El arroz me parecía pastoso y desagradable, ademas de salado; me parecía que el pollo al horno lucia levemente quemado, terrible y el jugo estaba extremadamente simple, dude en si echarle mas azúcar era lo adecuado pues estaba segura de que le había echado la medida de toda la vida; no había forma de que estuviera tan asqueroso. Golpee el borde del lavaplatos con irritación.
– ¿que sucede? – pregunto, Sam. Llegando a la cocina terminando de acomodarse una camisa blanca que yo le había preparado para la cena, con el estrés que traía encima hasta el me parecía desaliñado con eso. Me acerque para acomodarle los botones de las mangas. – ¿que tienes? – me pregunto con un tono de suplica, suspire con pesadez, todo había pasado tan rápido; Sam me había convencido de mudarnos hoy mismo cuando tan solo me había dado la noticia de la casa en la mañana, de todas maneras no era que yo tuviera muchas cosas y la casa ya estaba amueblada, de cierto modo eso era fácil; lo difícil era preparar una cena relámpago para su madre, no se de donde saco Sam que el hecho de que todo sucediera tan repentinamente seria buena idea. – todo saldrá bien ¿ok? – comento. Al notar que no pretendía hablar.
– ¡ven! ¡mira! – exclame irritada mientras lo jalaba al fondo de la cocina. – ¿te parece que esto es decente? – pregunte, señalando los platillos sobre la barra. Sam los examino.
– huelen delicioso. – anuncio. – y lucen perfectos. ¿que te sucede?
– que todo me sale mal. – solté con cansancio.
– son solo los nervios, vida mía. – comento, tomándome por los hombros. – pero créeme, todo es perfecto y tu te ves hermosa. – dijo, tomándome de la mano y guiándome a dar una vuelta para el, llevaba un vestido floreado, no era la gran cosa pero tampoco era para ir a trabajar; en pocas palabras había estado entre mi ropa hasta ahora que por fin parecía una ocasión en la que lo podía usar, un par de golpes provenientes de la puerta de entrada llamo nuestra atención. – ya esta acá. – dijo Sam con una sonrisa, se alejo para dirigirse a la puerta mientras yo sentía que me desmayaría.
[...]
La mujer lucia menor que mi madre, tan solo por un par de años; era mucho mas baja que su hijo claro que para ser sincera casi cualquiera al lado de Sam era mucho mas bajo, me había saludado amable, incluso se había inclinado para abrazarme y dejar un beso en mi mejilla; yo no tenia mucha idea sobre que decir, intentaba elegir a la perfección mis palabras.
– este pollo esta delicioso. – comento, le sonreí. – así que... – esta vez miro a su hijo. – ¿ esta es la casa? – pregunto, Sam asintió feliz, podía apostar en lo que estaba pensando, podía apostar que cualquiera pensaría lo mismo al enterarse que Sam Uley había comprado una casa, eran los ahorros de un matrimonio planeado por años, estaba segura de que cada moneda que había terminado en esta casa en su debido momento había sido ahorrada mientras en la mente de Sam cruzaba el pensamiento de cumplirle su promesa a Leah, Allison Uley de seguro pensaba en eso también mientras paseaba su mirada por la estancia. – es muy bonita. – comento al final. – siempre había querido conocerla por dentro. – dijo, me pregunte si esa era una curiosidad común entre las señoras tenia la impresión de que ellas siempre quieren saber como se ve una casa por dentro. – Emily, querida. – dijo, llamando mi atención, la mire atenta. – lamento mucho ese accidente con el oso. – parecía un comentario sincero. – te habría visitado si cierta persona. – dijo, juzgando a su hijo con la mirada. – me hubiera hablado de ti desde antes. – Sam pareció apenado por la reprimenda de su madre.
– si, bueno. Creo que no era un gran secreto, todos en la reserva lo comentan...
– yo prefiero no confiar en lo que dicen los chismosos de cuadra que hay acá. – me dijo. – sabia que ya no estaba con Leah y había escuchado los rumores entre ustedes, pero me senté a esperar que el grandullón este se dignara a decirme las cosas por el mismo.
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Sunshine |Sam Uley| |Libro 9| de la serie 'IMPRONTAS'
FanfictionEmily Young se dirige a la reserva Quileute a una sencilla visita familiar sin imaginarse que su alma esta ligada a Sam Uley, el prometido de su prima, Emily llena de pureza tratara a toda costa de impedir este triangulo amoroso tan doloroso, sin em...