Capitulo dieciocho: Together... again

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A la mañana siguiente, Betty se despertó y vio a dos chicos en su tráiler , sentados en sofá.

—¿hace cuanto que estan?— preguntó.

—hace unos dies minutos—dijo Fangs mirando el reloj— te esperamos para llevarte a clases.

Betty levantó la ceja— puedo ir yo sola

—lo sabemos, pero no queremos que te canses por el bebé

Betty rió— estoy embarazada, no paralítica .

—llevas la situación con bastante calma para ser una adolecente embarazada.

Betty se encogió de hombros— creo que es porque aún no lo creo que hay alguien dentro mío .

— y esta ves no es el pene de tu mae— Sweet pea lo golpeó, interrumpiendolo: — ¿acaso sos estúpido ?

—tratame bien porque sino pido nuestro divorcio.

Betty soltó una carcajada— esta bien. — Aseguró— son tan solo unos dos días  y seré legal.

Ambos se miraron y sonrieron— ¿y que quieres para tu cumpleaños?— preguntó Sweet pea.

—¡haremos una fiesta!

Betty negó— nada, pienso quedarme aquí en mi tráiler  sin hacer nada. Es lo único que quiero. No fiestas, no personas, no alchol.

Ambos se miraron y asiniteron— esta bien, si es lo que quieres.

—¿y podemos pasar aunque sea tan solo un rato?

Betty asinitó— claro

Luego de eso, los tres se fueron en el auto de Fangs y cuando llegaron, vieron un grupo de personas, y no especificamente del sur.

—¿los del norte?— preguntó Sweet pea.

— nos trasladaron— habló Cheryl — bueno, a ellos. Yo vuelvo a mi hogar— sonrió para caminar hacia adentro.

Betty miró a Sweet pea y Fangs—si los estudiantes estan aquí...

—los maestros también — habló Fangs y miró a su amiga.

Esta suspiró y se llevó ambas manos a la cara— no puede ser— soltó.

—lo siento, Betty— dijo Sweet pea abrazandola.

Betty se separó— está bien, está mas que claro que no puedo escapar del destino, ni tampoco del pasado.— cerró sus ojos y caminó hasta su clase.

Observó que Verónica  estaba ahí, hablando animadamente con Archie. Se fue a sentar en su lugar asignado pero vio que habia alguien sentado.—Mantle, es mi lugar— habló cruzandose de brazos.

— estoy yo sentado.

—te he dicho que es mi lugar, no te he preguntado nada. O te corres o te saco del lugar.

—mira serpiente, no te tengo en nada miedo— dijo levantandose— y si tu deseas acostarte conmigo te puedo ase— este dejó de hablar y soltó un grito de dolor.

Betty le había  dado un rodillazo en sus testículos

—he dicho que era mi lugar— dijo sentandose donde estaba Reggie anteriormente.

— Perra

—oh si, lo que quieras— dijo rodeando sus ojos.

—dejalá Mantle, tal vez te muerda— habló una de mechas rosas.

Betty giró su cabeza— ¿y porque no lo haces tú?

Jughead el cual había estado escuchando todo entró al salón— Buenos días .

— hoy hay química — habló Betty de mala gana.

Jughead la miró— señorita Cooper, se ha adelantado antes de que yo hablara.

—lo he hecho,¿piensas seguir mandandome a detención?— preguntó haciendo una bola con su goma de mascar.

—¿puedo ir a tirar el chicle?—Betty asintió pero no se movió de su lugar— Ve a tirar el chicle.

Betty rió irónica — usted me pregunto si podia tirar el chiclo, claro que lo puedo hacer, simplemente que no quiero hacerlo.

Jughead fue a contestar pero dos personas pasaron por la puerta—buen dia, nuevo profesor— dijo Sweet pea pasando sin mas.

—han llegado tarde— dijo mirándolos .

 Los dos se sentaron cerca de Betty— así es, no cualquiera tiene la oportunidad de convivir con los del norte— dijo Fangs divertido.

Betty soltó una carcajada al saber de lo que sus amigos hablaban, y probablemente, se iban a meter en problemas.

— pues, de todos modos, no deberían  entrar.

—pero lo hicimos— dijo Sweet pea— ¿se ha presentado ya?

Jughead negó, sin poder creer los pocos modales que estaban teniendo.—Soy su maestro de Ingles, Jones.

—¿te llamas Jones o ese es tu apellido?— preguntó Fangs.

Jughead lo miró— es mi apellido. Me gustarían que se presenten entre ustedes, los del sur y norte no se conocen.

La clase comenzó a decir su nombre—Elizabeth Cooper, pero...ya lo conoces, ¿verdad, señor Jones?

Jughead la miró— claro señorita Cooper, y tanto que como es rutina, cuando el timbre toque, usted no va a salir del salón.

La clase pasó y el timbre tocó, las personas salieron de ahí menos Betty, quién  no se movió de su lugar. Sweet pea se levantó y se acerco a Betty—cualquier cosa me avisas.

Betty rodeó sus ojos con una sonrisa— lo haré, solo lo molestaré.

— eres mala, Betty Cooper

—Señor Pea, ¿puedes retirarte?—preguntó Jughead, esté le dio un beso en la frente a Betty y esta le dio una sonrisa tierna para que este salga. La puerta quedó cerrada para que nadie viera ni escuchara nada.

—así que... ¿para que me quieres aquí?— preguntó dejando sus piernas sobre la mesa, dejando ver gran parte de sus muslos dado que andaba con una pollera. Eso dejaba mucho a la imaginación de Jughead.

Este se acercó y se sentó en el banco frente a ella, quedando de frente.— ¿porque tienes que ser tan insegura?

Betty bajó las piernas ante el comentario de él  y colocó su cara a sentimetros de él— ¿cual de los dos es inseguro de verdad?— preguntó. Jughead la miró a los ojos y esta sonrió— te amo, pero sabes muy bien que nunca pierdo. En estos juegos, siempre gano yo. Yo soy la que manda— esta le tocó la corbata y tiró  de ella— tú, eres el sumiso— dijo levantandose de la mesa pero Jughead le cortó el paso, haciendo que ambos cuerpos quedaran muy juntos.

— eso no es cierto— habló— no es un maldito juego

— creí que para ti, si era— dijo— me trataste como cual.— esta se acercó a su oído — pero debes saber que yo nunca pierdo, señor Jones— le murmuró al oído . Sonrió al notar que Jughead se tensó— ahora, estoy muy ocupada y creo que tu tienes que encargarte de algo— habló tocandole el hombro con una sonrisa victoriosa. Esta fue a seguir caminando pero Jughead le tomó de la muñeca. Betty se sorprendió cuando vio su mirada oscura, sin ese brillo.

— esta noche, en mi departamento. Te haré saber que de verdad no mandas tu en este juego.

Betty sonrió y cruzo sus brazos en su pecho— ¿acaso quieres acostarte nuevamente conmigo?

Jughead pasó sus dedos por los brazos de la rubia, y su piel se erizó — no es solo mi cuerpo que reacciona así, cariño. — habló para luego salir del salón.

Betty quedó sorprendida, oh dios, no conocía  aquel Jughead, pero esa oscuridad le gustaba. Atónita  quedó en su lugar, sin decir nada.

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