeza.
Sentí el frío metal contra mi sien.
¡No os movais o la mato! -gritó el que, hasta ahora ,yo creía mi padre, arrastrándome hacia un coche mientras Franco angustiado nos seguía a distancia. Me empujaron dentro de un coche llevandome hacia el aeropuerto y metiendome en un avión, mientras Franco corría tras nosotros llamándome a gritos desesperado. Intenté soltarme en varias ocasiones, sin éxito.
El avión comenzó a despegar, me puse frenética y Maximiliano me golpeó con algo, haciéndome perder el conocimiento.
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Mi malvado vaquero.
RomanceSara Elizondo, la única hija del matrimonio Elizondo Galvan, una de las familias de empresarios mas importantes del país , visita la antigua hacienda de la familia, dispuesta a venderla al mejor postor,para irse a vivir su vida a Nueva York. ¿Que p...