Pink Lemonades, Tattoos and I Love You's - KookMin

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Jimin suspiró, mirando a Tae gimiendo desde su silla. El castaño todavía tenía resaca, a pesar de todo lo que había hecho para deshacerse de su estado. Seokjin suspiró en la cama, abrazando la almohada cerca de su pecho.

—La próxima vez no fumarás, niño, la hierba tiene graves efectos en ti.

Hoseok estuvo de acuerdo desde detrás de Jimin, con un mechón de pelo rubio en la palma de su mano, aplicando una mezcla de tinte en el cabello de Jimin. Hoseok fue quien había teñido el pelo de Jimin de castaño a rubio. Así que, el menor había confiado en él para teñir las raíces que ya se comenzaban a notar en su cabello. Taehyung también había querido teñirse el pelo, pasando de un color marrón a un rojo intenso.

El castaño, que estaba sentado en la silla, soltó un audible quejido, mientras su pelo era decolorado. 

—¿Qué pasó con Jungkook? —preguntó Seokjin desde la cama. Jimin frunció el ceño, mirando al mayor. 

—¿Qué quieres decir?

—¿Estáis juntos?

—No, sólo somos amigos —dijo Jimin con una pequeña sonrisa, y Hoseok rió detrás de él. 

—Parecías muy cercano a ese tal Namjoon anoche, hyung —comentó Hoseok.

Seokjin frunció profundamente el ceño, mirando al más joven y evitando la sonrisa que Jimin le enviaba. 

—Estaba borracho, niños, y siempre es agradable conocer a gente interesante.

—Entonces, ¿admites que es interesante? —sonrió Jimin.

—Cállate.

Hoseok suspiró junto a Jimin, limpiándose el sudor de su frente con la parte posterior de la muñeca. El sol era ardiente y pesado sobre sus cabezas y caminar no lo mejoraba en absoluto. Su grupo de amigos estaba delante de ellos, Sunghyun liderando con alegres gritos y el resto siguiéndoles y gimiendo de cansancio.

Se hallaban caminando por el bosque, listos para ir a acampar. Algunos de ellos llevaban las tiendas de campaña, ya que todos debían llevar sus edredones, la comida y los demás suministros que necesitarían para su viaje de acampada. Habían estado caminando durante la última hora y, aunque Sunghyun estaba seguro y afirmaba estar en el camino correcto, Jimin estaba perdiendo la esperanza y casi se había bebido la mitad de su botella de agua. 

—¿Al menos estamos cerca? —preguntó Seoyeon con voz cansada.

—No te preocupes, nena, estoy seguro de que sí.

—Llevas diciendo eso desde hace una hora, estoy seguro de que estamos perdidos.

—¡Cállate, no lo estamos!

Finalmente, el grupo llegó a lo que parecía un claro, ancho, verde y soleado. Jimin suspiró y se dejó caer al suelo, con la hierba rozando la piel desnuda de sus piernas. Taehyung suspiró junto a él, sentándose en el suelo mientras todos aplaudían felices por haber llegado a su destino. Sunghyun comenzó a dar órdenes a todos, instalando las tiendas, las mesas y todo lo que necesitarían.

—¿Cómo nos organizaremos para dormir? —preguntó Seoyeon, volviéndose hacia su novio con las manos en las caderas. 

—¿Qué quieres decir?

—Bueno, tenemos tres tiendas de campaña y somos doce.

—Cuatro de nosotros en cada tienda —dijo Sunghyun, limpiándose la frente.