17.

1.2K 118 56
                                    

Jungkook sintió su cuerpo tensarse y ponerse rígido mientras Jimin giraba la cabeza para ver quién se dirigía hacia ellos. Jungkook podía sentir como sus manos se apretaban en dolorosos puños y sus uñas se clavaban en su piel mientras mantenía los ojos fijos hacia el frente, sobre las olas rodando y estrellándose. No podía mirar. Su cuerpo estaba petrificado, no le respondía y lo único que lo mantenía a salvo en esos momentos era el cuerpo cálido de Jimin presionado contra su pecho. El rubio se sentó, con los dedos aún envueltos alrededor del cuello de la botella de cerveza y su cabeza al lado de la de Jungkook, con las mejillas apoyadas una contra la otra. Una de sus manos dejó la botella para acomodarse contra los muslos del castaño con el fin de masajear la piel cubierta de su pierna en un intento por ayudarlo a calmarse.

—¡Namjoon, Yoongi! ¿Qué estáis haciendo aquí? —preguntó Jimin con una pequeña sonrisa, mirando a los dos chicos. Namjoon se movió torpemente sobre sus dos pies, dándole a Jimin una pequeña sonrisa. 

—Fuimos a comprarle hierba a Jackson —Namjoon sintió la pregunta de "¿y tú?" haciéndole cosquillas en la punta de la lengua, amenazando con salir y deslizarse de sus labios.

Jungkook parecía dolorosamente incómodo. Su figura estaba acurrucada contra la de Jimin, con la espalda arqueada y moldeada alrededor de la más pequeña. Su cara permanecía escondida en el cuello del rubio y sus brazos estaban fuertemente envueltos alrededor de su estómago.

No sabía por qué tenía miedo. Después de todo, en la fiesta de Namjoon, los dos habían estado muy unidos, y si Jungkook recordaba correctamente detrás de las nubes nebulosas de recuerdos, incluso se besaron. Así que no sabía por qué estaba tan asustado. Podría haber sido su madre. Podría haber sido Sunghyun o alguien más. Pero Namjoon se había besado con Seokjin en la fiesta y Yoongi había acariciado la piel del cuello de Hoseok.

Inhaló profundamente el aroma cítrico de Jimin, la calidez y el olor acogedor se mezclaron con la sal y la arena. Trató de ignorar el miedo burbujeando en su estómago. Tragó con dificultad el bulto en su garganta, la sequedad de la misma hizo más dura la deglución. 

—Podéis sentaros con nosotros, tenemos cerveza y algunos snacks —dijo Jungkook.

Un silencio cayó y Jungkook pudo sentir el pánico y la ansiedad invadiéndolo. No sabía por qué había dicho eso, por qué aquellas palabras habían salido de su boca. Tímidamente miró a los dos chicos. La luna brillaba sobre sus cabezas, creando un halo de luz. La mano de Jimin dejó su muslo para envolverse alrededor de sus manos frente a su estómago, de forma cálida y delicada. Yoongi se removió, mirando a Namjoon antes de ver a los dos chicos acurrucados en la arena. 

—No queremos interrumpir vuestra cita ni nada... —dijo el peliplateado hasta que su voz se fue apagando.

—No estamos... —empezó Jimin en un momento de pánico, cuando la voz de Jungkook cubrió la suya, la ansiedad se elevaba en su garganta y las palabras salían desordenadamente. 

—No es una ci-

—Bueno, parecéis muy cercanos —opinó Namjoon, su pelo morado se veía más claro por la noche probablemente gracias a la luna llena sobre su cabeza. Eso pareció callar a los dos muchachos, Jimin sintió un rubor floreciendo en sus mejillas, mientras Jungkook masticaba nerviosamente su labio inferior.

Jimin abrió la boca tras unos segundos de pesado silencio, mirando a Jungkook. Sus ojos se encontraron y tan pronto como Jimin pareció obtener la respuesta que estaba buscando, se volvió hacia los dos chicos que tenía enfrente, con una tranquila sonrisa en su rostro. Jungkook no podía apartar sus ojos del perfil de Jimin. Parecía un ángel. Su piel brillaba suavemente bajo los blanquecinos rayos de la luna y sus mejillas se hallaban coloreadas por un delicado tono rosado. Sus oscuros ojos brillaban, las estrellas danzaban en ellos, y Jungkook se sentía hechizado. 

Pink Lemonades, Tattoos and I Love You's - KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora