《Capítulo 46》

599 67 128
                                    

Lucas, Lucas, Lucas.

3 semanas después...

— Es que no lo entiendo, hago todo por este intento de familia pero todo me recuerda a ella. Sus juguetes están por toda la casa, su comida guardada en el armario de la casa, su cama, su olor está por todas partes. — le doy un trago a mi cerveza en mano. — La extraño tanto que me duele el cuerpo por lo cansada que estoy.

Una media sonrisa se forma en sus labios y estoy segura que dirá lo mismo de siempre así que antes de que él lo diga golpeo la parte de atrás de su cabeza haciendo que él se queje.

— No seas idiota, ya sabía lo que ibas a decir. — le digo mirándolo frunciendo el ceño.

— No puedes venir todos los fines de semana aquí y emborracharte. — comenta haciendo que le dé otro trago a la cerveza.

¿Por qué no puedo?

Pago por las bebidas y nadie se queja de mi presencia, aún mejor, les gusta que venga aquí.

— Ay, ya cállate. — lo ignoro y sigo bebiendo con la vista en la mesa donde estoy.

— Repites lo mismo. — vuelve a hablar. — Bebes, hablas de lo miserable que es tu vida, te subes a la mesa a bailar, te llevo a mi casa y tengo que limpiar tu vómito que apesta a mierda. — los dos hacemos una mueca de asco.

— Eso es lo que hacen los amigos. — suelto dándole un beso en la mejilla.

— ¿Amigos? — bufa — Nos acostamos 10 veces, Mikela. — sonríe con malicia. — Aunque sí, hay que decir que somos amigos.

— Cállate, tengo una reputación que cuidar. — bromeo haciendo que los dos empecemos a reír. — ¿Te digo que mejoraría está noche? — enarco una ceja y sonrío.

— Conozco esa cara — acomoda su cabello negro para atrás. — bien, pero será la última ronda y nos vamos.

Aplaudo como una niña pequeña al oír esa respuesta.

Lucas, Lucas, Lucas...

Pensé que ya no hablabas.

Estaba comiendo, lo siento si me extrañaste.

Ag, ¿por qué eres tan egocéntrica?

¿Por qué no serlo? Soy perfecta.

Bla bla bla.

— La última ronda, chicos. Ya voy a cerrar. — dice Cami dejando las cervezas en la mesa.

— Eres la mejor. — le digo sonriendo.

Cami es la dueña del bar al que accidentalmente conocí una noche que mamá y yo discutimos.
Ya saben lo normal, empezar a discutir y acabar en un bar bailando encima de la mesa... ¿a quién no le a pasado eso?

— Brindo por ella. — digo alzando mi copa y aguantando las ganas de llorar.

Loyd levanta su copa como siempre y me sigue la corriente.

— Porque se fue y sé que está en un mejor lugar con Zeus, los dos están juntos. — suelto aire. — Te extraño tanto, Atenea.

Loyd pone una de sus manos en mi hombro, su mano está muy fría pero ya me acostumbré al sentirlo, el contacto que tenemos se hizo costumbre.

— Ahora yo brindo por la vida — ladeo la cabeza. ¿Escuché bien? ¿Él brindando por la vida? — porque es una verdadera mierda haciendo que tenga ganas de darme un tiro en culo y morir.

Lo suponía.

Sonrío y chocamos nuestras copas para luego beber. El líquido pasa por mi garganta haciéndome entrar en calor y pasando el nudo en mi garganta.

Enamorándome de alguien más (Olvidarte para siempre)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora