Abrí mis ojos y me encontré con la carita de Manuel a centímetros de la mía, con los ojos cerrados y con la respiración tranquila.
Sonreí un poco y levanté mí mano para acariciar su cachete y me acerque para darle un beso chiquito en los labios haciendo que el castaño se moviera un poco y terminará despertandose.
Sonrió sin mostrar los dientes y me tironeó hacía el para abrazarme y esconder su cara en mi cuello.
—Tengo sueño—murmuró con voz ronca dejando un beso en esa zona sensible.
Las ganas de llenarle la cara de besos eran inmensas debido a la manera en la que había salido su voz. En cambio, besé su cabeza y empecé a hacerle caricias ahí.
—Si seguís me duermo otra vez gorda—soltó y se acomodó mejor.
Abrí los ojos de par en par al escuchar aquella palabra y no tardó en aparecer una sonrisa tonta en mí cara.
—No, dale que tengo que ir al baño—dije y negó—Dale Manu.
—No, estoy comodo y encima estas calentita—habló separándose un poco para mirarme y hacer puchero—Porfa.
Lo tome de los cachetes haciendo boquita de pez y le di un sonoro beso que no tardó en terminar en chape.
Me subí a horcajadas de Manuel e inconscientemente empecé a hacer movimientos en círculos, estimulandolo. Sentí como de a poco iba creciendo su erección, no dude en apretar más haciendo que el soltará un jadeo y afianzará su agarre en mí cintura.
Sonreí ampliamente y me levanté de golpe dejándolo un poco atontado por la situación, tenía la respiración agitada y las mejillas coloradas.
—¿Voy al baño y bajamos a desayunar?—pregunté como si nada, lo vi alzar una ceja.
—¿Y me vas a dejar con...este problema?—cuestiono con dificultad y con las mejillas rojas.
Me mordí el labio para no soltar una carcajada, me acerque hasta el para susurrarle;
—A la noche te lo compenso—susurré dejando un beso en su cuello que lo hizo tentarse un poco.
Me separé y fui directa al baño para arreglarme un poco, lavándome la cara y peinandome un poco. Cuando salí, vi como el castaño se estaba terminando de poner las zapatillas.
—Me lavo la cara y vamos—acotó, simplemente asentí.
Una vez salió, nos dirigimos hacia el bufet donde ya habían algunas personas de la escuela desayunando más mí papá, de lejos observé cómo el morocho estaba sentado al lado de una mina riéndose, miré a Manuel y antes de que pudiera hablar me interrumpió;
—Mejor ni preguntes.
Solté una carcajada y apoyé la bandeja en la mesa para después sentarme, seguida de Manuel.
—¿Sabías que sos re lindo cuando dormís?—dije, este levantó la vista de su celular con los cachetes rojos—Ay, se pone colorado mí nene.
—Ba-basta Oli—pidió aumentando el rojizo de sus cachetes.
Me levanté y me senté arriba de él para pasar uno de mis brazos alrededor de su cuello y darle un sonoro beso en el cachete.
—No man, alta cobra me hizo la wacha esa—intervinó el morocho sentándose en la mesa.
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aclaro: OLIMPIA Y MANUEL NO VAN A COGER.
eu, hoy me anote por segunda vez a al gym y el entrenador no para de tirarme palos, consejos para darle una piña :))
