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HyeRi, aún se encontraba en el estúpido colegio, porque a decir verdad, en estos días no se encontraba en modo de soportar a tantas personas. ¡Muy apenas se soportaba ella misma!. Y para acabar, hoy tuvieron una clase libre, lo que significaba una sola cosa: desorden.

Se sintió aliviada, al escuchar el timbre que indicaba la hora del descanso. ¡Al fin!

Con su mirada puesta en una de sus tantos libros de suspenso y ficción, mientras escuchaba su playlist favorita, alejada de tanto bullicio, en una de las mesas de las esquinas de la cafetería, allí se encontraba HyeRi, tomando su bebida favorita: leche chocolatada.

Pero su tranquilidad se vio interrumpida, al escuchar un alboroto proveniente de las chicas escandalosas y todo porque los chicos del equipo de soccer acababan de entrar a la cafetería.

Fastidiada, se puso de pie, guardo su libro en su mochila, junto con su celular y auriculares, se dispuso a salir de la cafetería.

—Hola, ¿Eres nueva? Lo digo por que nunca te había visto —dijeron a sus espaldas, una voz chillona, que logró irritarla de más.

—Estoy aquí desde hace cuatro años —respondió HyeRi.

—¡¿Enserio?! —exclamó TaeHa, la chica popular de la facultad, pero es que ¿Por qué tenía que hacer su voz así? A HyeRi claramente le irritaba las personas así y más si trataban de ser amigables para que su reputación no se viniera de pique—. ¡Oh por Dios!, ¡Amo tu cabello! —mencionó ella, tocando algunos mechones de su cabello.

《Pues yo no amo el tuyo》, pensó HyeRi.

—¿Así? —y con sólo pronunciar esa palabra, todas las miradas estaban puestas en ambas, ¿tan así les importaba una plástica?—. No trates de ser amigable conmigo, eso no va conmigo y creo que sólo lo haces para llamar la atención —sentenció HyeRi, y todo ese abucheo no tardo en escucharse.

La mirada de la castaña inmediatamente se cristalizo y no tardo mucho para que pequeñas gotas brotaran de sus ojos.

Ridícula.》, volvió a pensar.

Dada la conversación por finalizada, o la conversación que finalizó HyeRi, se digno a volver a retomar su paso, pero una mano en su hombro se lo impidió. ¿Qué afán tenían de sujetarla del hombro?

—¡¿Qué?! —exclamó, notablemente irritada.

—No permito que alguien le hable así a TaeHa —hablo la voz masculina proveniente de Taeil.

—¿Acaso dije algo que no fuera verdad? —interrogó la pelipurpura al varón—. No verdad, así que si eres amable de quitar tu sucia mano de mi hombro te lo agradecería —dijo ella, manteniendo su postura fría e indiferente, y sin mostrar algún ápice de expresión en su rostro.

—No me importará si eres mujer —sentenció él, y nuevamente el abucheo se hizo presente.

¿Acaso no podía leer en paz un rato? Claramente no.

HyeRi rodo los ojos y suspiro.

—Y a mi no me importará fracturarte el brazo —advirtió HyeRi, alzando una ceja.

Esa fue la gota que derramó el vaso para Taeil y claro está que no le importó que fuera mujer, pues se digno a alzarle la mano, pero esa mano no llegó a tocar la mejilla de HyeRi, sino que HyeRi fue astuta y rápida y al cabo de unos segundos, el brazo de Taeil ya se encontraba detrás de su espalda y con un movimiento ágil, logró dejarlo en el suelo.

Todas las miradas de los demás, se encontraban expectantes y con la boca abierta, pues es que como una chica invisible y poco conocida por los demás y de estatura de menos de 1:70 y con un vestido rojo con encaje y medias negras, fue capaz de tirar al increíble Taeil, claramente eso fue nuevo para los ojos de los demás.

—Te lo advertí —sentenció HyeRi, dándose media vuelta, mientras ignoraba los gruñidos de Taeil y las miradas en ella.

¿No tienen otra cosa que hacer? HyeRi odiaba ser el centro de atención.

—Estuviste increíble hace un momento —dijeron a un lado de ella.

—¿Gracias? Supongo.

—¿Te gustaría ir a caminar conmigo? —preguntó Mark, rascando su nuca—. ¡No!, sé que eres HyeRi y no te va a importar, pero me gustaría acompañarte en la salida a tu casa, ¿Qué dices? —preguntó Mark, con una enorme sonrisa en sus labios.

Mark era o fue el único que se había fijado en ella, ¿como alguien como Mark pido fijarse en ella?

Era lo que se cuestionaba HyeRi, digo, porque el es un chico bueno, de calificaciones perfectas, no se mete en problemas, viste a la moda y varias chicas andan detrás de el, las cuales Mark rechaza, porque su corazón ya tiene dueña.

¿En cambio, HyeRi? Ella claramente es una chica que ama decolorarse el cabello de distintos colores, ama vestir con ropa opaca, que la mayoría son vestidos o faldas, como justamente lleva puesto un vestido rojo de manga larga, con encaje en los bordes y con sus típicas medias negras y sus botas de vampiresa.

Admite que tiene buenas notas, no se mete en problemas, pues es invisible o ella trata de serlo, pero con el escándalo de hace unos momentos, se vio interrumpido su plan.

—Bien —aceptó y Mark no pudo resistir en mostrar una enorme sonrisa.

HyeRi admitía que aquel chico le caía bien.

Eyes on You ➸ JaeBum. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora