-Espera, Law, veo que estas ansioso. -dijo Kid cuando su acompañante, en el ascensor, cogió la mano del pelirrojo y la metió en sus propios pantalones.
-Calla, imbécil. -le contestó totalmente sonrojado. Kid cogió a Law por el trasero y él enrolló sus piernas en su cintura cuando el ascensor se abrió y entraron en el departamento del médico.
El pelirrojo estampó a su acompañante contra la pared, vaciando todo el aire de sus pulmones y haciendo que gimiera. Le besó con ferocidad. Mordisqueaba sus labios y pasaba la lengua por ellos, para después meterla en su boca.
Bajó por su cuello dejándole marcas y rastros de saliva. De un tirón bajó los pantalones azules de Law y sonrió cuando vio su creciente erección, alzando la mirada. Pero Law tenía la cabeza agachada y cerraba fuertemente los ojos, con una mano en la boca.
-Hey, ¿qué pasa? -Kid le zarandeó un poco.
-Mejor lo dejamos, ¿no?
-¿Cómo? ¿Por qué? -inquirió algo preocupado, mas Law no alzaba la cabeza.
-Ehh...
-Oye, Trafalgar, mírame. -Kid cogió la mano tatuada de Law y se quitó la camiseta, para ponérsela en su pecho.
-No...
-Law... -le regañó. Este le hizo caso y alzó la mirada, con la cara roja hasta un punto violácea. -¿Qué pasa?
-Es que... No estoy muy seguro. Nunca me he acostado con un chico y... Me da vergüenza. -admitió.
-Yo creo que tampoco lo he hecho con ningún hombre. Vamos, no lo recuerdo. Pero nos las apañamos, ¿vale?
-¿Por qué este interés? Si te gustan las mujeres.
-Las mujeres, y tú. -dicho esto le besó apasionadamente. Regueros de saliva se deslizaban por sus labios, que el pelirrojo se encargó de limpiar con la lengua. Eso puso a mil al médico que empezó a colaborar. Pasaba las manos por todo el cuerpo pálido de Kid, por su cicatriz, por sus pectorales. -Vamos a la cama -le susurró con voz ronca. Dicho esto cogió a Law del trasero y se lo llevó. Justo antes de llegar a la cama se tropezaron, callendo Kid encima del larguirucho cuerpo de Trafalgar.
Kid, completamente avergonzado se levantó para pedir disculpas, y se sorprendió cuando Law empezó a reír. Quedó embelesado. Era lo mejor que había escuchado nunca.
-¿Puedes quitarte el brazo metálico?
-Sí, pero...
-¿Pero qué? ¿Te da vergüenza?
-¿De qué hablas, mierda? -contestó de malas maneras. Kid se lo quitó y ya en la cama, el tatuado comenzó a darle besos en el muñón, recorriendo la cicatriz, para acabar en sus pectorales. Kid no pensaba ceder, no jadearía. Pero su compañero empezó a besar la zona sensible y cayó. -No pensarás... Ser tú el que... La meta, ¿verdad?
-Claro que seré yo. Solo hay que ver cómo te retuerces debajo mío. -nada más decir eso, el pelirrojo, lleno de ira, invirtió los papeles, quedando encima. En un rápido movimiento quitó sus pantalones y metió su miembro en la boca de Law, haciendo que casi se atragantara. Abrió desmesuradamente los ojos y le miró con reproche, pero comenzó a chupar.
Kid le controlaba el ritmo moviendo las caderas y agarrándole del pelo, simultáneamente. Justo antes de que terminara, Trafalgar se apartó y con mirada pícara dijo:
-Venganza.
-Serás mamón... Ahora verás. -puso al ojeroso boca abajo y terminó de quitarle la ropa. Vio como este último escondía la cara entre las sábanas, lo que le dio ternura, y empezó un camino de besos por toda su espina dorsal.
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Al rojo vivo [KidLaw]
RomanceKid es un hombre que sufre un accidente grave, quedando en coma por semanas. Como consecuencia, sus recuerdos hasta tres años atrás simplemente desaparecen. Law, para entonces su mejor amigo, intenta enseñarle la vida ahora con cosas que él ni siqui...