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La "salida" con Mark, fue normal, como otras veces: él trataba de hacerle conversación y ella sólo sé limitaba a asentir y algunas veces a hablar.

Mark era consiente de que HyeRi era una chica de pocas palabras, directa y sincera y eso a Mark le encantaba.

Al regresar a casa, no se sorprendió al ver a sus padres esperándola, con una mirada amenazante, que de inmediato se cambio a una de sorpresa y amabilidad al ver que su hija no venía sola, sino con el castaño.

—Oh, Mark —halago JaeHa—. No esperaba verte aquí con HyeRi.

—S-solo vine a acompañar a HyeRi de regreso —respondió Mark, con su típico tic de rascar su nuca cuando este se encontraba nervioso.

—¿Ambos salieron? —está vez hablo su padre, de igual con un tono amable, incluso HyeRi se sorprendió de su drástico cambio, sólo que como siempre, no lo demostró.

—Este... sí —Mark miro de reojo a la chica—, invité a HyeRi a dar un paseo.

—Ya vemos...

—Si me disculpan, me tengo que ir, tengo que ir a... ¡ayudar a mi mamá!, sí a ayudarla —contestó con un tono evidente de nerviosismo, de inmediato salió de la enorme casa; pues hablar con los padres de la chica de la que gustaba, le ponía nerviosismo.

—¿Cuando te dignarás a hacerle caso a Mark? —reprochó su madre, viéndola con sus manos en sus caderas.

—Nunca.

—Él es buen chico, te conviene y a ambos nos cae de maravilla —intervino Book Su, viendo a su hija.

HyeRi sólo asintió como respuesta.

Pues sabía perfectamente que sus padres adoraban al chino, querían en verdad que ambos fueran pareja, pues no sólo porqué Mark era buen chico, sino que su reputación y la de su familia les convenía. Hacían todo lo posible por acercarlos y fue grato para ellos saber que el chico se encontraba enamorado de su hija.

Sin embargo; HyeRi no sentía sentimiento alguno hacía Mark, ni siquiera sentía alguna clase de atracción por él. Lo veía más como un amigo.

No lo podía ver de otra manera.

[•••]

Al caer la noche, los padres de la chica ya se disponían a dormir ó más bien ya lo hacían, pero lo que estos no sabían era que su amada hija (Nótese el sarcasmo), se escapaba por la madrugada desde su ventana, para salir a caminar a altas horas de la madrugada, por las frías calles desoladas de Seúl.

HyeRi solía salir de vez en cuando ó mejor dicho todos los días, pues llegaba algún punto en la noche en el que no lograba conciliar el sueño y caminar por la noche le relajaba.

Caminar por la noche, hacia que está se sintiera relajada y de algún modo libre, pues sus padres se lo prohibían.

Cuando salía sin su permiso, en verdad se ganaba un gran castigo, por lo que casi no salía, cuando llegaba a salir era por la insistencia de Mark, sabía que sus padres no le dirían nada cuando estaba con él.

Caminando por el típico parque al cual solía ir, se sentó en este, dejándose llevar por la insensible brisa.

Con una de sus tantas libretas, en donde tenía dibujos al estilo Darkness, como solían decirle sus padres, se digno a comenzar a escribir sus relatos de igual manera siniestros y misteriosos, pues cada vez que terminaba una libreta con dibujos, al reverso de la hoja, describía lo que sentía al dibujar.

Siempre eran relatos de asesinos o como se describía el dibujo de forma oscura.

JaeBum no había podido conciliar el sueño después de leer su libreta.

JaeBum, quien había quedado fascinado con una de sus tantas libretas, se dispuso a ir a su casa en busca de más, pero al momento de llegar, noto que la chica se encontraba escalando la pared de su casa, para después bajar.

Sin titubear la siguió hasta llegar a un parque donde la vio desvanecerse allí, para luego comenzar a escribir.

JaeBum, no era tonto, por lo que días antes de llevar a su hermana con HyeRi, estuvo vigilando sus pasos, pero al ver que aquella chica no salía de su casa, espero a que fuera de noche, donde la vio escaparse por la ventana, para ir directo al parque a escribir sus relatos. Con sus dibujos.

Justo como ahora.

Técnicamente, JaeBum, no se sorprendió al ver que hacia eso, pues dos días antes la había visto.

—Sé que estas ahí —hablo de pronto HyeRi, sin despegar su vista de su libreta—. Anda sal que no muerdo.

JaeBum entre cerro los ojos al escuchar a la chica. ¿Cómo es que lo supo? Lentamente salió fuera de su "intentó de escondite".

—¿Cómo lo supiste? —indagó JaeBum, dejándose ver después de salir de la oscuridad, cuán película de terror.

—¿Crees que no te vi seguirme hasta acá? —dijo HyeRi, está vez viéndolo.

JaeBum bufó.

—Parece que eres experto en seguir a las personas.

—Cierto, también soy bueno entrando a casas, forzando seguros... En asesinar —lo último mencionado, lo hizo con una sonrisa de satisfacción, cosa que se le hizo rara a HyeRi, pues no lo había visto sonreír antes.

«¿Acaso se drogo?», pensó.

—¿Qué quieres?

—¿De qué hablas? —cuestionó JaeBum, acercándose a la susodicha.

—Por algo me seguiste, ¿No? —curioseo—. ¿Ó sólo viniste a verme? ¿Ya te guste?

—Quiero más libretas como esas —dicho esto, el pelinegro apuntó a la libreta de la chica, la cual estaba en sus manos.

—Imbécil. ¿Crees que acató órdenes? No, no te daré nada —concluyó la chica.

—Robé tu libreta, la que estaba en tu taller por encima del piano.

—Si serás idiota. No. Largo, vete de aquí, tú estas interrumpiendo aquí —mencionó dejando a un lado su libreta, moviendo su mano para que JaeBum se fuese.

Formuló un shushu, acompañado de su constante movimiento para que JaeBum se fuera y la dejara en paz.

—Mataré a tus padres si no lo haces  —volvió a advertir.

HyeRi volvio a encogerse de hombros, restandole importancia, pues la verdad no le importaba del todo.

—No los considero especiales. Adelante, hazlo.

—No te hagas la desinteresada —músito JaeBum—. Sé cosas de ti, y sé que todos los bienes de ellos no caerán en tus manos, como ya te lo había dicho, tus tíos te obligaran a irte a Australia con ellos y ambos no queremos éso ¿cierto? Piénsalo, no soy muy paciente.

JaeBum sonrio con sorna.

HyeRi se molestó.

——
Voten♡

Eyes on You ➸ JaeBum. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora