C A P í T U L O 9

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CAZA DE BRUJAS

Salieron corriendo. Parecían adolescentes. Mentalmente lo eran. Corrían por las calles, algunos agarrados de la mano y otros simplemente mirando el trasero de alguien. Chillaban de vez en cuando o saltaban. A alguien se le ocurrió cantar a pleno pulmón "tengo un tractor amarillo" y claramente los demás le siguieron.

Cuando llegaron a la universidad tras correr durante media hora, una valla les separaba. Kid le hizo pie a Law, Luffy cogió a Nami, Marco a Ace bajo la mirada de Sabo, que cogió a Koala. Zoro a Robin y Sanji subió solo.

Entraron con dificultad. Corrieron por los pasillos de camino a las piscinas. Zoro agarró a Robin de la mano.

-Sé un atajo -dijo. Y se alejaron del resto.

En cuanto a Sabo, dijo que quería beber agua. Ace le susurró que él también y se fueron de allí. Solo quedaban Koala, Marco, Sanji, Nami, Luffy, Kid y Law.

Cuando entraron en las piscinas, el olor a sala cubierta les inundó. Se tiraron sin siquiera quitarse la ropa y comenzaron a jugar. Se hacían ahogadillas, se salpicaban. Nami se acercó a Luffy y le agarró de los hombros. Se miraron muy cerca, y cuando al fin el moreno se iba a lanzar, la chica le impulsó hacia abajo, subiéndose en sus hombros. Nami chilló y rió y Luffy no cabía en sí de gozo. De vez en cuando la tiraba y le perseguía a lo largo de la piscina.

-Trafalgar, estás mal. Vámonos.

-Viminis. ¿De qué hablas? Quédate. Por favor. -Law le pasó los brazos al rededor del cuello. Kid se hundió en el agua por el peso y ambos se sumergieron. Se miraron a través del agua sin soltarse y el menor se acercó. Intentó besarle pero Kid no le dejó. Y bajó la mirada a su muñón, ahora sin el brazo de metal. Se sintió mal. Veía ahí a Law intentando besarle, y luego su falta de extremidad y una enorme cicatriz en su pecho, que llegaba hasta su frente atravesándole el ojo. Pensó que no era suficiente para ese hombre que a pesar de no conocer su nueva personalidad había creído en él y le había apoyado muchísimo con sus padres, además de ayudarle con Rebecca. Recordó cómo le había tocado en la cocina y cómo él se subió encima del pelirrojo el día del bar. Él merece más que yo. Y por esa razón se apartó.
Salieron a la superficie y tras coger mucho aire, Kid dijo:

-Trafalgar, no es buena idea. -tocó distraídamente su hombro y miró al suelo.

-Un hombre, sea como sea, debe pelear en algún momento. Y es cuando se burlan del sueño de sus amigos -susurró.

-¿Qué? Eso no tiene nada que ver.

-Lo tiene. Pelea contra ti mismo, Eustass-ya. Te estás apagando -dicho eso salió de la piscina pero el pelirrojo le agarró una pierna.

-Pero ayúdame.

-¿A qué?

-A volver a brillar. Pero contigo. -Law solo asintió.

•••

-Oye, Kenshin-san. Creo que te has perdido.

-No, mujer, no. Solo que el atajo resultó ser... ¡Se movieron las paredes! -refunfuñó. Robin rió y le puso una mano en la espalda.

-Claro, claro.

Continuaron andando por los pasillos, subiendo y bajando escaleras hasta que llegaron a la biblioteca.

-Entremos -dijo ella.

-¿¿Ehh?? ¿Por qué?

Al rojo vivo [KidLaw]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora