'Bills'

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Desde su posición, Bulma había sido testigo de todo. Todo había sido nefasto. De algún modo, se sintió completamente responsable de ello, cómo si hubiese sido quien traicionó la integridad de aquel ángel, puesto que era la única que conocía a ciencia cierta por lo que Whis había estado pasando.
Penoso fue, siendo hasta dificil encontrar una excusa para encontrarse directamente con el séptimo ángel.
—¿Señor Whis?.—Llamó, pero no hubo respuestas de su parte. Sólo una mirada desolada y vacía que reflejaba en su quietud la mismísima nada.

Aunque ya era de noche podía ser igualmente persuadido la carencia de humedad en el ambiente, siendo las gélidas ventiscas del norte lo que diesen paso a una pronta e inesperada tormenta. Minutos más tarde, el cielo se cubrió de un completo negro, y pronto las grises nubes de la noche se fundieron con el tinte de aquel empíreo, como si de algún modo esa lluvia reflejara metafóricamente un tormento; tratándose quizás del principio del mismo fin.
Las gotas de lluvia descendieron desde lo alto, y el césped rápidamente se humedeció. Los truenos y relámpagos hicieron presencia en la ambientación dando por finalizado la llegada del gran diluvio.
Fue increíble ver como ni la lluvia lo apartaba de allí, como si de algún modo hubiese previsto la llegada de la misma. Apenas sí sus ojos rotaron en dirección al cielo, siendo luego destinados hacía la figura femenina, quien buscaba obtener su atención.

—Por favor, ingresé a la casa. No quiero que se moje.—Invitó Bulma. Aprovecharía luego para disculparse. Tal vez con una taza de chocolate caliente para recompensar los infortunios de esa tarde. Sin embargo, fue demasiado tarde. Whis se negó, y tan pronto expresó su agradecimiento por la velada, partió lejos de la corporación capsula.

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Fuertes y des-virtuosos estruendos podían ser oídos desde la lejanías de aquel solar. Sonidos similares a una destrucción repleta de cólera y amargura provocados por el mismísimo Dios de la destrucción.
Tras alejarse de la velada, el hakaishin optó por partir en destino al bosque más cercano para recapacitar y meditar un poco sobre todo lo ocurrido. Sin embargo, y bien característico de su persona, la ira y la rabia se apoderaron por completo de sí, provocando que con sus pasos destrozara cada pequeña vida que se topara en su camino; Plantas, arboles y hasta el suelo habían sido afectos por esa aura destructora, malogrando un descontrol total sobre el área. ¿Un berrinche quizás?. No, sabia que era de enojarse por cosas estúpidas e insignificantes, pero a pesar de ello, nada se adjudicaba con su realidad actual.

Se mantuvo estático enfrente de un árbol, el cual visualizo por un par de minutos; en un conteo de segundos su extremidad izquierda se alzó sobre el aire para luego clavar sus garras sobre la gruesa madera del mismo ; brindó un leve arañazo a la corteza viviente para finalmente acabar por destruirla . El mismo acto repitió una , dos e inclusive seis veces con diversos arboles que se colaban sobre su camino.

Alzó su mirada al cielo tras sentir las frías gotas de rocío que eran emanadas por las negras nubes de la noche. Lentamente las lagrimas del cielo fueron cubriendo su silueta entera. Frunció el ceño tras el sonar del primer trueno ,pues el sonido que este mismo liberaba lo irritaba. Así mismo se digno en continuar con su destino sin nombre hasta que una voz serena irrumpió con su viaje.

—¿Hasta cuando seguirá con esa mala actitud ,Señor?.

Indagó con el mismo tono descrito el ángel que se hallaba a unos cuantos metros del destructor. Bills, por su lado se digno en detenerse en seco para visualizar ,desde una mejor posición, la silueta de su maestro. Estaba en silenció y con el ceño fruncido . No tenía pensado responder a sus reproches.

|C U R I O U S  L O V E | Whis x Bills  / En Corrección /Donde viven las historias. Descúbrelo ahora