C A P í T U L O 24

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Se despertó con un enorme dolor en el abdomen. Miró y ahí estaba, una enorme venda recorriéndolo, además de otra en su cabellera rubia. Miró a su alrededor y en efecto, estaba en el hospital. Supuso que Thatch le había llevado ahí después de la pelea con Kurohige.

-Kurohige... Gané.- sonrió.- ¡He ganado!

Miró con la esperanza de ver a Thatch allí, mas no estaba. En la mesilla a su lado estaba su móvil y llaves. Nada más. Ni una nota, ni un recuero. Nada. ¿Por qué? Bueno, estará ocupado.
Cogió su teléfono y llamó a su amigo, pero no le contestaba. Eso sí le extrañó, él siempre contestaba a la primera. Recordó que Ace también se llevó una buena, así que le marcó.

-¿Marco? ¿Todo bien?

-Sí... ¿Qué tal tú?

-Bueno, me duele la tripa pero por lo demás bien. ¿Dónde estás?

-En el hospital.

-¿Cómo?- Mierda. Marco cerró fuertemente los ojos al darse cuenta de que la había cagado. Ace no sabía lo de Kurohige.

-Ya te lo contaré. ¿Sabes algo de Thatch?

-No, ¿por qué?

-No me coge el teléfono.

-Qué raro. A a mi me trajo Vista a casa, pero no hablé con él. ¿Ha pasado algo con Thatch? -inquirió preocupado.

-Yo creo que no. Si Vista te llevó a ti a mi me tiene que haber traído él... -entonces se puso pálido- Oh, no. Mierda. Tengo que colgar.

-Vale, cuíd... -colgó.

Poco después entró una enfermera bastante mayor. Marco se preguntó si podría seguir trabajando ahí, pues seguro que superaba los setenta.

-Hola, mocoso. Tienes una herida muy fea ahí, ¿cómo te la hiciste?

-Una navaja...

-Eso podía imaginármelo. Una pelea, supongo. También tenías cortes en la cabeza, de una botella tal vez. Tu agresor te dio una buena paliza...

-Mereció la pena y...

-No te digo que no.

-Gané.

-Entonces no me quier ni imaginar cómo quedó el otro.

-Ya. Oye, ¿usted sabe quién me trajo?

-No me dijo su nombre, pero era un hombre bastante alto. Con el pelo castaño y... muy raro. Y un poco de perilla.

-Entonces sí es él.

-Se quedó un buen rato llorando. Luego salió con un semblante muy triste y no volvió a entrar.

-¿Hace cuánto?

-No mucho, tal vez media hora. Eh, no te incorpores. Has perdido mucha sangre. Yo te cuidaré, puedes llamarme Doctorine.

-Se lo gradezco, pero aún estoy a tiempo de algo, tengo que irme. -Marco intentó levantarse, pro una fuerte patada de la mujer le volvió a tumbar.

-¡Nadie que esté bajo mis cuidados se irá antes de tiempo! -exclamó.

-Está bien, está bien.

-Tendrás que quedarte como mucho un día más hasta que puedas andar con los puntos. Luego volverás a que te los quitemos. ¿Entendido?

-Sí...

En cuanto la mujer se fue, Marco cogió de nuevo su teléfono y escribió a Thatch.

Thatch el idiota♡
Última vez hace tres horas.

Al rojo vivo [KidLaw]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora