-Tenemos que hablar.
-Bien. Habla.
-Me has ignorado. Sé que no eres de relaciones, que te van más los rollos de una noche. Pero pensé que ahora habías cambiado o simplemente que no me harías daño. Tu antiguo yo nunca me habría hecho esto, él se preocupaba por mi. -le dijo con frialdad.
-¿Qué te hace pensar eso?
-Pues que te conozco. Tal vez el golpe te haya hecho hecho cambiar. Me quitaste la virginidad, pensé que durarías algo más. Ya veo que ahora solo eres un gilipollas. -a Kid se le rompió el corazón al escuchar eso. - Yo... Estuve muy bien contigo. Me sentí querido, feliz. Sentí que podía con todo y que ibas a estar ahí para siempre, ya veo que no. Lo siento si hice algo mal. Lo llevo en la sangre. -dijo cabizbajo.
-No debiste enamorarte de mi. -susurró Kid, más frío de lo que había esperado.
-No esperaba que me dijeras eso. Bueno, tienes razón. Ahora ya no va a ser como antes, supongo. -Law no podía seguir hablando, sentía un nudo en la garganta. Pero continuó con la voz quebrada. Llevaba toda la semana pensando en qué decirle. -Yo... Te necesito. Yo podría completarte, Kid. ¿por qué no me quieres? -una lágrima rebelde se escapó de sus ojos y él se apresuró a limpiarla. No veía a Kid, el agua se lo impedía. - ¿No puedo hacer que me quieras? O al menos respétame. El antiguo Eustass...
-Deja de hablar del antiguo Eustass. Él ya no está.
-Ya veo que no sirve de nada. No puedo hacerte cambiar, ni puedo hacer que me ames. -a Law ya no le importaba llorar. -Te echo de menos, Kid. Al verdadero. No a esta fachada de mierda que tienes de niño malo.
-Este es el verdadero yo, he renacido. -al pelirrojo cada vez le costaba más decir esas palabras. Le estaban rompiendo. Pero debía hacerlo, o sino él y su hermana sufrirían por su culpa. Debía continuar. -Vete, Trafalgar. No te quiero, ni lo he hecho nunca. Ni lo haré. -se quitó la pulsera que el ojeroso le había regalado por Navidad, exactamente igual a la suya, y se la dio. Este último le miraba con ojos suplicantes, esperando que todo fuera una broma. Iba a hablar, pero no podía. El tiempo no ayudaba, fuertes gotas de lluvia repiqueteaban en el suelo, dando un aire melancólico.
Aparte de eso, ningún otro sonido se escuchaba en la calle.
-Tengo prisa. -Kid pasó por su lado y se metió bajo la lluvia.
-¿¡Entonces qué era todo eso de que me amabas!? ¡Toda esa preocupación fingida! "¿Te he hecho daño?" "¿Lo he hecho bien?" "Me gustan las mujeres, pero a ti te amo"- imitó con desdén.
-Simple actuación. -musitó sin girarse. Al menos la lluvia camuflaba sus lágrimas.
-Ya veo. -Law deseaba con todas sus fuerzas que solo fuera una broma. Una broma para molestarle un poco, que terminaría en una húmeda noche con palabras pastelosas y gemidos. Esperó un "te la has comido" de parte de Kid, como solía hacer a veces. O esperaba ver a alguien salir con una cámara, gritando. Pero nada de eso ocurrió. Salió del portal. No dijo nada más, solo caminó lentamente con las manos en sus bolsillos, calándose del agua de la lluvia.
Creyó escuchar su nombre viniendo de Kid cuando estaba ya a una distancia considerable, pero no se giró. Solo entró en casa, se tumbó en la cama, y lloró con ganas. Kid era lo único que le quedaba. Era su pilar, él sostenía su vida. No tenía amigos, pero tenía a Kid. No tenía familia, pero tenía a Kid. No tenía pareja, pero tenía a Kid. Él lo era todo, no necesitaba nada más. Pero ahora... ¿Qué tenía? No tenía nada. No tenía salud, ni amigos, ni familia, ni un buen trabajo, ni ganas de nada, ni siquiera una jodida razón...
Llevaba ya una botellas de James Webb entera. A punto de coger una de vodka blanco, se levantó y se dirigió a la cocina. Acababa de caer la noche. No podía caminar bien, pues se mareaba y todo se movía. Le entraron ganas de ir al baño; fue. Y se perdió. A saber cómo, pero iba tan borracho, que no podía ver ni por dónde andaba. Entonces un griterío le alertó. Se dirigió a ls puerta, y grande fue la sorpresa al abrirla cuando se encontró a su inocente vecino, llorando mientras apretaba fuertemente su sombrero.
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Al rojo vivo [KidLaw]
RomanceKid es un hombre que sufre un accidente grave, quedando en coma por semanas. Como consecuencia, sus recuerdos hasta tres años atrás simplemente desaparecen. Law, para entonces su mejor amigo, intenta enseñarle la vida ahora con cosas que él ni siqui...