CAPITULO 3

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Como era usual siempre que venia de visita Leah me ofreció la mitad de su cama razón por la cual ahora me encontraba tratando de conciliar el sueño con ella a mi lado, la sentí removerse junto a mi y supe que estaba despierta en cuanto la vi alzar los brazos frente a ella.

- ¿No puedes dormir? - pregunte con interés y ella suspiro al notar que yo también estaba despierta. - ¿en que piensas? - pregunte acomodándome mas cerca de ella.

- ¿como es que no conoces a Sam? - pregunto luego de unos segundos.

- No lo se... - respondí meditando aquello también. - supongo que nunca coincidimos, ademas siempre que vengo me quedo tan solo un par de días... ademas tu nos visitabas mas cuando vivíamos en la reserva Makah.

- es cierto - concordó. - quisiera conocer tu opinión sobre el.

- eso no debería importarte. - le dije cerrando los ojos. - la opinión de nadie es importante. ¿estas dudando? - pregunte, girando mi cuerpo para mirarla.

- no precisamente, solo no puedo evitar pensar en ciertas... cosas.

- ¿que cosas?

- Sam y yo nos conocimos en el instituto y estamos juntos desde entonces. - pensé en aquello, Leah se había graduado hace un año y tal vez habían empezado su relación en los últimos tres o dos años de instituto, ese era suficiente tiempo juntos, comprendía el miedo que sentía al perder eso. - siempre ha sido muy leal ¿sabes? tenia entendido que Sam odiaba el engaño y abandono.

- ¿porque? - pregunte con interés.

- su padre los abandono a el y a su madre cuando era muy joven, desde entonces Sam ha sido como el hombre de la casa... es muy responsable. - dijo con detenimiento.

- Esa debería ser una razón para no preocuparte, Leah. como dices, el ha experimentado el dolor del abandono y la traición no hay forma de que te haga algo así, Le... no te preocupes. Lo mejor que puedes hacer es dejar la inseguridad y el dolor, recuperate y recupera el tiempo con Sam.

- Tienes razón. - dijo con un tono de voz menos inseguro. - le diré que venga mañana, quiero que lo conozcas. - dijo ahora con un tinte de emoción que me hizo sonreír.

[...]

SAM'S POV

Había pasado toda la noche rondando el bosque justo como se me había ordenado, mi madre me había mirado de mal modo al verme llegar que supuse que me esperaba un bien regaño pues últimamente regañarme era lo que mas hacia, suspire hondo al verla esperarme con el desayuno y me dispuse a escucharla mientras llenaba mi estomago, sin embargo la puerta sonó antes de que Allison Uley empezara. Se puso en pie aun con la vista puesta en mi y la escuche saludar emotivamente a Leah, mi novia, el par de mujeres caminaron en medio de un parloteo hasta la cocina y Leah se detuvo en seco al verme y yo era consiente el porque, mi apariencia había cambiado abismalmente en la ultima semana. Habia crecido unos cuantos centímetros, mis músculos habían crecido también e inevitablemente había dejado de usar tanta ropa. Ahora usaba pantalones recortados, y ahora mismo no llevaba camiseta puesta, por recomendación del consejo era mejor, pues la transformación podía terminar por acabar con todas mis prendas de vestir, Leah trago para luego fingir que nada era diferente.

- Bueno días, amor. - dijo con un tono meloso, caminando hasta a mi. Me dio un beso que no tarde en corresponder. Se aparto para sentarse junto a mi y me percate de que mi madre se había retirado de la cocina.

- ¿como estas? - pregunte con interés, debía comportarme mejor que nunca Leah había pasado malos días por mi culpa, era consiente de eso y estaba dispuesto a compensarla.

Sunshine |Sam Uley| |Libro 9| de la serie 'IMPRONTAS'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora