Sam's pov
Mis patas cedían con cada paso que daba, cada minuto me hacía más pesado, casi imposible de seguir caminando, cai un par de veces y sin poder soportarlo más cai dormido, en lo profundo, como si cayera en un hoyo negro e interminable; escuche mi nombre en un murmullo – Sam – la escuche una vez y luego otra, y otra, y otra. Y yo corría en círculos dentro del agujero negro, buscando una salida, tratando de encontrar la dueña de la voz, era su voz, la voz de Emily.
– ¡Sam! – mi lobo se levantó alerta, gruñi, Harry Clearwater y Quil Ateara III saltaron hacia atrás ante mi reacción, me tranquilice al notar que eran ellos. – ¿Que crees que haces? ¿A dónde crees que vas? – me pregunto el viejo Harry. Su voz sonaba lejana y mis párpados pesaban.– estás temblando, Sam. – me dijo Quil. – regresa con nosotros ¿Puedes hacer eso?
– no creo que este lo suficientemente bien para moverse de regreso. – le dijo Harry por lo bajo.
– más le vale que lo esté, porque empeorará. – le dijo Quil con cansancio. – empeorará a Emily también. – mis enorme ojos, soñolientos se abrieron como platos al escuchar el nombre de mi impronta, el par de hombres lo notaron.
– Sam, debes hacer un esfuerzo. – me dijo Harry. – ustedes no pueden separarse, ya te lo había dicho. Si tú te debilitas Emily también lo hace. – sus palabras me provocaron pánico, estaba haciendo todo al revés, para variar. – ¿Crees que puedas caminar de nuevo a la reserva?
– debe hacerlo. – le interrumpió el anciano Quil. – ¿Quién va a llevarlo si no? De por sí ya me duele la espalda de todo lo que hemos caminado en el bosque. – se quejó.
El camino de regreso fue largo, pues mi cansancio no me dejaba correr, también estaba lo suficientemente cansado para regresar a mi forma humana y mis patas cedían y yo caía estruendosamente al suelo a cada rato, caía y me levantaba, respiraba con dificultad y continuaba, me había hecho algo terrible y le había hecho algo terrible a Emily. Últimamente solo pensaba que no podía hacer nada bien.
Emily's pov.
El pequeño reloj en mi muñeca marcaba las 7:00 p.m, hace pocas horas había llegado a la solitaria cabaña luego de que me hubieran dado salida del hospital. Mary ya había regresado a Florida y Mamá se encontraba en el interior de la cabaña haciendo una comida que yo ya había dicho que no quería comer, mire la luna desde el rechinante porche, suspiré. Pensé en Sam y mi corazón dolió al hacerlo, una lágrima dibujo un camino por mi mejilla hacia mi mentón y repentinamente el aire me pareció más gélido, me sentía cansada. Lo que era extraño, estaba fatigada y era como si me presionaran el pecho con algo.
Me toque el rostro, deslice el dedo por el camino que trazaban las suturas sobre este, yo podía vivir con esto pero no podía vivir sin Sam. Quise llorar.
– ¡Emily! – tía Sue llegó corriendo por la polvorienta calle, se dobló al llegar frente a mí mientras respiraba profundo luchando por recuperar el aliento; me puse en pié y caminé rápidamente hasta ella.
– ¡¿Que sucedió!? – pregunté con miedo ante su repentino aparecimiento.
– Sam, es Sam. – una corriente eléctrica me recorrio, todo me dolió. Juro que me dolió hasta el alma.
– ¡Dime! ¿Dónde está? ¡¿Que le pasó?! – pregunté entre sollozos, no tenía idea de en qué momento había empezado a sollozar. Mi tía se enderezó aún respirando con agitación.
– Harry y Quil lo encontraron. – comenzó. – pero venía muy mal, Em. Cayó al borde del bosque. Debes ir.
– ¡¿En qué lado del bosque?! – pregunte, dispuesta a empezar a correr.
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Sunshine |Sam Uley| |Libro 9| de la serie 'IMPRONTAS'
FanfictionEmily Young se dirige a la reserva Quileute a una sencilla visita familiar sin imaginarse que su alma esta ligada a Sam Uley, el prometido de su prima, Emily llena de pureza tratara a toda costa de impedir este triangulo amoroso tan doloroso, sin em...