Enamorándome de alguien más (Olvidarte para siempre)

《Capítulo 15》

Siempre será Mikael.

— ¡Mía, alguien está robando tus zapatos! — grito para que se despierte y funciona.

Lo primero que hace es dar una patada a la nada y luego mirar sus zapatos negros de tacón que parecen muy caros.

— Nadie se está llevando mis zapatos.— dice tranquila.

Me río.

— Ya lo sé pero quería ver tu reacción. — me saca la lengua y entonces bajamos a encontrarnos con el chico de lentes.

Mi mente no deja de pensar en lo que Lucas me iba a decir, ahora jamás lo sabré y no me gusta quedarme con la duda. Diablos, en serio quiero saber. La curiosidad es algo que me mata y a veces no es nada bueno. Veo como Lucas se aclara la garganta y pasa sus dedos por su cabello negro que tanto me llama la atención. Él chico es guapo, muy guapo. Quizás solo es eso, solo me parece guapo como un Dios Griego... si, solo es eso.

— Bueno, esperamos horas así que suéltalo. — digo cruzándome de brazos.

Él chico pone sus manos en los bolsillos y mira a Mía para después sonrojarse.

— Necesito algo a cambio de la información. — dice confiado.

Genial, nos tocó un chantajeador con lentes. Giro los ojos y lo miro de nuevo.

— Bien, ¿cuánto dinero quieres? — dice Lucas sacando su billetera.

— No quiero dinero. — dice y Lucas guardo su billetera algo avergonzado.

— ¿Entonces que quieres? — pregunto y mira a Mía.

Ella se siente incómoda que se pone detrás de Lucas, parece como si tuviera miedo de hacer algo. Yo pensé que Mía le enseñaba una teta a cualquiera para obtener lo que quiera, pero justo ahora parece temerosa.

— Una noche con la rubia. — dice él chico y Lucas agarra la mano de Mía.

Auch.

No sé que diablos pasó por mi cuerpo pero sentí como alguien me traicionaba, un dolor extraño pero igual duele.

— Eso no va pasar. — dice Lucas y Mía agarra su brazo fuertemente.

En serio parece que tiene mucho miedo, supongo porque es virgen y le propusieron algo así.

— ¿No hay otra forma de pago? — pregunto y él chico mira el suelo para luego volver a levantar la mirada.

— Entonces solo un beso con ella. — dice y entonces miro a Mía.

Hay temor en sus ojos, ella se aferra al brazo de Lucas y niega con la cabeza. Suelto un suspiro.

— Nada que tenga que ver con la rubia. — digo cruzándome de brazos de nuevo.

— Bien, entonces no hay trato. — dice y empieza a caminar hasta atrás.

— ¡Oye, espera! — grito y él se detiene para voltear a verme. — Yo puedo tomar su lugar. — digo apretando mis puños.

No me gusta hacer esto de nuevo, me recuerda a la persona que fui y no me gusta. Pero no voy a obligar a Mía a besarlo, ella al parecer es tímida y no soy un monstruo para decirle que lo bese.

— ¿Qué? Mikela podemos buscar otra información. — dice Lucas.

— No hay otra información, está es la única forma Lucas. — digo mordiendo mi cachete. Me giro a ver al chico. — Solo un beso.

Él chico me da una sonrisa.

— No eres rubia pero bueno. — accede.

¿Qué tienen con las rubias?