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Lo primero que Jungkook notó cuando se despertó fue el olor de las cenizas del fuego a su lado, la humedad y el aroma natural de Jimin. Soltó un quejido, acurrucándose un poco más en el calor que el cuerpo contrario le brindaba, lejos del rocío de la mañana y de la fría temperatura. Su nariz rozó el cuello del rubio y sus brazos se envolvieron con más fuerza alrededor de su cintura, tirando de la suave manta que los rodeaba.

Permaneció así durante unos minutos, simplemente disfrutando de la calma y la dulzura de la madrugada. Los rayos del sol se elevaban detrás de los árboles, llegando hasta ellos y acariciando lentamente sus mejillas. El cielo estaba pintado de colores pastel, pájaros y nubes volando y flotando alrededor.

Jungkook se sentó, mientras su espalda gritaba por un colchón suave y su cuerpo temblaba por el frío. Frotó sus ojos secos e hinchados por el llanto de la noche anterior, y observó a su alrededor. El fuego se había consumido y una delgada nube de humo se deslizaba en el aire. Todos parecían estar todavía dormidos en sus tiendas de campaña. Los ronquidos de Namjoon eran más ligeros que antes, pero lo suficientemente fuertes como para ser escuchados desde fuera de la tienda. Entonces sus ojos se posaron sobre el rostro dormido de Jimin a su lado.

Su rostro parecía más regordete de lo habitual debido a que su mejilla se aplastaba contra el suelo de hierba. Sus rellenos labios formaban un puchero y su cabello rubio se hallaba completamente desordenado. Jungkook suspiró y se frotó los ojos, decidiendo volver a su tienda. No podía dejar que lo vieran junto a Jimin de esa forma, y menos sabiendo que Sunghyun y el resto dormían a tan solo unos pocos metros de distancia.

Se levantó y sacudió su arrugada ropa para deshacerse de los insectos, pedazos de madera o cualquier cosa que pudiera haberse adherido a su ropa durante la noche. Tomó la manta de Jimin y se la tiró por encima del hombro, el rubio gimió aún dormido y se acurrucó sobre sí mismo ante la pérdida de calor. Jungkook miró rápidamente la hora en su teléfono y suspiró por lo temprano que era. Podía dormir un poco más.

Recogió su gorro del suelo y lo puso en el bolsillo de su sudadera, antes de agacharse frente al rubio para poder tomarlo. Colocó los brazos de Jimin entorno a su cuello, levantándolo. La rubia cabeza se deslizó hasta descansar contra su cuello. Jungkook sostuvo con sus manos los muslos de Jimin y lo levantó, llevándolo a su tienda de campaña. Se agachó para abrir la cremallera de la tienda antes de entrar.

Taehyung dormía abrazado a Hoseok, ambos en el mismo saco de dormir. Jungkook miró los dos sacos de dormir vacíos, el que estaba junto a Seokjin y el que estaba junto a Hoseok, preguntándose cuál era el de Jimin. El rubio gimió en su cuello, haciéndole volver a la tierra. Suspiró y dejó a Jimin en el colchón vacío junto a Seokjin, acostándole con cuidado.

Jimin se acurrucó sobre sí mismo, protegiendo su cuerpo del frío mientras Jungkook lo envolvía cuidadosamente con la manta. El rubio suspiró de alegría y calidez, haciendo sonreír al castaño. Miró a Jimin por unos segundos, controlando el impulso de sus manos por acariciar su dorado cabello. Mordió sus labios, se quitó las manos de los bolsillos y retorció el gorro entre sus dedos.

Permaneció allí unos segundos más, admirando los serenos rasgos del rostro de Jimin y el rubor que florecía en sus mejillas. Mordió el interior de su mejilla, sacó el gorro del bolsillo y lo colocó sobre la cabeza de Jimin, asegurándose de que sus orejas estuvieran metidas debajo del gorro.

Estuvo a punto de besar la frente de Jimin, pero se detuvo a sí mismo y se fue de la tienda de campaña. Se sentó frente al fuego extinto donde hacía tan solo minutos se había encontrado abrazado a Jimin. Sacó su caja de cigarrillos y empezó a fumar uno. Sus pensamientos iban y venían, vagando en unos sonrientes ojos y una sonrisa brillante y cegadora.

Pink Lemonades, Tattoos and I Love You's - KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora