《Capítulo 54》

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Brilla.

Me apoyo en mis codos y me aseguro de que nadie esté en el jardín, no veo a nadie así que me vuelvo a echar y suelto un suspiro.

— Bien, ¿cómo empiezo? — suelto mirando las estrellas. — Primero, no sé si me escuchan o algo, quizás solo estoy hablando sola.

Ladeo la cabeza soltando aire, pongo mis manos a los costados tocando el frío césped.

— Esa chica, Atalia dijo que estaban en algún lugar y siempre ustedes que venían — cierro los ojos fuertemente y los vuelvo a abrir — perdón, cada vez que los veía en mis sueños mencionaban algo de arriba. — me corrijo.

>> Bueno, si estoy loca no importa, ¿vale? Necesito sacarlo todo porque no puedo sola, y estoy segura que Nicole me diría "Tienes a Lucas, a Valentina, Loyd, Mia, tu madre, etc".
Ya sé que los tengo, los amo mucho pero no es lo mismo.
¿No pueden bajar? Los necesito, necesito sus abrazos, sus bromas, sus palabras, necesito sus presencias. Siento que soy una idiota, quizá lo sea pero aquí nadie está para juzgar a nadie. Al parecer estoy enferma, tengo esquizofrenia y no lo sabía. Yo lastimé a... un momento, ¿Ariana está arriba? ¿Ella me puede ver justo ahora? ¿Lo ven chicos? Me estoy volviendo loca sin ustedes.

Golpeo el suelo con mi mano y luego tiro de mi cabello.

— En serio estoy loca, creer que ustedes me escuchan, eso no es verdad. — niego con la cabeza. — Quizás ustedes nunca bajaron, tiene algo de lógica. ¿En serio? ¿Un mundo de Arriba para personajes o algo así? Es totalmente absurdo. — suelto un suspiro por las tonterías que digo. — Los extraño.

Dejo de hablar cuando escucho unos ladridos, esos ladridos los he escuchado antes. Me pongo de pie rápidamente y suelto un grito.

— ¡Atenea de la verga! — grito al ver a mi perrita correr hasta a mi. — Ven aquí. — caigo de rodillas porque siento que las piernas me fallan.

Atenea llega a mis brazos y empieza a lamer mi rostro, la abrazo acariciando su suave pelaje, es ella.

— Te extrañé mucho. — digo mientras siento como mi pecho deja salir alivio, ella está aquí.

— ¡Atenea! — grita Amy corriendo.

Dejo a mi perrita en el suelo y empieza a jugar con Amy. Mamá, Pablo y Lucas aparecen y no evitan mirarme serios.

Ahora, ¿cómo le explico a mamá que al parecer Atenea no murió?

¡La resurrección we!

¿Me creerá si le digo eso?

— Mikela Ross, pasa. — me ordena mamá con seriedad.

Cargo a Atenea porque no pienso dejalar sola ahora, entro a la casa y veo a mamá de pie frente al sofá.

— Amy, ve a tu habitación. — ordena Pablo mirando a la pequeña.

— Siempre me pierdo lo bueno, iré a ver al Rubius solo porque su serie de Minecraft está buena. — refunfuña y sube las escaleras.

— Ahora, ¿cómo diablos Atenea está aquí si me dijiste que murió? — pregunta mamá alzando la voz.

Acaricio a Atenea quien se acomoda su cabeza en mi cuello y cierra los ojos, a crecido un poco y huele mal. Después tendré que llevarla al veterinario y darle un buen baño.

— ¿No has escuchado sobre la resurrección? — suelto sonriendo con inocencia pero ella mantiene su mirada seria.

— No estoy jugando, Mikela. — se cruza de brazos.

Enamorándome de alguien más (Olvidarte para siempre)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora