CAPITULO 8

1.7K 152 42
                                    

Los ojos de Sam se mantenían sobre los míos mientras yo me sentía incapaz de mantenerle la mirada, el sonido de la silla sobre la que se encontraba mi hermana llamo mi atención, girándome para captar el momento exacto en que mi hermana se ponía en pie con su mirada imponente y sobreprotectora; cuando mis ojos se arrastraron de nuevo hasta Sam me percate de que este se encontraba mirándola también.

Mary, con toda la elegancia en sus movimientos se acerco hasta el muchacho que se veía enorme al lado de nosotras. Repito, intimidante; sin embargo Mary mantenía su mirada alta y orgullosa.

– ¿puedo saber porque te interesa hablar con mi hermana? – le pregunto, Sam abrió sus ojos con sorpresa.

– ammmm. – dijo el, inmerso en la confusión, yo ardía en vergüenza. Mary era peor que mi madre. – mucho gusto. – musito, ofreciéndole la mano a mi hermana. – mi nombre es Sam. – Mary miro su mano con desconfianza durante unos segundos que para mi resultaban eternos, al final de los cuales ella termino estrechándola.

– así que eres el famoso Sam. – le dijo, soltando su mano al final. – ¿como porque tienes que hablar con mi hermana? – interrogo, mirándome. – ¿no es suficiente con los problemas que le has traído hasta ahora? – mire a mi alrededor, ardiendo en vergüenza con la esperanza de que nadie estuviera prestándonos atención.  

– Mary... por favor. – suplique en un susurro.

– No, ¡que me diga! – dijo, soltándose del agarre que yo acababa de poner sobre su brazo. – ¿que es lo que quiere de ti? – mis ojos se abrieron como platos, para luego mirar a Sam con vergüenza.

– te aseguro que no tengo ninguna mala intención. – se defendió Sam; rodé los ojos ¿como era posible que estuviera accediendo a tener esta conversación con Mary? 

– ¿ah, no? ¿entonces para que la buscas?

– creo que no tengo porque darte explicaciones. – le respondió. – pero definitivamente estas errada en lo que insinúas.

– Mira, muchachito...

– ¡bueno ya! – exclame, irritada ante la situación que se estaba presentando. – ¿no se dan cuenta que están llamando la atención? – murmure por lo bajo con evidente molestia. – dejen el espectáculo que están haciendo, ahora muévanse, que por si no lo han notado estoy trabajando. – dije, tratando de pasar entre ellos, Sam capturo mi muñeca y me atrajo hacia el evitando que yo continuara con mi camino; mi respiración se corto al notar la poca distancia entre nosotros.

– necesito hablar contigo... – Dijo el en cuanto capturo mi atención. Mire a Mary, ella negó de nuevo en advertencia. – por favor, es importante. –   insistió en cuanto noto que yo dudaba. Bajo su mirada me sentí incapaz de decirle que no. 

– ahora no puedo. – suspire. – estoy trabajando.

– puedo esperar.

– aun me quedan una hora de labor.

–  no importa, acá voy a estar.  – insistió, mire a Mary que negaba con desaprobación en mi dirección.

– bien. – dije al final, soltándome de su agarre para regresar al trabajo. – ahora déjenme trabajar.

– ¿que tal si te acompaño mientras comes? – lo escuche proponerle a Mary mientras yo me alejaba del lugar, esta resoplo al instante.

– ni Dios quiera. – la escuche decirle con sorna. – que horror que me relacionen contigo. – dijo, seguido de ello el sonido de sus tacones resonaron en el suelo de madera, sonreí al escucharla mientras yo entraba en la cocina.

Sunshine |Sam Uley| |Libro 9| de la serie 'IMPRONTAS'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora