CAPITULO 4

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SAM'S POV

Eran tal vez las cinco de la tarde cuando alguien toco a la puerta, me encontraba solo en casa recostado en mi cama y aunque mi cuerpo dolía de cansancio pues había pasado toda la noche en el bosque y los acontecimientos del día me habían impedido descansar, yo continuaba sin lograr dormir, lo único que pasaba por mi mente era la búsqueda de soluciones; mi intensión para nada era lastimar a Leah pero también era cierto que aunque lo evitara con todas mis fuerzas a mi mente solo llegaba Emily, su rostro, su aroma, el calor que me transmitió al rodear su cintura. Era jodidamente egoísta dejarme llevar de tales pensamientos y me odiaba por eso. 

La persona al otro lado de la puerta golpeo de nuevo, me baje de la cama con resignación y camine hacia la puerta mientras arrastraba los pies sobre la madera, a medida que me acercaba mis sentidos de lobo reconocieron el aroma de Harry Clearwater, temí verlo pues últimamente yo solo le traía dolor a su hija, abrí la puerta y para mi sorpresa no distinguí reproche alguno en su mirada, en su lugar había comprensión y su apoyo fue mas evidente cuando se dispuso entrar en la casa y al pasar junto a mi poso su mano sobre mi hombro con un leve toque a modo de saludo. Lo seguí hasta la sala en donde se acomodo, me senté junto a el en el viejo sofá alargado.       

– Estoy acá porque Billy me contó lo sucedido. –  dijo al final. 

– Lo siento mucho, Harry. Yo...

– No debes disculparte por algo que no es tu culpa, Sam. – me dijo con un tono paternal que logro mover mi corazón. – yo conozco las leyendas mejor que tu.

– ¿Pasaste por esto también? – pregunte con interés, el negó levemente viéndome con una expresión de lastima.

– Todo lo que Quil, Billy y yo sabemos lo aprendimos de nuestros padres. La transformación se da por la fiebre provocada por la presencia de vampiros. En nuestra generación no hubo tal presencia por lo cual la transformación nunca nos sucedió... Aparentemente los Cullen son inofensivos, sin embargo su presencia detono tus genes de lobo. – explico.

– ¿no puedo hacer nada entonces? – pregunte.

– Estos deseos son algo que supera tu parte humana, Sam... como la leyenda lo dice, son las decisiones de los ancestros. Son uniones forjadas con el mayor poder, un poder contra el que no puedes luchar.

– Pero Leah...

– Morirías lentamente si te quedas con Leah, Sam. Ella no es tu verdadero amor... Si no aceptas esto no solo pones en peligro tu vida, también la de Emily. – Mi corazón dolió al pensar que Emily podría sufrir por mi culpa. – Leah es mi hija y la amo, pero ante esto, casarte con ella no le hace bien a nadie, ni siquiera a ella, tendría que vivir con el engaño de que la amas cuando eso ya no es así. 

– ¿Entonces Billy tenia razón? – pregunte, escondiendo el rostro entre mis manos con desesperación. 

– Se que suena cruel, pero terminar con ella es lo mas justo para todos.

Luego de determinar aquello Harry se puso en pie y se fue a su casa, era evidente que ya no había nada mas que decir. No tenia opción y yo mas que nadie lo sabia pues el solo pensamiento de no volver a ver a Emily en mi vida comenzaba a quemarme como acero recién salido el fuego, debía ser claro con Leah, aunque eso la destrozara.

[...]

La tenue luz de la luna iluminaba el rostro confuso que Leah me dedicaba, esperaba que le explicara la razón por la cual no había accedido a entrar en su casa y en su lugar ahora estaba pretendiendo tener una conversación con ella en el porche de su casa. Luego de unos segundos en silencio Leah se abalanzo para abrazarme, le correspondí.

Sunshine |Sam Uley| |Libro 9| de la serie 'IMPRONTAS'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora