《Capítulo 17》

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La noche de la fiesta.

Empiezo a bailar, no importa si estoy moviéndome mal, lo único que quiero es bailar y sentir la música. Creo que he tomado mucho, no he bebido así desde que Valentina cumplió años, recuerdo que yo terminé en un trío. Me río inconscientemente y voy a la barra.

— Vodka puro. — le digo al chico y tengo que agarrarme de la barra para no caer.

¡Dios, estos zapatos me están matando!

Me entrega el trago y lo tomo de un sorbo, siento la garganta caliente pero también me siento más relajada. Voy de nuevo a la pista de baile tambaleandome un poco pero no importa.

— Mikela. — escucho una voz detrás de mí.

— ¡Ian! — lo abrazo y le doy un beso en la mejilla riendo. — ¡Te extrañé tanto pequeño idiota! Hay que bailar. — lo cojo de las manos y empiezo a bailar pero él me aparta y me lleva al sofa para sentarme.

— Quédate aquí, iré por Lucas para que te lleve a casa. — dice y hago pucheros.

Me río al pensar en esa palabra. PUCHEROS, ¿a quién diablos se le ocurrió esa palabra? Suena como a defecar.

Hey, tengo que hacer pucheros.

Me pongo de pie y empiezo a bailar, siento que alguien me coge de la cintura y entonces me giro para verlo. Es un chico muy guapo, piel morena, ojos marrones y cabello negro. Me agarro de sus brazos y sonrío.

— ¿Estás sola? — me susurra en el oído.

— Aléjate de ella. — escucho a alguien y entonces me jalan para separarme del chico con él que pensaba coger.

Lucas.

¿No tiene otros asuntos qué hacer?

— Tranquilo hermano, no sabía que tenía novio. — dice y se va como un conejo miedoso.

— ¡Él no es mi novio! — digo pero siento que me cargan.

Entonces mi cabeza cae en la espalda de Lucas y mi culo en su hombro. Bien, ahora todos verán mi ropa interior, no es la gran cosa.

— ¡Bájame Liam, digo Lucas! — abre su auto y me sienta. Me coloca el cinturón de seguridad.

— Quédate quieta, te llevaré a casa. — se coloca su cinturón y arranca el auto.

— Vamos a tener un accidente, has bebido. — le recuerdo. — ¿Ves? Sigo siendo inteligente aún ebria.

— No bebo cuándo debo conducir y más si debo llevar a una borracha a casa. — ¿se refiere a mí? ¿O a la vecina?

— Oye chico, yo no estoy tan borracha que digamos. — me quejo.

No estoy tan borracha... ¿o si?

— ¿Así? Dime ¿cómo se llama mi hermana? — pregunta y me quedo pensando.

¿Emilia? ¿Abby? ¿Emma?

— Te lo dije, estás muy borracha. — dice mientras me cruzo de brazos.

— ¿Por qué espantaste al chico? Él podría haberme llevado a casa.

Enamorándome de alguien más (Olvidarte para siempre)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora