Emily Young se dirige a la reserva Quileute a una sencilla visita familiar sin imaginarse que su alma esta ligada a Sam Uley, el prometido de su prima, Emily llena de pureza tratara a toda costa de impedir este triangulo amoroso tan doloroso, sin em...
Dormir resultaba imposible, a la mitad de la noche todo se trataba de Sam temblando a mi lado, claro que con cada hora el temblor se hacia mas leve, yo lo miraba desde mi lugar junto a el, sentada con las piernas abrazadas a mi cuerpo. Revisando sus rasgos bajo la tenue luz amarillenta que emitía un viejo foco en el techo de la cabaña, Sam sonreía levemente de forma repentina, luego su rostro se volvía a hacer inexpresivo, me pregunte que veía o que soñaba que lo hiciera sonreír de tal manera. La fiebre había bajado, eso me había dado aliento.
a las cuatro de la mañana todo lo que habían eran sonidos nocturnos cuando Sam abrió los ojos, me miro, a diferencia de la primera vez que se había despertado en el patio trasero de Billy Black ahora no lucia desorientado, le sonreí.
- ¿como estas? - le pregunte con suavidad, Sam intento incorporarse en la cama. - ¡no! - le dije, colocando las manos sobre su pecho. - quédate cómo estás, debes descansar.
- claro. - dijo en un murmullo, note que se le dificultaba hablar.
- ¿quieres agua? - pregunte, Sam asintió y me arrastre hasta el borde de la cama. La mano de Sam alcanzo mi muñeca, me gire, Sam me miraba con suplica.
- ¿a donde vas? - pregunto con temor.
- solo iré por agua. - le dije con seguridad. - estaré acá en menos de un minuto, no te preocupes, Sam. - su mano me soltó con cuidado, le dirigí una sonrisa cariñosa para luego salir de la cama e ir a la cocina en busca de un vaso de agua. Al regresar lo encontré sentado con su espalda reposada sobre el espaldar de la cama, evidentemente no hizo caso a cuando le pedí que no se incorporara- - ¿alguna vez escuchas? - le pregunte con tono de broma llegando a su lado para pasarle el agua, tomo el vaso que yo le ofrecía y bebió mientras me miraba con detenimiento. - ¿mejor? - pregunte, cuando retiraba el vaso de sus labios.
Sam no respondió, se inclino mas cerca de mi y tomo mi barbilla, sus ojos se detuvieron en la parte derecha de mi rostro su dedo rozo las suturas en mi menton y una expresión de dolor se hizo presente en mi rostro.
- lo siento. – dijo con su voz ronca.
- no, solo... no toques las suturas. - dije en un murmullo suplicante.
- entiendo. - dijo, su voz ahora sonaba como una tonada triste. - siento haberte hecho esto. - agacho su rostro, pude ver como una lagrima caía por su mejilla, eleve mis manos y tome su rostro entre estas, lo obligue a mirarme a los ojos.
- yo lamento haber sido cruel, haberte hecho esto...
- tu solo tenias miedo. - dijo en un murmullo.
- mi estúpido miedo estuvo a punto de matarte... de matarnos, a ambos. - dije, mirándolo con un cariño que ya me era imposible de esconder.
- Emily, fui un animal, yo...
- ¿podemos simplemente dejarlo pasar? - le pregunte, acariciando su rostro. Sam me miro como si no estuviera muy convencido de aquello, me incline y junte sus labios, pude sentir como su cuerpo se tensaba con sorpresa pero mi beso no tardo en ser correspondido, Sam me lo devolvió con delicadeza mientras acariciaba mis brazos desnudos con un cariño palpable.
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