-No sé qué ponerme.
-Así que al final vienes. -dijo Zoro tumbándose en su cama. Miraba a Robin delante de su maleta, sacando y metiendo ropa.
-Sí pero no sé qué ponerme.
-Cualquier cosa te quedará bien.
-Gracias, Zoro. ¿Qué te parece este? -dijo poniéndose delante del cuerpo un vestido blanco, largo hasta las rodillas y con un escote prominente, de tirantes y cuello de gargantilla.
-Me gusta, pero...- se levantó y se puso a buscar ropa en la maleta de la chica. -Me gusta más esto. -sacó una camiseta azul marino de cremallera y manga corta, junto a un largo pareo rosa con flores y unas bonitas gafas blancas y rojas.
-Tienes buen estilo -comentó. -Podrías aplicártelo.
-Qué mala eres. -rió el mayor.
Más tarde, los tres iban en el coche de Sanji, camino a Baratie.
-Luffy no viene -anunció Zoro.
-¿Por qué?
-Ni idea.
-Colémonos en su casa después de cenar. Le llevamos carne. -sugirió el mayor.
-Me parece bien. ¿Qué opinas, Robin? -ella sonrió y asintió, agarrando la mano del peliverde. Este último se sonrojó.
Cuando llegaron al Baratie, en la puerta se encontraban Usopp y Nami.
-¿Y Luffy? -preguntó la pelirroja guardando su móvil.
-No viene. Pero después de cenar iremos a su casa a llevarle algo de comer.
-No está en su casa.
-¿Cómo?
-Acabo de venir de allí -dijo Nami.
-Vaya. Pues...
-¿En casa de su abuelo? Siempre comen allí el primer día del año. -sugirió Sanji.
-Podría ser. No está muy lejos de aquí, y menos si vamos en coche.
-¡Vamos, pues!
-Pero ¿y la cena? -inquirió Usopp.
-Cenemos allí. Nos colamos y cenamos todos juntos. -añadió Zoro.
-Me parece bien. -asintió el narizotas.
Todos se metieron en el coche de Sanji. Muy apretados, pero cabían. El rubio apretó un botón y dejó que el techo del vehículo se pusiera en la parte trasera, dejando ver las estrellas.
-Vamos, nenas. -gritó Sanji. Gritaron como críos y encendieron la radio, a la vez que notaban el aire nocturno en la cara.
-¡Mira, Robin, nuestra canción! -chilló Zoro. En la radio se escuchaba la misma que comentaron el día de la fiesta. El peliverde se puso a cantar agarrando a Robin de la mano, mientras ella reía. -¡Antes de morir quiero el cielo~! Vamos, canta.
-Vale... ¡El ciento por ciento, por cierto! -el resto del grupo les miraba asombrados. Les extrañaba que al fin Zoro supiera estar con alguien y poder reír, quitando su típica cara seria y enfadada.
-Zoro, ¿estás bien? -preguntó Usopp fingiendo preocupación.
-Estoy feliz. -dijo simplemente.
Cuando llegaron a casa de Garp, el pequeño se asomó a la ventana al escuchar el ruido que sus amigos estaban causando. Cuando vio a Nami ahí, con su melena naranja recogida, sus brillantes ojos y esa sonrisa que tanto le gustaba, no pudo evitar sonreír.
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Al rojo vivo [KidLaw]
RomanceKid es un hombre que sufre un accidente grave, quedando en coma por semanas. Como consecuencia, sus recuerdos hasta tres años atrás simplemente desaparecen. Law, para entonces su mejor amigo, intenta enseñarle la vida ahora con cosas que él ni siqui...