Al rojo vivo [KidLaw]

C A P í T U L O 26

Kid, tras caer un par de veces al suelo por culpa de un par de flashbacks, salió de su casa como alma que lleva el diablo. Corrió hacia la casa de Law y abrió con sus llaves.

Pero cuando subió, vio que era un muy mal momento. El mocoso de su vecino estaba llorando tirado en el suelo, mientras Law y Nami le abrazaban. Se acercó con cuidado.

-Mugiwara... -cuando Trafalgar le vio se le aceleró el corazón. Luffy levantó la cabeza y miró a Kid. No podía hablar, se trababa e hipaba; además tenía un nudo en la garganta.

-Yo... K... K... Kid... -el pelirrojo se abrazó a él, cosa que los sorprendió a todos.

-Eustass... No creo que sea un buen momento... -le susurró la pelirroja.

-He venido a hacer una cosa importante. -miró a Law- Pero si mi amigo está así me quedaré con él.

-L... L... La... Law. Llévame... Al hospital...

-Luffy... No es momento. Es muy temprano...

-¿Qué ha pasado? ¿De dónde venís? -le susurró a Nami.

-Venimos de mi pueblo. A mitad de camino nos quedamos sin gasolina, y sus hermanos vinieron a buscarnos, pero tuvieron un accidente... Ni siquiera sabemos dónde están o si están bien. -le contestó intentando que Luffy no le escuchara.

-¿Hay algo que pueda hacer? -ella negó.

-Llévate a Law. Yo llevaré a Luffy a mi casa.

-Vale.

-Luffy, vámonos. -ella se levantó agarrando la mano del chico.

-¿A... Dón... Dónde? -sollozó.

-A mi casa. Mi hermanastra está trabajando esta noche, no te preocupes. Vamos. -consiguió ponerle en pie y le pasó un brazo por los hombros. Se alejaron, dejando allí a los otros dos, algo exhaustos.

Kid iba a hablar, pero Law le miró de una forma que le hizo querer morir; no pudo continuar.

-Antes de nada, Eustass-ya. Tenemos que hablar. Yo he dependido de ti desde que te conozco. Eres mi único pilar. Pero veo que tienes dos personalidades, aquí lo has dejado claro. Y aunque me duela muchísimo, si voy a salir herido por ti, te dejaré. Me iré, en serio. Tú no eres lo único que tengo. He decidido que voy a dejar que todo fluya, y no forzar nada. Y si tú quieres irte; vete. Pero te aviso, que te costará volver a quedarte. -le dijo mirándole totalmente serio. Kid no sabía qué responder a ello. Ahora, su razón parecería una mala excusa para poder aprovecharse de él. Así que con cuidado agarró sus manos y las besó.

-No tengo doble personalidad. Te contaré qué me pasó. Así que por favor, no me interrumpas y créeme. Por favor. -Kid empezó a contarle todo. Desde el día en el que se encontró a Nico Robin y le agredieron, hasta ese mismo momento. -Y ya está. ¿Me crees? -preguntó con súplica y esperanza. Law apartó las manos y la mirada.

-¿Cómo está tu herida?

-Echa de menos que tú la cures. -Trafalgar sonrió de lado.

-¿Cómo se que no es una excusa? Me lo hiciste pasar muy mal. Casi vomito en mi casa. -le dijo acusadoramente.

-No puedo hacer que me creas. Pero por todo lo que hemos pasado juntos y por todo lo que nos queda...

-Contigo no he pasado nada. Solo un mes y poco.

-No, Trafalgar. Lo que hemos pasado. Estoy recuperando los recuerdos.

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