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Mientras esposaba a la cama a su nueva víctima, JaeBum se disponía a colocarle una venda en sus ojos.

Mientras tanto, JaeBum quitaba lentamente el sujetador de la chica, arrojandolo en alguna parte de la habitación.

JaeBum no podía quitar esa sonrisa de perversidad y malicia, mientras tenía sus ojos puestos en el cuerpo semi-desnudo de la chica.

Sin más, prosiguió a esposar a la castaña.

—¿Siempre haces esto? —preguntó aquella chica, mientras se mordia el labio inferior.

—Si, ¿Acaso no te gusta? —masculló JaeBum, dedicándole un beso francés—. Amo hacerles esto a mis víctimas.

A la chica no pareció importarle lo que acababa de mencionar JaeBum, lo importante para ella en estos momentos, era que la complaciera tal y como lo había prometido.

—Creo que te lo había recalcado ¿No? —hablo JaeBum, terminando de desnudar a la chica—. Bien, lo volveré a decir, tú jugaras mis juegos. Nada más.

—¿Me aseguras que sera divertido? —hablo la chica, mientras se retorcia, ya que JaeBum había empezado a hacer un camino con su dedo, desde su pecho hasta su intimidad. Ella gimió.

—Será muy divertido, pero aquí van las reglas —hablo JaeBum—. Usaré el vibrador; este irá aumentando de nivel, cada gemido involuntario que sueltes, será un latigazo. ¿Entendido?

Ella asintió.

Sin esperar alguna protesta, JaeBum colocó el vibrador en la parte íntima de esta chica y comenzó a aumentar el nivel. Al poco tiempo un gemido por parte de ella se hizo presente, eso fue música para los oídos de JaeBum, con una sonrisa maliciosa, se encaminó a tomar el látigo más delgado que poseía y lo azotó en el muslo de la chica, la cual no mostró signos de dolor, sino que de placer.

«Toda una masoquista», pensó JaeBum.

—Eso es, cariño —halago JaeBum, mientras volvía a dedicarle un beso francés a su víctima.

La chica volvió a gemir, cuando los dedos de JaeBum resbalaron hasta su intimidad y comenzaron a masajearla por sobre el vibrador. Ella volvió gemir.

—Ahora quiero que me confirmes el que nadie más te había hecho sentir así más que yo —mencionó el, aumentando la velocidad del vibrador.

—N-no, nadie... más me h-habia hecho sentír así —gimoteó al sentir los labios de JaeBum sobre su abdomen para después ir bajando lentamente.

—Lástima que será la última vez que sientas esto —masculló JaeBum; poniéndose de pie, para caminar hasta su cajonera y sacar de esta un cuchillo—. ¿Qué te parece si pasamos al siguiente nivel del juego?

—Si.

Sin medir o prevenir, JaeBum sacó el vibrador de la zona íntima de la chica, provocando que está soltara un jadeo.

—El siguiente nivel es mi favorito —susurró JaeBum, desposandola—. Pero, no te quitaré la venda.

Sin embargo, a lo que esperaba la chica no fue nada más desgarrador, pues JaeBum estampó su filoso cuchillo en el vientre de esta, tomandola por sorpresa, un grito de dolor de hizo presente en la habitación, y de igual manera, eso fue música para los oidos de JaeBum.

Una vez que la chica ya no mostraba signos de vida, JaeBum la tomo sobre su espalda, sin importarle el que se mancahara de sangre. Salió de la habitación con ella sobre su hombro, y se encaminó hacia el bosque.

Una de las ventajas de JaeBum, era que su cabaña quedaba a las fueras de la ciudad y a un lado de esta había un frondoso bosque, con una pala en mano, empezó a escabar, una vez que tuvo un profundo pozo, con ayuda de su pie, arrojó el cuerpo sin vida de la chica a el.

Y nuevamente, empezó a vertir toda la tierra dentro.

Una vez terminado, JaeBum limpio con su antebrazo todo signo de sudor.

—Este es el siguiente nivel, cariño.

Eyes on You ➸ JaeBum. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora