Capítulo 2: Blaine

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Blaine Anderson hijo de James y Pamela Anderson y hermano de Cooper. Desde pequeña edad sabía que le atarían los niños en vez de las niñas, aunque le costó algunos años poder resolver quién era, ahora a sus 22 años era un joven seguro y carismático.

Creció en una familia adinerada pero bastante distante, sus padres muy pocas veces se encontraban en casa y su hermano era 10 años mayor que él por lo que tampoco eran u apegados.

Desde niño era extrovertido y sociable, aunque creció en internados de varones siempre tuvo muchos amigos y amigas pertenecientes a su círculo social, pero no salió del clóset hasta los 17 años.

Al inicio sus padres no lo aceptaban pero con el tiempo aprendieron a respetarlo aunque no fuera tanto de su agrado, sus amigos y hermano lo apoyaron en todo.

A partir de eso, empezó a salir con chicos, el primero, Brandon, era un compañero de los Warblers, su club glee, sólo duraron dos meses; después de eso salió con otros ses chicos más pero con todos duró sólo un par de meses.

Actualmente estudiaba su cuarto grado de derecho en la Universidad de Nueva York, eligió esa carrera porque quería ayudar a las personas a pesar de que de niño su sueño era ser cantante, ahora sólo era un pasatiempo para él.

Sus padres tenían una cadena de hoteles que los mantenían ocupados pero ni Blaine no Cooper quisieron hacerse cargo de ellos.

Actualmente, Blaine acababa de despertarse y prepararse para ir a la universidad. Cuando se peinaba se dio cuenta que su frasco de gel para el cabello estaba vacío y ya era demasiado tarde como para ir al supermercado a comprar otro.

Se vistió lo más rápido posible, tomó su portafolios y emprendió su camino a la estación de metro sólo deteniéndose para comprar un café.

A unos metros de llegar al vagón del metro corrió lo más que pudo para alcanzarlo, divisó que ya habían varias personas esperando por lo que pronto se llenaría, así que al dar un paso más no se dio cuenta que alguien había tirado una bebida en el piso e inmediatamente perdió el equilibrio, en su intento de detenerse involuntariamente lanzó su vaso de café sin ver dónde cayó, todo fue tan rápido, lo último que escuchó antes de caer fue un grito y de repente todo estaba húmedo, con olor a café, pero no sintió el frío piso, había caído en algo más cómodo.

Intentando amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora