Miraba la persiana mientras apretaba las mantas que la arropaban. Llevaba así tal vez veinte minutos, con los azules ojos abiertos y los labios apretados.
Sus pestañas estaban secas. Eso le extrañaba. Pensó que lloraría. Habían pasado tres años y ¿no lloraba?. Qué raro. Aún así lo agradecía. No era un buen momento para llorar.
Así que al final se levantó. Cogió unas mallas y una camiseta amplia de su maleta y se metió a la ducha. La casa estaba en silencio; parecía vacía. Mas no era así, había dos chicos durmiendo. Estuvo diez minutos como mucho pues no quería gastar mucha agua.
Cuando salió vio a Sanji cocinando. La cocina olía a huevos y chocolate caliente.
-¡Buenos días, Robin-swan!
-Buenos días. Veo que aquí nunca os faltará alimento, ¿no? -dijo divertida.
-Exacto. Soy cocinero. -sonrió y se señaló.
-¿Y Zoro?
-Aún duerme. Suele dormir mucho, ¿sabes?
-Ya. Aún no me puedo creer lo que ha pasado... Y solo es día uno.
-Así es. Día uno de enero. Creo que será un buen año.
-¿Cómo lo sabes?
-Instinto, supongo.
Desayunaron juntos hablando de cosas triviales. Clases, trabajo... Robin le dijo que estaba por terminar su segunda carrera, arqueología.
-¿Qué harás luego?
-Buscar trabajo, claro.
-No, luego. Después de desayunar.
-Ah. Pues no pensaba hacer nada. Igual ordenaba un poco mi ropa, no sé.
-Zoro y yo vamos a ir al Baratie.
-¿Hoy abrís?
-No, es una especie de... Fiesta de celebración. Cenaremos todos los amigos allí. Vente, a Luffy le gustará.
-No creo que pinte mucho allí.
-Te llevo yo, tranquila.
-Me lo pensaré -dijo Robin.
•••
Se despertó y le dolía muchísimo la cabeza. Miró en la mesita a ver si como muchas veces antes había una pastilla, pero estaba vacía.
Ahora se arrepentía. Le costaba acordarse de las cosas pero, tenía algún que otro flashback. Recordó besar a Zoro, el campo de fútbol y el fogoso beso con Sabo.
Se levantó poco a poco. El reloj marcaba las 10:37. No solía dormir mucho cuando bebía, y encima dormía mal. Salió de su habitación y le sorprendió ver a Luffy sentado en el sofá, vestido con una bonita camisa de cuadros y una pajarita, conjuntado con unos pantalones anchos y cortos. Miró sonrojado a Ace.
-¿Qué haces aquí? Y así vestido.
-Espero al abuelo. -refunfuñó.
-¿Por qué?
-Tenemos comida familiar. ¿En serio no te acuerdas? Llevamos haciendo esto tal vez veinte años.
-¿Cómo puedes decir eso si tienes dieciocho?
-Intuición. -Ace suspiró.
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Al rojo vivo [KidLaw]
RomanceKid es un hombre que sufre un accidente grave, quedando en coma por semanas. Como consecuencia, sus recuerdos hasta tres años atrás simplemente desaparecen. Law, para entonces su mejor amigo, intenta enseñarle la vida ahora con cosas que él ni siqui...