Un gota de sudor le recorre la mejilla mientras de un salto se destapa. Ese sueño le había corrompido. Esperaba que no fuera un recuerdo y solo fuera producto de su imaginación. Era temprano, tal vez las seis de la mañana. Suaves haces de luz azulada se colaban en la habitación, iluminando las fotografías y la ropa pulcramente ordenada de Law.
Kid se levantó. Salió al pasillo y a oscuras supo por dónde moverse, a pesar de no recordar el camino. Llegó al salón y gracias a la poca luz pudo ver al ojeroso tumbado en el sofá en una cómica posición. Boca arriba, con una pierna sobre el respaldo y la otra sobre la mesita. Sus brazos, desparramados al igual que su pelo y una pequeña baba le caía. Su pecho descubierto dejaba ver sus tatuajes, y sus largas pestañas creaban sombras en sus mejillas.
El pelirrojo algo embobado recorría la tinta con los ojos y cuando se hubo confiado más y vio que el moreno tenía sueño profundo, también con los dedos. Salió de las rejas del tatuaje y dibujó figuras abstractas por su pecho, haciéndole cosquillas. Law se movió un poco, poniéndose de costado y alertando al otro. Se acercó al borde peligrosamente y Kid en un intento de no despertarle, le medio empujó. Su mano rozó su mejilla y ahí se quedó. Fue subiendo hasta sus ojeras bien marcadas y se preguntó si serían por no dormir.
Pasó a sus párpados, sus pestañas. Le apartó un poco el flequillo húmedo por el sudor de la frente y recorrió sus cejas. Entonces se paralizó.
-No... Hmmm... La... y... Mía, mi culpa... Tarde... Fuego... Lo sien... Se fue... Mamá... Kid... Lo siento...-el ojeroso estaba soñando. Kid no pudo apartar la mano por unos segundos al escuchar su nombre. Vio como Law se removía. Entonces salió corriendo y se metió en la pequeña cama del menor, volviendo a dormirse, justo después de escuchar un golpe sordo.
•••
Después de aquello, despertando ya por segunda vez, se levantó con algo de nerviosismo. ¿Ese "lo siento" iba dirigido a él? A decir verdad no conocía mucho del ojeroso, y había terminado durmiendo en su cama y pasando su mano por su pecho.
Cuando llegó a la cocina se encontró a Law haciendo tortitas. A Kid le encantaban. Se sentó en la butaca que había enfrente y esperó.
-Hey, Chicote. ¿Cocinas bien? preguntó Kid con un exceso de confianza.
-No, realmente. Pero sé que te encantan y siempre que dormías aquí te las hacía así que... -respondió Law sentándose. -¿Cómo has dormido?
-Bien. -Kid iba a decirle que extrañamente sabía desplazarse muy bien por la casa a pesar de no recordarla, pero se lo calló cuando Law le dijo lo siguiente.
-¿Sabes? Esta mañana, muy temprano, he sentido como que algo me tocaba la cara y el pecho -dijo pensativo- y justo después me he caído al suelo.
-V... Vaya, qué extraño.
-Sí, lo es. Aunque siempre que vienes a dormir aquí me pasa -Kid casi escupe lo que llevaba en la boca. ¿Qué mierdas...?
El pelirrojo sentía que él y el supuesto Kid que antes le dominaba eran personas completamente distintas. Aún así, sintió una gran empatía consigo mismo cuando supo que él hacía lo mismo con Law.
•••
Kid se dirigía hacia su casa, borracho como una cuba. Le costaba abrir la puerta pues no veía bien sus llaves pero su acompañante le ayudó a abrir. Este último no había bebido, estaba ahí de ayudante. Al pelirrojo acababan de dejarle. La chica, alta, morena y de extraño cabello rosa siempre trenzado le había dejado con la excusa de que al empezar las clases de nuevo no quería ninguna relación.
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Al rojo vivo [KidLaw]
RomanceKid es un hombre que sufre un accidente grave, quedando en coma por semanas. Como consecuencia, sus recuerdos hasta tres años atrás simplemente desaparecen. Law, para entonces su mejor amigo, intenta enseñarle la vida ahora con cosas que él ni siqui...