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Jimin sintió a Taehyung antes de verlo. Tenía los ojos puestos en su teléfono, respondiendo a uno de los mensajes de Jungkook cuando sintió como unos cálidos y familiares brazos lo rodeaban. Se sobresaltó un poco hasta que se relajó en el cómodo y familiar abrazo de su mejor amigo. Sintió como otros dos brazos se envolvían a su alrededor, enseguida notó un familiar olor y una característica risa surgir en el aire.

Jimin no podía hacer más que sonreír, mientras una cálida sensación de comodidad, familiaridad y amor llenaba su estómago. Rió alegremente, apretando a Taehyung en sus brazos y apoyando la cabeza en la curva de su cuello, el fresco olor a vainilla y café entró por su nariz. Suspiró, apretándolo un poco más fuerte antes de romper el abrazo. 

—¡Jiminie, te has bronceado! —escuchó una vez que dejó los brazos de Taehyung.

Rió, observando a las tres personas que tenía delante. Hoseok estaba a su lado con una reluciente sonrisa pintada en su rostro, sus mejillas brillantes y un poco sonrosadas y una gorra cubriendo su pelo castaño. Seokjin se hallaba junto a él, más alto que nunca, su cabello castaño caía sobre su frente y vestía la ropa más casual que Jimin le había visto llevar. El rubio extendió los brazos hacia Hoseok, chocando contra su pecho, mientras éste acariciaba su pelo. 

—Ohhh, nuestro Jiminie.

—¿Qué tal el viaje? —preguntó Jimin, ignorando a Hoseok. Seokjin se encogió de hombros. 

—Se podría decir que estuvo bien si omitimos al niño llorando y gritando durante las tres horas y el hecho de que el aire acondicionado se estropeó.

Jimin hizo una mueca y dejó el abrazo de Hoseok para volverse hacia Seokjin, y abrazarlo a él también. 

—¿Cómo estuvo Japón, hyung? —preguntó el rubio, mirando al de hombros anchos. Seokjin se encogió de hombros con una sonrisa. 

—Estuvo bien.

—Hyung ligó bastante en Japón —rió Taehyung, y Seokjin puso los ojos en blanco. Hoseok asintió, apoyando su codo sobre el hombro de Taehyung. 

—Los japoneses están muy buenos —Hoseok se encogió de hombros, y Seokjin solo pudo asentir.

—No lo sé, nunca he estado allí.

Jimin asintió y abandonó los brazos del hermano de Taehyung, mirando a sus tres amigos. 

—¿Vamos? —preguntó Taehyung con una gran sonrisa, y Jimin asintió.

Tomaron el autobús desde la estación de tren hasta el vecindario de Jimin, en el vehículo hacía tanto calor e iba tan lleno de gente que no podían hacer más que sudar. Estaba abarrotado de adolescentes —que probablemente no tenían la edad suficiente para tener un coche, y cuyos padres estarían trabajando— yendo a la playa y de gente mayor que no debería estar fuera con aquel sofocante clima. Jimin soltó un quejido apoyando la frente contra la barra metálica que tenía delante, deseando salir de allí de una vez. Sintió su teléfono vibrar en su bolsillo, probablemente sería Jungkook respondiéndole, pero decidió que no era el mejor momento más oportuno para sacar el teléfono.

—Hace tanto calor aquí que siento que estamos en otro país —Hoseok gimió, limpiándose el sudor de la frente. Seokjin estuvo de acuerdo, y Jimin sonrió suavemente. Probablemente había unos grados más que en Seúl. 

—No te preocupes, podemos ir a la playa una vez que hayamos dejado vuestro equipaje.

Hoseok se encogió de hombros. 

—Claro, ¿por qué no? ¿Pero dónde? Apuesto a que está lleno de gente en todas partes.

—Conozco un lugar tranquilo.

Pink Lemonades, Tattoos and I Love You's - KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora